CAPÍTULO 16

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Dimitri


A la mañana siguiente fui a visitar a mi madre. Era domingo por lo que el gimnasio estaría cerrado. Me sentía aliviado; finalmente algo de paz y tranquilidad en mi vida. Hoy más tarde, Rose vendría y me di cuenta de que estaríamos solos en el gimnasio. Nunca había sido un problema, pero las cosas habían cambiado después de ayer.

– Buenos días, mamá – Saludé mientras caminaba hacia la cocina.

Ella me miró y sonrió – Buenos días, Dimka ¿Cómo estás?

– Estoy bien. Yo, umm... hablé con Rose – Dije, aclarándome la garganta.

– ¿Oh? – Dijo mirándome con curiosidad.

– Sí. Te debo un agradecimiento – Le dije – Uno grande.

Sonrió de nuevo – ¿Entonces supongo que le dijiste la verdad?

Asentí – Lo hice.

– ¿Y? – Presionó.

Me encogí de hombros, sintiéndome un poco incómodo hablando de esto – Y... bueno, supongo que ahora estamos juntos.

Me dio un abrazo – Me alegra escuchar eso. Te lo mereces, Dimka – Cambiando de tema, dijo – ¿Ya desayunaste? – Negué con la cabeza – Puedo prepararte algo si quieres – Empecé a protestar, pero luego ella ordenó – Siéntate. Te haré una tortilla. Así podrás contarme más sobre tu charla con Rose.

Sonreí agradecido – Gracias, mamá.

Acababa de terminar mi tortilla cuando escuché la puerta principal abrirse y cerrase, y unas voces llenaron el pasillo. Luego, Viktoria entró a la cocina con Iván. Los miré sorprendido. Iván parecía igualmente sorprendido y Vika se veía incómoda, jugueteando con los botones de su pijama.

– Hey Dimka – Dijo Iván al fin, forzando una sonrisa en su rostro – ¿Qué tal?

– Oye – Dije lentamente. Luego fruncí el ceño – ¿Qué estás haciendo aquí?

– Iván está aquí para ayudarme con mis matemáticas de nuevo – Respondió Viktoria rápidamente. Parecía nerviosa por alguna razón.

Arqueé una ceja – ¿Vestida así? Parece que te acabas de levantar de la cama.

Ella se mordió el labio – Sí, me quedé dormida.

– Está bien – Dijo Iván, aclarándose la garganta sin mirarla – Esperaré aquí mientras te cambias.

Ella asintió y se apresuró a salir de la cocina.

– ¿Has comido ya Iván? – Preguntó mamá, indicándole que se sentara – ¿Tú también quieres una tortilla?

– No gracias, Olena. Ya comí – Respondió. Lo miré y él apartó la mirada nerviosamente – No sabía que estarías aquí – Dijo.

– Yo tampoco sabía que estarías aquí – Le dije, estudiándolo ¿Por qué estaba actuando tan extraño? – Nunca me dijiste que le estás dando clases particulares a Vika.

– Debo haberlo olvidado – Dijo encogiéndose de hombros.

– Bueno, es amable de tu parte – Dije después de una pausa.

Se encogió de hombros de nuevo – No hay problema, de verdad.

En ese momento Viktoria entró de nuevo, completamente vestida – Estoy lista.

Iván se levantó de su asiento y la siguió.

– ¡Vika, aún no has desayunado! – Mamá la llamó.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora