Alba se movía intranquila intentando abrir los ojos al sentir entrar los primeros rayos de luz en su habitación. Buscando mas espacio como cada mañana se dio cuenta que Alistar seguía acostado a su lado, despierto, mirándola fijamente.
- ¿Estás mejor? .- le quitó un mechón de la cara mientras le sonreía.
- Si. ¿Pero qué haces aquí y no estás en tus quehaceres?.- dijo desconcertada mientras acercaba su cuerpo al de él para sentir su calor.
- Hoy necesito estar cerca de ti. ¿Puedo? .- Alba asintió y él la abrazó.-. Di instrucciones a Bryson para que continúe las tareas por mi. - Alistair se tocó el pelo nervioso.- Amor, ¿Por qué hay restos de tela quemada en la lumbre?
- Lo siento. No quería oler a él. Mi ropa olía...
- Sssh. Ya pasó. Compraremos tela y seguro que alguna mujer puede hacerte ropa nueva. O si quieres.- se incorporó levemente en la cama.- Podríamos ir hasta Ardrossan y allí seguro que puedes comprar ropa o telas. Llevo tiempo diciéndote que necesitas vestir como una señora
- Alistair, me gusta como visto. Se perfectamente que soy la señora del castillo, intento vestir como tal.- le contesto con disgusto.- O acaso a ti no te gusta.- le sentenció.-
- Si me gusta.- le besó la frente.- pero...
- No quieres que me confundan con una criada, ¿verdad?.- Alistair asintió y aspiró su aroma.- Soy criada, de mi esposo, de mi tierra, de mi gente.- él, le levantó la cara desde la barbilla y le besó los labios con pasión.
- Sabes, creo que me he casado con una mujer única. El cómo hablas del clan, del amor que les procesas. Nadie lo hace con tanto sentimiento como tú. Prepara una bolsa, desayunamos en la cocina y nos vamos. Nos iremos con Stoirm. Voy a hablar con Bryson y por favor, no tardes. Te espero abajo.- le dio un sonoro beso en los labios y salió de la habitación.
Alba cogió un par de camisas, unos pantalones y los únicos dos vestidos viejos que Caillic le arregló cuando llegó allí.
La idea de salir aunque solo fuera por un par de días del castillo le haría sentirse segura lejos de Jofrey y no sentirse observada como una presa de cacería estando en su propio hogar.
Salió de su habitación cerrando tras de si la puerta, en sus manos estaba la pequeña bolsa que había preparado con algo de ropa para los dos. Comprobó que no había nadie por los pasillos y su cuerpo por un momento se tensó, si, estaba asustada en su propia casa.
Bajando las escaleras se cruzó con Jofrey este freno la subida para dejarla pasar y mientras ella se iba acercando al escalón donde el la esperaba no dejaba de mirarle fijamente con lascivia.
- Buenos días Milady.
Por un momento estuvo tentada a seguir de largo y aunque bajó varios escalones, se giró y sin dirigirle la palabra, le hizo una corta reverencia que a él le pareció muy sensual.
- ¿Vais a marchar teniendo bajo su techo a un invitado?.- señalo la bolsa que tenia atada entre sus manos.
Alba trago saliva, no le respondió, descendido varios escalones más, pero sintió como él también bajaba tras ella para ponerse a su altura. Cuando él la alcanzo y estaba a su lado, el miedo se apoderó de su cuerpo, tenia que sacar valor de lo mas hondo de su corazón. Paró bruscamente, miró a su izquierda donde él estaba bajando junto a ella con una sonrisa triunfal e intentando parecer calmada y serena le dijo.
- Bryson será tu anfitrión en estos días. Mi marido y yo tenemos que hacer unas cosas en tierra firme y no podemos demorarlo más.
Jofrey rozó su brazo, la miró de arriba a abajo y acercándose a su oído le susurró.
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Tú eres Alba
RomantizmDespués de casarse con su amor platónico todo cambia de la noche a la mañana y no le apetece que nadie mas ocupe su lugar. En un breve espacio tiempo conoce a dos hombres que le atraerán, pero ¿Alguno de ellos podrá hacerle olvidar a su primer amor...