SAFE HAVEN (Traducción)

CAPÍTULO 28

Rose

Temía que Nathan me estuviera esperando de nuevo después de la escuela al día siguiente, pero no apareció. Fue un alivio. Le había mandado un mensaje a André anoche, para asegurarme de que Nathan no lo hubiera lastimado ni nada. Afortunadamente estaba bien. Con un poco de mal humor, sin embargo, porque aún no le digo qué está pasando. Esperaba escuchar algo de Nathan esa semana, pero no llegó nada. Sin llamadas horribles, sin mensajes amenazadores... nada.

¿Lo había asustado? Era difícil de creer, pero entonces, ¿por qué no había venido a por mí ya? Nathan no era del tipo que espera tanto tiempo y realmente lo cabreé la última vez que lo vi.

Mis padres habían comenzado a vigilarme de cerca, especialmente mi padre. Me había estado interrogando durante media hora cuando notó mi mano magullada la semana pasada. Había estado demasiado distraído para notarlo antes porque Dimitri estaba ahí, pero cuando regresó a casa esa noche, vio mi mano y luego las preguntas comenzaron de nuevo.

Le dije que había tenido otra pelea con Lissa en la escuela y que había golpeado mi casillero por la frustración. Fue lo único que se me ocurrió en ese momento. Mamá no cuestionó mi historia, pero no estaba segura de que mi padre creyera la mentira.

Al día siguiente, me había llevado al hospital para que me hicieran una tomografía computarizada de la mano para ver si no estaba rota. Afortunadamente, Dimitri tenía razón y, de hecho, no estaba rota. Solo dolía como una perra.

Pude ver que papá estaba empezando a frustrarse, sabía que estaba escondiendo algo. Me di cuenta de que, tarde o temprano, exigiría una respuesta honesta o, de lo contrario, me metería en verdaderos problemas con él. Mi padre era un hombre paciente cuando se trataba de mí, pero su paciencia estaba empezando a agotarse, lo que podía entender. Si los roles se hubieran invertido, habría perdido la paciencia hace mucho tiempo.

– Entonces, ¿cómo va la tutoría? – Papá me preguntó casualmente una mañana mientras leía el periódico – No he visto a Dimitri desde la semana pasada ¿Dejaste de verlo? – Casi me atraganto con mi jugo de naranja – Para la tutoría, quiero decir – Agregó, levantando la vista del diario, sus ojos clavados en los míos.

– ¿Quién es Dimitri? – Preguntó mamá con curiosidad.

Esta era la primera vez en semanas que desayunábamos juntos y papá había elegido este momento para hablar sobre Dimitri. En serio.

– Dimitri es el hermano de Viktoria, y mi amigo – Respondí rápidamente antes de que papá pudiera decir algo – Me está dando clases particulares.

Mamá arqueó las cejas – ¿Particulares? No sabía que necesitabas ayuda con la escuela.

Me encogí de hombros – Es solo matemáticas. Estoy mejorando ahora – Le di a papá una mirada mordaz – Es por eso que ya no lo has visto por aquí.

– Está bien. Solo me lo estaba preguntando – Dijo papá encogiéndose de hombros. Estuvo tranquilo por un momento y pensé que el tema estaba cerrado, pero luego continuó casualmente – Parece un buen joven.

– Hmm – Dije, sin confiar en que mi voz dijera algo más.

– De nuevo, ¿Qué edad tiene? – Preguntó papá.

Apreté los dientes – Tiene veinticuatro.

– Oh ¿Y en qué se gana la vida?

Mierda – Tiene un gimnasio – Le respondí. Empezó a hacer otra pregunta, pero lo interrumpí – ¿Por qué de repente estás tan interesado en Dimitri?