El cielo estaba cerrado, parecía que se avecinaba una tormenta de verano. Alba se despertó sobresaltada al sentir una extraña presión en su tripa.
- ¡¿Se puede saber qué haces ahí apoyado?!. ¡Me has asustado! .- se restregaba los ojos somnolientos.
- Puse la mano mientras dormía y me di cuenta de los movimientos. Llevo rato sintiendo como se mueven.- su sonrisa se hizo enorme.
- ¿Moverse? .- pregunto sorprendida.- Esos dos se pasan el día peleando por el espacio.
- Entonces, ¿Siempre es así?.
- Siempre no, pero la mayoría del tiempo si.- ella le acarició el pelo.
- ¿Te duele? .- se arrastró hacia sus labios sin quitar la mano de su vientre.
- No, me encanta. Sé que están bien y eso me da paz.
Alistair la beso, se puso entre sus piernas y ella sintió como su miembro estaba duro rozando sus muslos.
- Me encantaría repetir lo de anoche.- le confesó él con voz ronca.
- Y a mí, pero el castillo está despierto y nos pueden oír.- él se entristeció al escucharla, pero tenía razón.
En ese momento llamaron a la puerta.
- Primo, tenemos que hablar y tienes dos opciones, o sales o entro. Elige.- sonó la voz fría y distante de Bryson tras la puerta.
Alistair con premura se puso el pantalón que llevaba la noche anterior y abrió un poco la puerta.
- Ahora bajo al comedor, por favor, que nos preparen el desayuno y charlemos mientras tanto.
Bryson asintió y se marchó a hacer lo que el señor le había solicitado.
- Tenías razón.- dijo mientras cerraba la puerta.- Lo de anoche hay que repetirlo pero cuando todo el castillo duerma.- ella asintió.
- Lo he notado serio. ¿Tú no? .- él negó con la cabeza.- La verdad es que me he portado con él como una arpía.- se confesó.
- ¿Una que? .- Alistair se iba acostumbrando a esas palabras de otro tiempo.
- Una bruja, mala mujer, mala prima y le he echado la culpa a las hormonas, pero realmente tenía celos de ver que él estaba disfrutando con Inma, y tú no estabas aquí conmigo.
- ¿Qué me he perdido? .- preguntó curioso.
- Tú primo e Inma empezaron una relación cuando él regresó.
- Sabía que él tenía prisa por regresar y ahora se la razón.- comenzó a reír.- ¿Qué tenéis las españolas que nos volvéis locos?.- se puso encima de ella.- Venga vístete y bajemos a desayunar, estos dos monstruitos.- le beso la tripa con ternura.- Deben de estar hambrientos.
- Voy.
Mientras Alistair terminaba de vestirse, Alba se puso un vestido blanco con pequeñas flores lavanda, con escote cuadrado y caída evasé bajo el pecho con mangas abullonadas. El corte de este hacía que se viera una prominente barriga de embarazada.
- Me encanta verte así.- la miraba él desde la puerta.- Estás preciosa con esa tripa.
- Pues disfruta porque te queda poco para dejar de verla y te aseguro que ya no tengo edad para volver a pasar por esto, ni quiero.
- Bueno, ya lo veremos.- le advirtió en tono amenazante.
- ¿Perdona? .- alargó demasiado la "a" sorprendida por su amenaza.- No te equivoques que yo también sé que hacer para no verme en esta tesitura nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
Tú eres Alba
RomanceDespués de casarse con su amor platónico todo cambia de la noche a la mañana y no le apetece que nadie mas ocupe su lugar. En un breve espacio tiempo conoce a dos hombres que le atraerán, pero ¿Alguno de ellos podrá hacerle olvidar a su primer amor...