CAPÍTULO 29

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Había pasado una semana desde el día de Navidad. Alba se encontraba más fuerte y recuperada. Todo lo achacó al cansancio de los días previos u organizar la cena y el posterior baile, así que por una vez hizo caso, descanso y se alimentó como si no hubiera un mañana.

En esa semana llegaron varias familias más de campesinos y los guerreros tuvieron que dejar de entrenar para poder construir varias cabañas cerca de los terrenos para que pudieran trabajar y vivir con comodidad.

Todos sus planes estaban saliendo como ella había soñado, la isla estaba volviendo a ser lo que era, lo que tantas veces le habían contado y lo más importante, no había presencia de Nechtan, se lo habría tragado la tierra o llevado los demonios, solo sabían que si él no rondaba la isla, les daba paz.

Mientras Alba volvía a trabajar en las cocinas, pero nunca excediéndose. Alistair estaba terminando de almorzar junto a su primo, hablando de los últimos acontecimientos que habían ocurrido en la isla, todos buenos cuando unos pasos resonaron en el gran salón interrumpiendo su conversación.

- Ha llegado una misiva de Lord McCalahan.-anunció uno de los guerreros mientras entraba a grandes zancadas en el gran salón.

Alistair cogió el sobre que le entregaba uno de sus hombres, rompió el sello de cera con el escudo del clan amigo mientras su primo no apartaba la mirada con cada uno de sus movimientos.

- Están de camino. Jofrey debe de estar al caer. Nimue.- llamó a la criada que justo en ese momento se dirigía hacia la cocina.- Avisa a la señora. Tenemos que tener lista una habitación y empezar a limpiar el resto, en breve llegaran invitados.

- Si señor.- hizo un reverencia con la cabeza y salió del salón siguiendo la dirección que momentos antes llevaba.

En el momento en el que entró, el calor y olores de comida impregno sus fosas nasales, nunca había estado en una cocina que te hiciera salivar simplemente con el olor a comida, comprobó que no había ni rastro de la señora y preguntó a varias personas que allí estaban trabajando si alguien la había visto, pero nadie sabía dónde estaba.

Cuando salió al patio vio a la pequeña Alice jugando con la muñeca que le había confeccionado Alba.

- Alice, has visto a la señora.- ella negó con la cabeza.

- La señora cogió su caballo y salió con mucha urgencia.- escucho decir a Calem tras ella.

- El señor la busca.- sonó desesperada.

- Tranquila, voy yo.

Todos sabían del carácter que se gastaba el señor cuando no sabia donde se encontraba su mujer. La mirada de Alistair cambio al ver entrar a Calem y tras él a la embarazada Nimue, no solo se tensó su mirada, también su cuerpo, se puso de pie y salió en dirección a ellos.

- La señora salió hace un rato con Stoirm. Creo que dijo que iba a buscar a Murdock y Errol que habían partido con la carreta a por suministros y a ella se le olvidó pedir varias cosas importantes.- trago saliva.

- ¡Sola!!!.- retumbaron las piedras del salón por su gritó desesperado.

- Si señor. No pude pararla.- se puso nervioso.

- No es culpa suya.- intervino Bryson.- Entonces, ¿fue a buscar a Murdock?.

- Si señor.

Alistair empezó a moverse por el salón nervioso, calculando cuanto podría haber cabalgado y si con un galope rápido llegaría alcanzarla, solo rezaba para que no le ocurriera nada, un dolor cruzo su corazón junto con esos pensamientos.

- Bien, prepara mi caballo, iré en su búsqueda y perdonar si he sonado tosco o brusco. Mientras mi hermano siga vivo, no estaré tranquilo.

Alistair cabalgó velozmente tomando el camino que daba al puerto, al pueblo donde entraban y salían todas las mercancías, buscaba las huellas de Stoirm para seguir correctamente el camino que Alba hubiera podido coger, pero el cielo empezó a ponerse negro y comenzó a caer una lluvia intensa, se avecinaba una tormenta.

Tú eres AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora