SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 6

Rose

Después de mi clase de defensa personal con Dimitri, fui directamente a mi casa para prepararme para la cena con los Belikov. No le pregunté a Dimitri si iría. Quise hacerlo, pero no quería parecer una chica pegajosa enamorada de su guapo instructor. Especialmente porque parecía que no le gustaban las chicas pegajosas, como Tasha.

¿Enamorada? ¿Quién dijo algo sobre estar enamorada? Pensé, riéndome de mí misma. Él me atrae, eso es todo. Y cualquiera que haya visto esa cara y ese cuerpo, estaría de acuerdo en que es difícil no sentirse atraída por él. Quiero decir, el tipo está jodidamente caliente.

Después de prepararme salí de casa y caminé hasta la casa de Viktoria. Fue una caminata corta. En diez minutos, estaba allí, tocando el timbre de la puerta principal a las siete de la tarde en punto.

Viktoria abrió la puerta, una sonrisa se extendió por su rostro cuando me vio – ¡Rose, entra! – Dijo, tirándome hacia adentro – Me alegro de que pudieras venir.

– También yo – Dije devolviéndole la sonrisa.

Todavía tomándome del brazo me arrastró por el pasillo y subió las escaleras – Vayamos a mi habitación para que podamos hablar.

– Umm... ¿no debería decirle algo a tu madre? – Pregunté mirando por encima del hombro.

– No, no – Dijo haciendo a un lado mis preocupaciones – Puedes conocer a la familia más tarde. Mamá está ocupada en la cocina de todos modos. Es mejor no molestarla cuando está cocinando – Agregó en broma.

La seguí hasta su habitación. Me hizo un gesto para que me sentara en su cama y luego se sentó a mi lado. Miré alrededor de su habitación. Las paredes estaban pintadas de un color rosa brillante y cubiertas con carteles de varias celebridades. Me gustó.

– Tienes una linda habitación – La felicité.

– ¡Gracias! – Dijo, sonriendo alegremente – Esta era en realidad la habitación de Dimka antes de que se mudara. No estaba muy feliz cuando descubrió que pinté las paredes de rosa.

Me reí – Me lo imagino no contento con eso, sí.

– Bueno, no me importa. Ahora es mi habitación – Dijo con una sonrisa.

– Cierto.

Charlamos un rato sobre cosas triviales hasta que alguien nos llamó y nos dijo que la cena estaba lista. Supuse que era la madre de Viktoria. Bajamos las escaleras y entramos a la cocina. Una mujer mayor, que parecía tener unos cuarenta años, se apartó de la estufa y nos miró sonriendo.

– Ah, debes ser Rose – Dijo caminando hacia mí y abrazándome. Sobresaltada le devolví el abrazo – Es un placer conocerte finalmente.

– Igualmente, Sra. Belikova – Le dije cortésmente – Gracias por invitarme.

– Llámame Olena – Dijo, sonriendo cálidamente. Noté que su acento era más fuerte que el de Viktoria y el de Dimitri – Y no hay ningún problema.

– ¿Dónde están Sonya y Karolina? ¿No vienen? – Preguntó Vika.

– No. Vendrán la próxima vez – Respondió Olena – Pero Iván estará aquí.

Vi que los ojos de Viktoria se iluminaron – ¿De verdad? – Dijo emocionada. Luego se aclaró la garganta y dijo casualmente – Oh. Genial.

Sonreí. Me pareció que estaba un poco enamorada de Iván. Bueno, ¿por qué no? Tenía que admitir que era guapo con su cabello rubio y ojos azules, pero no se parecía en nada a Dimitri.