CAPÍTULO 20

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Dimitri


– Bueno, estoy de vuelta.

Lentamente levanté la vista de mi papeleo y observé a Tasha. Su rostro era ilegible. Sin embargo, me di cuenta de que todavía estaba enojada por el tono de su voz.

– Bien – Dije – Ojalá esto no tenga que volver a suceder.

Ella me miró fríamente – No lo hará.

Comenzó a irse, pero la llamé.

– Tasha – Dije. Me miró inquisitivamente – No quiero que sigas hablando de Rose con nadie, ¿me escuchas? Ni siquiera con tu familia.

Ella pareció aturdida – ¿Qué... yo no... cómo sabes eso?

– Creo que lo sabes – Le dije dándole una mirada mordaz – Tu sobrino, Christian, conoce bastante bien a Rose. Y gracias a ti, él sabe lo que le pasó. En primer lugar no deberías saberlo y ahora se lo estás contando a otras personas.

Se sonrojó de un rojo brillante – Pero Dimka, yo... yo no sabía que Christian conocía a Rose. No sabía que eran vecinos.

– Eso no importa – Dije con voz dura – No es asunto tuyo contarle a la gente lo que le pasó a Rose. Solo Rose puede hacer eso. Y sé que no le crees – Agregué cuando vi la expresión de su rostro – Así que, ¿por qué lo haces? ¿Quieres lastimarla?

– No... no – Balbuceó – Solo... solo necesitaba desahogarme. Lo dije antes de darme cuenta...

– Bueno, desahógate de todo el mundo, desahógate de mí, pero no de Rose – Le dije – Si escucho que sigues cotilleando sobre ella, estás fuera.

Sus ojos se abrieron con incredulidad, pero luego su rostro se volvió impasible – Bien – Escupió – ¿Puedo irme ahora?

– Sí, puedes irte ahora – Dije suavemente.

Si no estaba enojada cuando entró, seguro lo estaba ahora. Me disparó dagas con los ojos y luego bruscamente se dio la vuelta y salió de mi oficina, cerrando la puerta de golpe.

Suspiré de alivio, feliz de que se hubiera ido. Todo lo que hacía o decía me molestaba últimamente, especialmente las cosas que había dicho sobre Rose. El solo pensarlo me hizo enojar de nuevo.

El resto del día transcurrió como un borrón. Rose llegó después de la escuela, lo que iluminó mi día. Se estaba volviendo realmente buena y pronto ya no me necesitaría más para enseñarle a defenderse. Ella estaría bien sola.

– Estoy orgulloso de ti, Roza – Le dije después de la práctica. Pasé mi brazo sobre sus hombros y la atraje hacia mí, besando su sien.

Ella me miró sonriendo – Gracias, camarada. Todo es gracias a ti, de verdad.

Negué con la cabeza – No, Roza. Yo solo te estoy ayudando. Tú estás haciendo el trabajo duro aquí.

Rose se puso de puntillas y me besó en la mejilla – Voy a darme una ducha. Nos vemos en un rato.

Se fue al vestuario de mujeres y yo a mi departamento para darme una ducha rápida. Cuando regresé a la planta baja, Rose aún no estaba ahí. Sin embargo, me sorprendió ver a mi hermana en la barra.

– Oye Vika, ¿qué estás haciendo aquí? – Pregunté mientras me acercaba.

Se volvió para mirarme y sonrió – ¡Hey Dimka!

Me detuve a su lado – ¿Por qué estás aquí? – Pregunté preocupado. Por lo general ella nunca venía – ¿Necesitas algo? ¿Ocurrió algo?

– Oh no, estoy bien. Solo estoy esperando a que termine el turno de Iván – Respondió mirándolo. Él le dio una pequeña sonrisa – Me ayudará con mis matemáticas.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora