El sol entraba por la ventana, ambos seguían en la cama ya que ninguno de los dos quería despertar, habían estado tanto sin tenerse piel con piel que lo que menos les apetecía era volver a separarse, aunque sabia que tenia que seguir con sus quehaceres, sus obligaciones al ser el Lird de la isla y ante todo, proteger a su gente.
- Te has dormido grandullón.- intentó despertarle susurrándole al oído.
- Sabes lo que me excita tu voz en susurros en mi oído.- se giró y se puso encima de ella.- Aunque pensándolo mejor. ¿Qué es lo que no me excita de ti?.- comenzó a descender lentamente.
- ¿Hoy no tenéis batida?.- le pregunto mientras él besaba su estomago bajando hacia su sexo.
- Si, pero empezaremos más tarde. Ahora tengo que desayunarte.
- Para, nos pueden oír.- intentó zafarse.
- Me da igual.- gruño.- ¡Estate quieta!!!.
En ese momento unos golpes empezaron a escucharse en la puerta de la estancia y como si hubiera escuchado sus pensamientos se dirigió a ella con voz ronca y sensual.
- Ya se cansarán de tocar, necesito tomarte ahora.- se metió bajo las sabanas.
- Alistair para.- intentó quitárselo de encima y paró al hacerse daño en el pie.
Los golpes se escucharon más fuertes.
- Primo sé que estás ahí, es más, voy a entrar y me da exactamente igual cómo estés tú, por lo tanto, si no quieres que se me quede con la imagen de tu preciosa mujer en paños menores, vestiros. Cuento tres.- y empezó a contar.- Tres.- gritó y abrió la puerta.
Alistair salió de debajo de las sabanas mientras Alba se tapaba como podía.
- ¡No dijiste que contabas hasta tres!!!.- sonó enfadado.
- Dije que cuento tres y es lo que hice, tres.- miró por encima del hombro de su primo observando a una Alba con pelos revueltos y rojas mejillas.- Que pena que seas tan rápida, me hubiera gustado verte desnuda.- se mordió el labio inferior y levanto una ceja.
Alistair sin ningún tipo de pudor, se levantó desnudo y le dio un puñetazo en el estómago.
- Creo que como ejercicio matinal puedes venir todos los días a que te de un puñetazo.- y ayudándole a ponerse recto, le dio una palmada en la espalda.
- Vístete por dios, no quiero verte en tu estado natural, ya te tengo muy visto.
- Bryson.- interrumpió Alba levantando la mano para llamar su atención.
- Creo que la has dejado insatisfecha ya que me reclama.- dijo con sorna y Alistair gruño.
- Puedes salir de nuestra habitación para que me vista.
Alistair divertido al escuchar a su amada, le dio varios golpes en la espalda a su primo, lo acompañó a la puerta y le dijo.
- Tienes razón, está insatisfecha y te echa. Quiero terminar lo que tenía entre las manos.- rio al cerrar la puerta.
- Sabes que aunque me muera de ganas por terminar lo que empezamos tienes que marcharte, verdad.- Alistair asintió.
- Solo me duele dejarte sola. Hoy llegaremos más tarde.
- No pasa nada. Te esperaré.- él sonrió.
Alistair cogió su ropa, se vistió con urgencia, se acercó a la cama y se puso sobre ella.
- Esta noche terminaré lo que no pude empezar.- Alba se sonrojó.- Aún no me he marchado y ya te echo de menos.
- Yo también. Ten cuidado.- se besaron con devoción.
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Tú eres Alba
RomantizmDespués de casarse con su amor platónico todo cambia de la noche a la mañana y no le apetece que nadie mas ocupe su lugar. En un breve espacio tiempo conoce a dos hombres que le atraerán, pero ¿Alguno de ellos podrá hacerle olvidar a su primer amor...