CAPÍTULO 10

179 27 4
                                    

Rose


Lo primero que hice cuando llegué a la escuela el lunes fue tratar de encontrar a Lissa. La había estado llamando todo el fin de semana, pero ella había ignorado mis llamadas. Honestamente, no puedo culparla. Tenía todo el derecho a estar enojada conmigo después de la forma en que me fui de nuestra fiesta de pijamas.

La encontré en su casillero. Estaba hablando con Adrián. Tan pronto como me vio, su rostro se nubló de ira y cerró su casillero de golpe, alejándose de mí. Adrián miró hacia arriba y su sonrisa vaciló. Creo que se dio cuenta de que esta no iba a ser una conversación agradable.

– Hola Liss – Dije con cuidado mientras me acercaba a ella – ¿Podemos hablar por favor?

Ella resopló – No veo por qué tenemos que hablar.

Adrián se aclaró la garganta, claramente incómodo – Yo debería irme – Pasó junto a mí y me susurró al oído – Buena suerte, Rose.

Le ofrecí una sonrisa y luego miré a Lissa. Ella todavía no me miraba y claramente quería estar en otro lugar.

– Te llamé un par de veces el fin de semana – Comencé vacilante.

– Lo sé – Espetó – Pero no tenía ganas de hablar.

Suspiré y miré hacia abajo, avergonzada – Lo siento mucho, Lissa. No quería irme así, pero...

– ¡Pero lo hiciste de todos modos! – Me interrumpió, mirándome enojada y herida – ¿Por qué? ¡Se suponía que íbamos a tener una fiesta de pijamas y después decides irte en medio de la noche! Si me hubieras dicho el por qué, podría haberlo entendido, pero ahora... – Negó con la cabeza – ¡Fue como si no quisieras estar ahí! Me abandonaste.

– Lo juro, eso no es cierto – Le dije mirándola suplicante – Yo solo... yo...

Parecía molesta – Por favor, no pongas excusas.

– Me sentía incómoda con Nathan allí – Le expliqué. No era mentira, pero tampoco la verdad – Él... él me hace sentir incómoda y yo... pensé que sería mejor si me iba.

Lissa frunció el ceño – Eso es una mierda, Rose ¿Por qué Nathan te haría sentir incómoda? No hizo nada.

– Me estaba molestando – Dije – Le pedí que me dejara en paz, pero no lo hizo.

– André dijo que solo estaba coqueteando contigo o lo que sea – Dijo Lissa – Le gustas al tipo y tú te escapaste. E incluso si realmente te estaba molestando, podrías haber vuelto a mi habitación y quedarte allí. De ninguna manera André lo habría dejado ir a mi habitación.

– Supongo que no, pero aun así...

Lissa dejó escapar un suspiro exasperado – Mira, no estoy de humor para esto. Traté de restaurar nuestra amistad, o lo que queda de ella, pero está claro que no quieres esto tanto como yo. De lo contrario, no inventarías estas tonterías.

La miré sorprendida – Pero Lissa...

– Llego tarde a clase – Me interrumpió antes de darse la vuelta y salir apresuradamente.

Me quedé congelada por un momento, sin saber qué hacer. Antes de que pudiera hacer algo, como detenerla, alguien me tocó el hombro.

– ¿Estás bien? – Viktoria preguntó, luciendo preocupada.

– Umm... sí – Murmuré mirando por encima del hombro a Lissa. Acababa de desaparecer por la esquina – Entonces, ¿cómo estás? – Pregunté cambiando de tema.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora