Viktoria
– Iván, ¿puedes alejarte un minuto? – Gemí frustrada – No puedo concentrarme si sigues rondando sobre mí de esta manera.
Estaba haciendo otra ecuación, pero no podía concentrarme porque Iván estaba tan cerca que podía sentir su aliento en mi mejilla. Normalmente, no me importaría que se sentara tan cerca, diablos, lo recibiría con los brazos abiertos, pero con él tan cerca en este momento, leyendo por encima de mi hombro, no podía concentrarme en mis ecuaciones. Esta era la cuarta vez que venía a ayudarme con mis matemáticas y yo estaba mejorando cada vez más. Tuve que admitir que Iván no era un mal profesor.
– Lo siento – Dijo, aunque estaba sonriendo mientras se recostaba en la silla – Solo quería ver si no estás cometiendo algún error. Pero está bien, esperaré hasta que termines – Se levantó y cruzó mi habitación – ¿Estoy sentado lo suficientemente lejos de ti ahora? – Dijo con una voz burlona desde algún lugar detrás de mí.
Miré por encima del hombro y lo vi acostado en mi cama, lanzando mi peluche al aire y atrapándolo. Me miró con una sonrisa en su hermoso rostro. Me sonrojé de un rojo brillante al verlo, acostado en mi cama.
Rápidamente aparté la mirada antes de que se diera cuenta de mi sonrojo y dije – Si vas a descansar en mi cama, quítate los zapatos. No quiero que se ensucie.
Iván se rió entre dientes – Sí, señora ¿Cómo va esa ecuación?
– Bien – Murmuré – Si te callaras.
Esta vez rió a carcajadas – Está bien. Me callaré. Solo avísame cuando hayas terminado.
Trabajé en silencio durante diez minutos más y luego me di la vuelta en mi silla – Terminé.
– Está bien, enséñame – Dijo sentándose en mi cama – Dudé, pero luego me levanté y me acerqué a él. Con cautela, me senté a su lado en mi cama y le entregué el papel. Nuestras manos se rozaron cuando lo recibió. Reprimí un grito ahogado cuando sus ojos se posaron en los míos. Era como si estuviera perforando mi alma; estaba haciendo que mi corazón se acelerara. Por fin, apartó su mano de la mía y desvió la mirada, observando el papel. Lo estudió durante unos minutos y luego una sonrisa apareció en su rostro – ¡Buen trabajo! ¡Lo hiciste bien! – Dijo mirándome con orgullo en sus ojos.
Solté el aliento que no me di cuenta que estaba conteniendo – ¿De verdad?
– ¡Sí! – Exclamó.
Sonreí feliz, y sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, me incliné y lo abracé – ¡Gracias por ayudarme, Iván!
Lo sentí ponerse rígido y me mordí el labio, temiendo haber traspasado los límites, pero luego se relajó y envolvió sus brazos alrededor de mí.
– De nada, Vika – Dijo en voz baja. Dejó escapar un suspiro y agregó – Supongo que ya no me necesitarás.
Me aparté para mirarlo y me sorprendió ver una expresión triste en su rostro. Pero la cubrió rápidamente con una sonrisa falsa ¿Por qué? Pensé confundida ¿Por qué está triste de que ya no necesitaré de su ayuda?
– Bueno, si alguna vez necesito tu ayuda otra vez – Dije con torpeza – Te lo haré saber.
Su sonrisa se volvió más genuina – Por favor, hazlo.
Estuvo en silencio por un momento y comencé a sentirme triste. Si ya no necesitaba su ayuda, ya no lo vería tan a menudo. Yo no quería eso.
– Oye – Dije de repente, recordando algo – ¿No me dijiste que me llevarías al cine? ¿Cuándo diablos va a pasar eso? Todavía estoy aburrida aquí.
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SAFE HAVEN (Traducción)
FanfictionSinopsis: Cuando Rose Hathaway es asaltada en una fiesta, un extraño la salva. Después de esa noche ya no se siente segura y decide tomar clases de defensa personal. ¿Qué sucede cuando descubre que su instructor no es otro que Dimitri Belikov, el ex...