CAPÍTULO 9

236 22 2
                                    

Rose


Cuando me desperté a la mañana siguiente, Dimitri todavía estaba dormido a mi lado. Sus brazos estaban envueltos a mi alrededor, una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Se veía tan tranquilo y a gusto. Tenía un mechón de cabello en la mejilla y, con cuidado, lo coloqué detrás de su oreja.

Era extraño que, desde mi terrible experiencia con Nathan, me sobrecogiera ante el toque de todos los hombres, incluso si era un gesto inofensivo como poner una mano en mi hombro. Pero con Dimitri era diferente. No me estremecía cada vez que me tocaba. Para nada. Sus brazos estaban envueltos a mi alrededor en este momento y sentí que estaba en el lugar más seguro del mundo. Sentí que ningún daño podía pasarme mientras estuviera aquí con Dimitri.

Suspirando miré hacia otro lado mientras pensaba en la noche anterior. Estaba avergonzada por lo que había sucedido. No sabía cómo iba a enfrentarme a Lissa el lunes y explicarle por qué me había escapado. No debería haber corrido, pero sabía que tampoco podría haberme quedado, no con Nathan allí. Aun así, sentí que debería haber hecho algo. Algo para demostrarle a Nathan que no podía asustarme, pero todo lo que le mostré fue el miedo que realmente le tenía.

Y luego lo que pasó aquí con Dimitri anoche. La pesadilla, los gritos y el llanto. Fue tan embarazoso. No quería saber qué estaba pensando de mí en este momento. Probablemente pensó que era una chica débil y dependiente que no podía cuidar de sí misma. No quería que pensara que era débil. No quería ser débil.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí que Dimitri se movía a mi lado. Abrió los ojos lentamente y cuando me vio acostada a su lado se dio cuenta de que su brazo estaba sobre mi cintura, sus ojos se abrieron un poco. Rápidamente apartó el brazo y se sentó, alejándose de mí.

– Buenos días – Murmuré, ofreciéndole una sonrisa.

Dimitri se aclaró la garganta – Buenos días.

Yo también me incorporé y lo miré. Jadeé cuando vi un moretón en su mejilla ¿Cómo pude no haberlo notado antes?

– Oh, Dios mío – Dije dándome cuenta de que yo fui quien le había hecho el moretón cuando él había estado tratando de despertarme anoche – Dimitri, ¡lo siento mucho! No quise golpearte.

Dimitri se tocó la mejilla con cuidado y se estremeció un poco – Está bien, Rose – Murmuró mirándome – Fue un accidente.

– Pero...

– Rose – Me interrumpió – Está bien. De verdad.

– Lo siento mucho – Murmuré mirando hacia mi regazo – Y no solo por golpearte. Por todo. No debería haberte llamado y arrastrarte a este lío – Otra vez – Yo...

– Detente. Detente ahí mismo – Me interrumpió de nuevo – Rose, te lo dije antes. Puedes llamarme cada hora del día. No importa cuál sea la razón. Estaré ahí cuando me necesites.

– Pero no quiero ser una carga – Dije con tristeza – Tienes tu propia vida.

– Rose, no eres un problema – Respondió con firmeza – Me preocupo por ti y quiero que estés a salvo. Me alegro de que me llamaras anoche. El permanecer en la misma casa donde Nathan es... no era una buena idea. Incluso si hay otras personas alrededor. Hiciste lo correcto al irte.

Asentí – Okey.

Sus rasgos se suavizaron cuando habló a continuación – Me preocupo por ti, Roza. No quiero que te pase nada malo, así que tienes que prometerme que me llamarás de inmediato si vuelves a ver a Nathan, o si hay algo más – Lo miré – Prométemelo, Roza.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora