SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 54

Rose

– ¿Estás lista para mañana?

Sorprendida, me di la vuelta y vi a Christian apoyado contra la puerta.

Sonreí feliz de verlo – Por supuesto.

Entró a la cocina – Buena fiesta la que estás teniendo aquí – Dijo mientras miraba por encima del hombro a nuestros invitados en el jardín – Gracias por la invitación.

Me encogí de hombros – Fue idea de mis padres – Mañana me iría a San Diego con Dimitri, Vika e Iván. Mis padres habían decidido hacer una fiesta, como si nunca fuéramos a volver. Estaban un poco preocupados, pero sabían que estaría a salvo con Dimitri a mi lado. Todos mis amigos estaban en la fiesta y la familia de Dimitri también estaba presente. Mis padres ya habían conocido a Olena una vez, pero aún no habían conocido a sus hermanas. Todos parecían llevarse bastante bien, lo cual me alegró – Entonces, ¿dónde está Lissa? – Pregunté. Le dije a Christian que podía venir.

– Afuera, hablando con tus padres – Respondió.

– ¿Cómo fueron tus vacaciones? – Pregunté. Christian y Lissa se habían ido a Francia por tres semanas. Recién habían regresado ayer.

– Fue genial, gracias – Dijo con una sonrisa.

Le ofrecí algo de beber, luego volví a llevar mi vaso con limonada y seguí a Christian de vuelta al exterior. Lissa caminó hacia nosotros, con una sonrisa vacilante en su rostro.

– Hola, Rose – Dijo – Gracias por invitarnos.

– No hay problema – Le dije, devolviéndole la sonrisa – Escuché que la pasaste bien en Francia.

Ella asintió – Sí, lástima que ya teníamos que volver a casa. Hay mucho que hacer allí y el clima era muy agradable... de todos modos, espero que te diviertas en San Diego.

– Gracias, Lissa.

– Tengo hambre – Anunció Christian mientras miraba a papá detrás de la barbacoa. Él estaba a cargo de la comida – Vamos por algo para comer, Liss – Agregó, tirando de su mano.

– Está bien, los alcanzaré más tarde – Dije, caminando en la dirección opuesta a donde estaban Mia, André, Eddie y Adrián. Estaban tan absortos en su conversación que no me notaron al principio. Mia estaba apoyando su cabeza en el hombro de André, sosteniendo su mano, con una mirada de admiración en su rostro mientras lo veía conversar con los otros chicos. En los últimos meses, se habían acercado mucho más. Yo había tenido a Dimitri como apoyo, pero Mia no tenía a nadie a quien acudir. André intervino y la cuidó durante el juicio, asegurándose de que estuviera bien. Eventualmente, se habían enamorado. Pensé que era dulce y estaba muy feliz por ellos. No había podido amar a André de la forma en que él quería, pero estaba segura de que Mia podía darle lo que yo no, y mucho más. Y después del infierno por el que había pasado Mia, me alegraba de que hubiera encontrado a alguien que la quisiera de la forma correcta. Ella se lo merecía. Mia me miró y sonrió – Ustedes se ven muy lindos juntos – Le susurré al oído.

Su sonrisa se volvió tímida – Gracias, Rose.

Finalmente los chicos me notaron.

– ¡Rose, no me dijiste que las hermanas de tu novio fueran tan atractivas! – Adrián dijo, casi indignado – Sé que Viktoria ya está ocupada, pero ¿qué hay de las otras hermanas?

– Sus otras hermanas están casadas, así que no te atrevas a coquetear con ellas – Le advertí – Dimitri te matará si lo haces y yo no lo detendré.