SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 42

Rose

Estaba escuchando música, tratando de distraerme de las cosas, cuando mi papá entró a la habitación. Parecía irritado, probablemente había llamado a mi puerta un par de veces, esperando mi respuesta.

– Hola papá, ¿qué pasa? – Pregunté con cautela, quitándome los auriculares.

– Nada – Dijo forzando una sonrisa en su rostro – Aquí solo, comprobándote. Para ver cómo te va.

– Estoy bien – Murmuré. Observó alrededor de mi habitación, arrastrando los pies. Pude ver que estaba incómodo – ¿Hay algo que quieras decir? – Pregunté.

– Umm... sí – Dijo, aclarándose la garganta. Volvió a mirar alrededor de la habitación, nervioso. Luego suspiró y se sentó al borde de mi cama, frente a mí – Lo siento, Rose – Lo miré sorprendida. No esperaba esto – No debería haberme enojado tanto contigo – Explicó – Entiendo por qué lo mantuviste en secreto, entiendo que estabas asustada y avergonzada, pero Rose, no hay necesidad de sentirte así. No hiciste nada malo.

Vi mis manos, descansando en mi regazo – Pero lo hice – Dije en voz baja – Te mentí.

Papá se acercó a mí y tomó mis manos entre las suyas – Solo porque estabas asustada. Y lo entiendo ahora. Aunque me duele que confíes en Dimitri más que en mí, lo entiendo. Entiendo por qué mentiste.

– Lo siento – Murmuré, las lágrimas corrían por mis mejillas – No quería herir tus sentimientos.

Puso sus brazos alrededor de mí. Cerré los ojos y lo abracé fuerte – No llores, Rose. Todo estará bien. No te preocupes, estamos aquí para ti y te ayudaremos a superarlo todo. Ya no tienes que tener miedo. Él nunca volverá a herirte. Te lo prometo, pequeña – Lloré en su pecho mientas me consolaba. Diciéndome una y otra vez que todo iba a estar bien. Me sentí aliviada de que mis padres finalmente lo supieran, ya no tenía que esconderme – ¿Te sientes mejor? – Papá preguntó en voz baja cuando dejé de llorar.

Asentí. Me entregó un pañuelo – Gracias – Murmuré – Y no es que no confíe en ti ni nada. Tenía miedo de decir la verdad, miedo de que te decepcionaras de mí. Dimitri ya lo sabía porque él fue quien me encontró, así que era más fácil hablar de eso con él.

Asintió en comprensión. Me dio una sonrisa triste y dijo suavemente – No estoy decepcionado de ti, Rose. En realidad, nunca lo estuve.

– Lo sé – Murmuré limpiándome los ojos – Sé que no lo dijiste en serio.

Me abrazó más cerca y besó la parte superior de mi cabeza – Vamos a estar bien, Rose. Todo esto terminará pronto.

Realmente eso espero.

– ¿Está bien si viene Dimitri? – Pregunté en voz baja. Sabía que papá no lo perdonaría tan fácilmente como me había perdonado a mí, pero realmente quería verlo. Necesitaba verlo.

Dudó, pero luego dijo – Por supuesto – Suspiró y luego me miró – Si alguna vez quieres hablar de... ya sabes, estoy aquí para ti, niña. Pero si te sientes más cómoda hablando de eso con tu mamá, está bien. Solo dilo.

Asentí – Gracias papá.

Me apretó la rodilla y empezó a levantarse – Está bien. Debería volver al trabajo. Tu mamá está tratando de preparar el almuerzo. Debería ver cómo está antes de que incendie la cocina – Bromeó.

– Ella ha tenido algo de práctica ahora – Le dije, recordando la cena con Dimitri. Parecía hace tanto tiempo – Pero, sí, tal vez deberías ver cómo está. Nunca se sabe...