SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 50

Rose

Me desperté con un sobresalto cuando de repente escuché un fuerte ruido que sonó como un choque. Parpadeé un par de veces, desorientada. Estaba en el sofá de mi sala de estar y estaba oscuro ¿Apagué todas las luces antes de tomar mi siesta? No podía recordarlo.

¿Y qué diablos había sido ese sonido? Me levanté torpemente y encendí las luces. Miré a mi alrededor, pero nada parecía estar fuera de lugar ¿Me lo había imaginado?

De repente, las luces se apagaron y me vi envuelta en la oscuridad de nuevo. Genial. La luz debe haberse ido.

Me acerqué a la ventana y vi hacia la calle. Las farolas estaban encendidas. Supuse que eso significaba que yo era la única que tenía problemas aquí. Uff, ¿cómo iba a arreglar esto? Probablemente debería esperar a Dimitri. O podría enviarle un mensaje y...

– Mierda – Murmuré para mí misma. Frenéticamente comencé a buscar mi teléfono ¿Cuánto tiempo había estado dormida? Ya deben haber pasado horas. Mi papá probablemente ya estaba enloqueciendo. Tal vez ya se había subido a un avión para llegar a casa. Pero no pude encontrar mi teléfono. Debo haberlo dejado en alguna parte. Tal vez estaba en algún lugar del sofá. O en el suelo. Me arrodillé y palpé alrededor con mis manos. Por supuesto, las luces tenían que apagarse cuando no podía encontrar mi teléfono – Mierda. Mierda. Mierda – Maldije por lo bajo. Ni siquiera sabía qué hora era. Con suerte, Dimitri estaría aquí pronto para poder ayudarme a restaurar la energía en la casa. Mientras buscaba por el suelo, me golpeé la cabeza contra la mesa de café. Maldije en voz alta esta vez, frotando mi sien – ¡Tienes que estar jodidamente bromeando! – De repente, escuché un movimiento detrás de mí y luego alguien se rió entre dientes. Suspiré aliviada – ¿Dimitri? Gracias a Dios. No hay electricidad y no puedo encontrar mi...

– ¿Teléfono? – Terminó por mí. Pero no era la voz de Dimitri. Era... mi corazón latía con fuerza en mi pecho y tuve que tomarme varios minutos para calmarme. Lentamente, me puse de pie y me di la vuelta – Hola, Rose – Dijo Nathan, sonriendo maliciosamente. Sostenía una linterna en una de sus manos y la encendió para que pudiera ver su rostro correctamente – Es bueno verte de nuevo – Lo miré fijamente, en completo shock ¿Qué demonios? Un millón de preguntas pasaron por mi mente como: cómo entró, cuánto tiempo ha estado aquí, está aquí solo, qué voy a hacer ahora... tenía tantas preguntas, pero esas no eran importantes en este momento. Bueno, eran importantes, pero no tan importantes como el hecho de que necesitaba largarme de aquí. Pasaron varios minutos, ambos en silencio mientras nos mirábamos el uno al otro. Nathan seguía sonriendo. Tenía algo más en la otra mano. No podía ver qué, pero ya podía adivinarlo. Cuando se dio cuenta de que lo miraba, abrió la palma de su mano – ¿Estabas buscando esto? – Dijo.

Mi teléfono. Él estaba sosteniendo mi teléfono.

Fruncí el ceño – Cómo hiciste...

– Oh, eso fue fácil – Dijo casualmente, deslizando mi teléfono en su bolsillo trasero. Cuando volvió a mirar hacia arriba, me sonrió – Sí, me lo pusiste muy fácil, Rose.

Apreté mis manos en puños y lo miré – ¿Cómo entraste?

– Por la puerta principal – Dijo encogiéndose de hombros.

– No juegues, Nathan.

– Es verdad, entré por la puerta principal, Rose.

Fruncí el ceño – Eso es imposible. Cerré la...

– Dejaste la puerta abierta cuando sacaste la basura – Dijo con una sonrisa de suficiencia en su cara.

Traté de no mostrar ninguna emoción mientras me decía esto, pero por dentro me estaba gritando a mí misma. Recordé haber pensado que había escuchado pasos antes cuando estaba sacando la basura. Le eché la culpa a mi paranoia, pensando que solo era yo siendo estúpida otra vez, pero alguien realmente había estado allí. Nathan. Y debido a que dejé la puerta principal abierta, pudo entrar fácilmente sin que me diera cuenta. Increíble ¿Cómo he podido ser tan estúpida?