CAPÍTULO 46

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Rose


Mia jadeó y comenzó a sollozar. Eddie la abrazó y trató de calmarla.

– No – Susurré, sacudiendo la cabeza – Eso es imposible.

– Lo siento mucho – Dijo Karp – Pero es verdad. Nathan no fue considerado un riesgo de fuga, por lo que el juez le otorgó la libertad bajo fianza.

– ¿Es esto una mala broma? – Papá exclamó indignado – ¿Cómo pudieron haberlo liberado? Es un peligro para Rose, para cualquier chica.

– Por lo que escuché, su madre lo ayudó – Dijo Karp.

– ¿Qué pasa con el jefe? – Preguntó mamá – ¿No puede hacer algo al respecto? Sé que es su padre, pero fue él quien metió a Nathan a la cárcel en primer lugar.

– No señora – Respondió ella – No hay nada que podamos hacer. Y... bueno, el jefe fue despedido.

– ¿Qué quieres decir? ¿Lo despidieron? – Papá gritó.

Karp asintió brevemente.

Bueno, sabíamos que eso iba a suceder tarde o temprano, pensé con amargura. Sin embargo, era injusto. El jefe nos defendió, a mí, y ahora lo habían despedido ¿Por qué? No es que no fuera objetivo. Ahora él estaba siendo castigado y yo también.

¿Por qué diablos un juez dejaría libre a Nathan? ¿No sabía lo que había hecho? ¿O no se tomó en serio los crímenes de Nathan?

– Sé que esto es un gran revés – Dijo Karp – Pero eso no significa que sea el final. Habrá un juicio y...

– ¿Pero qué hasta entonces? – Papá la interrumpió – ¿Qué pasa si ese asqueroso va tras Rose?

– Si Nathan viola la orden de restricción y se acerca a Rose o a Mia, podemos arrestarlo. Luego estará en la cárcel hasta el juicio – Explicó Karp.

– ¿Y si no puedes llegar a tiempo? ¿Y si lastima a Rose antes de que llegues? – Exigió papá.

– Eso no va a suceder – Dijo Karp con firmeza.

Recordé lo que Nathan me había gritado cuando me vio en la comisaría. Esto es tu culpa ¡Voy a matarte!

Empecé a sentirme débil y pensé que podría vomitar. Cerré los ojos y respiré profundamente, tratando de calmarme. Pero solo empeoró. Nathan está libre y vendrá por mí. Mi respiración se volvió más áspera e irregular. Necesitaba salir de aquí. Quería estar sola. Necesitaba estar sola.

– ¡Rose! – Mamá me llamó cuando volví corriendo a la casa.

No me detuve, subí corriendo las escaleras y entré a mi habitación, cerrando la puerta de golpe. Mi miedo comenzó a convertirse en ira. No podía creer que Nathan estuviera en libertad bajo fianza. Ese juez debe ser estúpido para dejar suelto a alguien como él. Era una locura.

Pateé contra mi escritorio. Duro. Eso no fue lo suficientemente satisfactorio, así que arrojé mi libro de texto de inglés al otro lado de la habitación, maldiciendo en voz alta. Todavía no estaba satisfecha. Necesitaba romper algo. Cualquier cosa.

Tomé una foto enmarcada mía y de mi familia y la tiré contra la pared. Se hizo añicos en el suelo. Estaba gritando y maldiciendo mientras tiraba cosas por mi habitación, llena de rabia.

Esto nunca iba a parar, me di cuenta. Nunca me iba a deshacer de Nathan. Él siempre encontraría una manera de llegar a mí. No importaba cuánto lo intentara, siempre me perseguiría.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora