CAPÍTULO 26

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Rose


Mis padres me estaban esperando cuando por fin llegué a casa. Me miraron expectantes cuando entré a la cocina. No fue difícil adivinar por qué me miraban así.

– Así que hoy recibimos una llamada interesante – Comenzó mamá, su voz no revelaba nada. No parecía ni sonaba enojada, pero sabía que debía estar hirviendo por dentro. Miré a papá, pero su rostro estaba igual de apacible.

– ¿Oh? – Dije, tratando de sonar casual.

– Sí – Dijo mamá, apretando los dientes. Oh, ahí estaba. Su mirada de muerte. Tragué saliva – Moira nos llamó y dijo que habías faltado a la escuela con Christian. De la escuela también nos llamaron.

Fruncí el ceño – Oh.

– Te ganaste una detención mañana. Tú y Christian – Me moví incómoda sobre mis pies. Bueno, supongo que no podía sorprenderme por la detención. Era prácticamente un hecho ya que no escribí una nota de ausencia para la escuela – ¿Puedo preguntar por qué faltaste a la escuela? – Preguntó mamá, su voz tranquila pero fría.

Mierda ¿Qué digo ahora?

Mordí mi labio inferior – Umm...

– Bien. Pensé que no podrías decirme el motivo – Dijo cuando no le di una respuesta adecuada.

– Lo siento – Dije en voz baja, bajando la cabeza avergonzada.

– Bueno, lo hecho, hecho está – Dijo mamá con un suspiro – Solo espero que no lo vuelvas a hacer.

Negué con la cabeza – No lo haré – Prometí.

Ella asintió con la cabeza – Está bien entonces. Tengo que volver al trabajo – ¿Eso fue todo? Pensé sorprendida ¿No me iba a gritar? ¿No iba a exigirme que le dijera dónde había estado todo el día? Me di cuenta de que esta conversación podría haber ido mucho peor y que tuve suerte de haber salido con una simple detención – Oh, ¿y Rose? – Dijo mientras se dirigía a la puerta. La miré inquisitivamente – Estás castigada por el resto de la semana.

Reprimí un suspiro. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad – Está bien – Dije sabiendo que si alegaba solo empeoraría las cosas.

– No saldrás de casa excepto para ir a la escuela y después de la escuela, volverás directamente a casa.

Mierda ¿Qué hay de mis lecciones de defensa personal con Dimitri?

– Está bien – Repetí hoscamente.

– Bien – Dijo mamá, claramente satisfecha – Te veré después del trabajo.

Dejé escapar un suspiro y me volví hacia papá. No había dicho una palabra desde que llegué y eso me preocupaba. Por lo general, era la primera persona en decir algo.

– ¿Estás enojado conmigo, papá? – Pregunté vacilante.

No respondió de inmediato, lo que me hizo pensar que realmente estaba enojado conmigo. Pero entonces, una expresión divertida cruzó su rostro.

– No, no estoy enojado contigo – Dijo al fin.

Lo miré perpleja – Umm... ¿por qué no?

Sonrió de mala gana – Sería un hipócrita si me enojara contigo por faltar a la escuela.

¿Qué se supone que significa eso? – Espera, ¿estás tratando de decirme que solías faltar a la escuela? – Pregunté incrédula ¿Mamá sabía esto? Las reglas eran muy importantes para ella, no creo que haya roto una en su vida.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora