SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 52

Dimitri

Cuando nos acercamos a la casa de Rose, pude ver que la puerta principal estaba entreabierta. Yo no la había dejado abierta. Alguien debía estar adentro. Rose. Entonces, de repente, escuché lo que sonó como un disparo proveniente de la casa.

Mi corazón casi se detuvo.

– Roza – Jadeé.

– Mierda – Murmuró Alto, deteniendo el auto abruptamente.

Empujé la puerta y corrí hacia la casa, seguido por Karp.

– Pide refuerzos – Le gritó a Alto – ¡Dimitri, espera!

– ¡Roza! – Exclamé ignorando a Karp, entrando abruptamente. Me detuve en seco cuando vi la escena frente a mí – Oh Dios, Roza... – Allí estaba, acurrucada en el suelo, con el rostro hundido entre las rodillas. Y no estaba sola. Jesse y Nathan estaban aquí. Pero ninguno de los dos se movía. Sin embargo, podía escuchar los gritos de Nathan – Roza – Dije, cayendo de rodillas junto a ella. Aparté el pelo de su cara. Lentamente, me miró con los ojos muy abiertos por el miedo y la conmoción. Su cara estaba sucia de sangre – Roza, ¿estás bien? – Pregunté frenéticamente – Por favor di algo ¿Estás...

– Estoy bien – Susurró. Y luego estalló en lágrimas.

Envolví mis brazos alrededor de ella y la abracé con fuerza – Lo siento mucho, Roza. Lo siento mucho, lo siento tanto – Susurré en su cabello. Escuché a Karp hablando por su radio mientras evaluaba la escena, pero no pude entender lo que estaba diciendo. Volví a mirar a Jesse, que parecía estar inconsciente, y luego a Nathan, que gemía y maldecía al mismo tiempo. Y entonces... mis ojos se posaron en un arma – ¿Le disparaste? – Pregunté mirándola, sorprendido.

Asintió. Respiró hondo y se secó las lágrimas de las mejillas. Luego me dio una sonrisa acuosa – Por un momento pensé que nunca te volvería a ver. Estoy tan contenta de que estés aquí.

Besé su frente – Lo siento mucho, Roza – Susurré de nuevo – Realmente lo siento. Lamento haberme ido. Lo juro, nunca voy a dejarte de nuevo. Lo prometo. Vas a estar bien ahora...

En ese momento, Alto exclamó – ¡Mierda! ¿Alguien le disparó a Nathan en las bolas?

No lo había oído entrar.

– Yo lo hice – Dijo Rose en voz baja. Ella me miró nerviosa – Fue... fue en defensa propia.

Karp y Alto la miraron sin comprender. Nathan volvió a gritar de dolor y Alto lo miró, haciendo una mueca y murmurando – Auch. Eso tiene que doler.

Karp sonrió a sabiendas – Tienes buena puntería, Rose – Luego revisó a Jesse de nuevo – Todavía está inconsciente. Maldita sea, ¿dónde está esa ambulancia?

Levanté a Rose del suelo y la llevé afuera, lejos de los agonizantes gemidos de dolor de Nathan. Ella envolvió sus brazos alrededor de mi cuello.

– ¿Nathan te lastimó? – Pregunté suavemente – ¿Te tocó?

– Solo un poco – Dijo en voz baja – Pero no... no me tocó. Gracias a Jesse.

– Oh Dios, Roza – Suspiré sintiéndome culpable – Lo siento mucho. Vine aquí antes, después de recibir ese mensaje extraño, pero pensé que no había nadie. Todo estaba oscuro y debería haber mirado alrededor. Lo siento mucho.

– Está bien. Nathan cortó la energía y tomó mi teléfono celular. Él envió el mensaje – Respondió.

La bajé cuando estábamos afuera en el porche. Estaba temblando, así que la envolví con mi plumero.