Tú eres Alba

CAPÍTULO 35

Fueron los dos días más largos para Alistair y su gente. La fiebre de Alba no bajaba y aunque las constantes eran buenas, su estado preocupaba por lo que le pudiera estar afectando al feto aunque este dato fuera un secreto de unos cuantos.

El sol se estaba poniendo en el segundo día cuando Alba abrió los ojos y sentada a su lado estaba Maisie y Mary que no la habían dejado sola en ningún momento, cambiandole los paños de agua fresca cada vez que estaban calientes.

- Mi niña, ¿está despierta?.-se levantó Maisie al ver como intentaba abrir los ojos.

- A a aagua.- pidió Alba con un hilo de voz entrecortado.- A a aagua.- volvió a insistir.

Mary se acercó con un vaso de agua fresca y la ayudó a incorporarse. Cuando dio varios tragos y refrescó su garganta y recuperó su voz preguntó.

- Por favor, ¿decirme si está bien?.

Mary y Maisie se miraron y Kendrick que estaba tomando las constantes de nuevo al feto le sonrió.

- Señora, ambos están bien. Debe de estar tranquila y descansar.- Alba tocó su tripa.- Pero quiero que esta vez si me haga caso y no se levante para nada. Las heridas están en un sitio complicado de curar y necesitan mucho reposo.

- ¿Ha dicho que ambos están bien? .- arrugó Mary su frente y le pregunto.- Se refiere a la señora y el bebe.

- La verdad es que, dicho así, crea confusión. Alba.- se sentó en el borde la cama junto a ella y le cogió la muñeca para tomarle el pulso.- Es un parto múltiple. El reposo no es solo por lo que ha ocurrido, tiene que coger fuerzas. Lo entiendes.- le dijo Kendrick muy serio.- Las otras veces tenías ganas de salir de la cama y vivir, ahora tendrás que estar unas semanas en cama, y no es una petición, sino una orden. ¿Lo harás? .- Alba asintió.

- Sabía yo que la forma de tu tripa y los demás síntomas eran por eso.- dijo una ilusionada Maisie.- Unos pequeños Hamilton en el castillo, que alegría se llevara el señor cuando lo sepa.

- Por favor.- le cortó Alba.- No quiero que esto salga de aquí. Absolutamente nadie más debe de saberlo.- suspiró.- Yo buscaré el momento adecuado para decírselo. Por ahora, lo que menos me apetece es que Alistair este cerca de mi- lo dijo con tristeza.- Maisie, quiero que me preparen una habitación cerca de la tuya.

- Señora, no puede dormir con los criados.

- Para Alistair soy una criada, por lo tanto quiero dormir cerca de usted, sé que nadie más me cuidara como lo hace usted, como mi propia madre.- Maisie le beso la cabeza.

- Lo siento mi niña, pero creo que debe dormir en su cama, junto al señor. Además, no podemos moverla con las heridas curando.

- No es una petición, es una orden.- le dijo con dureza.

Todos miraron a su señora, por la forma con la que acababa de ordenar, sabían perfectamente que no cambiaría de opinión, quería estar en otra habitación, en la zona de los criados, lejos de su marido y si consiguiera su propósito, la ira del señor se escucharía hasta en Edimburgo. Ninguna de las dos estaba por la labor de ceder.

Sonaron unos golpes en la puerta que rompió ese momento de tensión, tras esta estaban Bryson y Alistair necesitaban saber cómo estaba ella.

Maisie abrió la puerta para darles paso, mientras ellos accedían, ella y Mary salieron de la habitación, había demasiada gente allí y debían de preparar algo de comida para la señora.

- Kendrick, ¿Cómo está? .- se acercó Alistair al médico.

- Bien, la violación fue dura y le hizo múltiples desgarros. Pero parece que va mejorando, ha cesado la fiebre, no podrá sentarse en una semana y necesita coger fuerzas. Ya le he ordenado.- miro a Alba.- Que en dos semanas la quiero en cama y se que esta vez me hará caso. ¿Verdad? .- Alba miró al médico y asintió.