SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 5

Rose

A medida que pasaba el tiempo esperaba cada vez más mis lecciones de defensa personal con Dimitri. Al principio, lo hacía porque sentí que era necesario protegerme, pero ahora realmente lo disfrutaba. Y, honestamente, estaba deseando volver a ver a Dimitri.

Fingir que todo estaba bien cuando estaba con mis amigos me estaba pasando factura. Cada vez me era más difícil mantener en secreto lo que sucedió en esa fiesta, y Lissa actuando como una pequeña mocosa tampoco ayudaba. Pasábamos cada vez menos tiempo juntas. Ella pasaba mucho tiempo con Christian y cuando salía con ellos me sentía como una extraña.

Durante las últimas semanas, había llegado a conocer mejor a Viktoria, así que ahora pasaba más tiempo con ella y Eddie. Lissa no entendía por qué prefería pasar el rato con ellos que sentarme con ella y Christian. Ya le había explicado varias veces el por qué, pero era como si ella no me escuchara.

Adrián estaba confundido por todo esto; acostumbrado a vernos a Lissa y a mí juntas todo el tiempo. Como era amigo de las dos, no tomó partido. Esperaba que él estuviera de mi lado porque nos conocíamos desde hacía más tiempo y solíamos tener citas, aunque fueron por unas pocas semanas. De todos modos, no me importaba mucho.

Entonces, sí, pasar tiempo con Dimitri fue mucho más fácil que pasar tiempo con mis amigos. Dimitri sabía lo que había sucedido, diablos, estuvo allí esa noche y me salvó el trasero; y podía ser yo misma con él. No tuve que ocultarle ningún secreto, bueno, excepto uno.

Aún no le había dicho por qué no podía ir a la policía, pero por ahora lo estaba dejando pasar. Sin embargo, me preguntó por qué no quise ir al hospital en un principio, así que le expliqué que mis padres trabajaban ahí y que no quería correr el riesgo en caso de que alguno de sus colegas me reconociera. Afortunadamente para mí, nadie lo había hecho.

Además de que Dimitri era un buen instructor, también era un tipo realmente agradable. Ya lo había comprobado muchas veces y la primera vez fue cuando me encontró drogada en esa horrible fiesta. Cuando me salvó; pudo haberme dejado en mi casa y marcharse, pero en cambio me llevó al hospital y se quedó conmigo hasta que supo que estaba bien. Cuando me acerqué a él y le pedí lecciones privadas de defensa personal, no tenía que hacerlo, pero lo hizo de todos modos.

Y todos los días al entrar me preguntaba cómo estaba, me decía que siempre podía hablar con él y que siempre estaría ahí para mí, día y noche. Apenas me conocía en ese momento y estaba dispuesto a hacer mucho por mí.

Dimitri ya no era el extraño que me había salvado la vida, ni mi instructor. Él era mi amigo, un amigo en el que siempre podía confiar y estaba más agradecida de lo que jamás podría expresar. Un día, esperaba pagarle todo lo que había hecho por mí.

Cuando abrí la puerta del gimnasio lo vi sentado en la barra, tomando café. Había un chico rubio sentado a su lado y estaban hablando. El chico me parecía familiar, pero no tenía idea de dónde lo había visto antes. Me acerqué a ellos, pero absortos en su charla no notaron mi presencia. Me acerqué sigilosamente a Dimitri y le di un ligero empujón cuando estaba a punto de tomar otro sorbo de su café. Sorprendido se dio la vuelta para mirarme.

– ¡Hola! – Dije con una sonrisa.

– Rose, casi me haces derramar el café – Me reprendió, aunque sonreía de mala gana.

Le sonreí dulcemente – Aww, lo siento, camarada.

– Estoy seguro de que sí – Murmuró dándome un codazo con el hombro. Le devolví el codazo y volvió a sonreír. El rubio nos miró con curiosidad y luego se aclaró la garganta – Oh, Iván, ella es Rose – Dijo Dimitri, presentándonos el uno al otro – Rose, él es Iván.