Tú eres Alba

EPÍLOGO

Habían pasado dos meses desde que las amigas se habían visto por última vez.

El día de antes, Angi y Evan celebraron su boda intercambiando los votos nupciales, ya estaban casados ante Dios y el clan.

Las cuatro chicas estaban sentadas en una mesa cerca del gran fuego. Isobel sabía el secreto de estas porque Angi se lo contó antes de reunirse con sus amigas, la quería como una hermana y no quería ocultarle más porque a veces decía cosas sin sentido o entendía de enfermedades, ungüentos e infecciones.

Alicia estaba en los brazos de su madre, le estaba dando el pecho mientras Ángel estaba con su padre y los hombres.

- ¿Entregaste los dibujos a los hombres de tu marido?.- preguntó Alba.

- Si, cuando Angi me los entregó, pero no han visto nada.- negaba con la cabeza.- Estás segura que viajó con vosotras.

- No lo sé, pero si las tres estamos aquí, entiendo que falta ella y tenemos que encontrarla. Si le ha pasado algo por mi culpa.- las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

- Eh, no es tu culpa.- le abrazo Angi intentando consolarla.- No estamos aquí por ti, ni por Alistair. Sinceramente creo que cada una de nosotras tenía una unión especial con su pareja.- Alba la miró curiosa.- Y si Vane no estaba ligada aquí, puede ser que ella esté en casa.

- No, yo siento que está aquí, no me expliques cómo, pero lo sé.

- Venga, deja de llorar que como te vea así tu marido nos va ha caer una buena bronca y él es Laird y nosotras somos...

- Mi familia.- le cortó Alba.

Alistair se acercó con los hombres al grupo de las mujeres al notar que Alba estaba llorando y Ángel comenzaba a sentirse inquieto.

- ¿Por qué lloras amor?.- pregunto bajito al oído de esta mientras le besaba en el cuello y ella se estremeció.- Porque no me das a la pequeña y te pones a Ángel, lo noto inquieto.- Alba asintió e hizo el cambio.- Vas a decirme porque estás llorando.- insistió de nuevo.

- Vane.- él asintió con la cabeza.- Estábamos haciendo conjeturas de donde puede estar.

- Sabes que mis hombres, los de Duncan y los del padre de Evan están buscando, verdad.- Alba miró al suelo.- No quiero verte triste, no es tu culpa, ni la mía, nadie nos dijo que esto iba a ocurrir pero así pasó. Tu estas aquí conmigo, con nuestros amigos y nuestros hijos y ella...

- Y si ella está sufriendo.- su voz se rompió.

- Estoy seguro de que tú lo sentirás y si es la mitad de mujer que tú, sabrá defenderse y encontrar el camino.

- La noche comenzaba abrazar al castillo de Fort Augustus, con ella llegó una tormenta y poco a poco el agua fue apretando.

- ¿Dónde vais de viaje?.- pregunto inocentemente Inma.

- Sabes que en esta época eso no existe la luna de miel, ¿Verdad?.- informó Angi.

- Si, lo sé. Pero Bryson y yo habíamos pensado ir a París.

- ¡¿En un burro?!.- Angi intentó decirlo para ella sola pero se escuchó perfectamente.

- Te has pasado.- le increpó Alba.- Evan me comentó que vais con su primo e Isobel a Edimburgo. ¿Os ha invitado el Rey?.

- Si, Evan y Duncan quieren hacer un negocio allí y el Rey nos ha ofrecido el castillo y una audiencia para verlo.- Alba asintió mientras ella le contaba.