CAPÍTULO 36

140 21 3
                                    

Rose


El jueves Christian y yo volvimos al campus de la universidad local después de la escuela. Le había dado a Mia algo de tiempo para pensar, pero ahora necesitaba saber qué había decidido. Esperaba fervientemente que tomara la decisión correcta cuando me presentara a su puerta en unos minutos, porque no podía hacer esto por mi cuenta. Necesitaba su ayuda.

Christian se quedó afuera, aguardando cerca del edificio del dormitorio de las chicas. Pensamos que era menos probable que Mia se asustara si yo iba sola.

Tomando una respiración profunda, llamé a su puerta y esperé. Uno, dos, tres... conté los segundos en mi cabeza. Vamos, abre la puerta. Por favor. Habían pasado diez segundos cuando finalmente apareció en la puerta que se abría, sus ojos se agrandaron cuando me vio. Empezó a cerrar la puerta de inmediato, pero puse mi mano contra ella y la empujé para abrirla.

– Mia, tenemos que hablar – Le dije – Por favor déjame entrar.

– ¡No! – Dijo con la voz aguda – Vete, déjame sola.

– Sé que tienes miedo, pero...

– ¡No puedo ayudarte!

– Sí puedes – Le dije, apretando los dientes. Le di una mirada feroz y, finalmente, soltó la puerta. Dejé escapar un suspiro – Por favor, Mia. Eres la única que puede ayudarme.

Vaciló, miró alrededor del pasillo y luego me dio un ligero asentimiento – Pasa.

– Gracias – Dije aliviada de que se hubiera dado por vencida.

Mia cerró la puerta y se cruzó de brazos, mirando al suelo en vez de a mí – Ya te dije que no quiero ir a la policía. Lamento haber cambiado de opinión, pero simplemente no puedo. Nathan me lastimará – Finalmente, levantó la vista, con lágrimas en los ojos – Él también te hará daño.

– Por ahora se ha echado atrás. Dimitri lo asustó. No sé cuánto tiempo se mantendrá alejado, pero no será para siempre. Ahora es el momento de ir a la policía – Insistí.

– ¡Su padre trabaja para la policía! ¡Es el jefe! – Lloró – Nunca nos creerán. Nathan me ha dejado en paz después de que rompió conmigo. Me gustaría que siguiera así. Si sabe que te estoy ayudando, ¡podría tratar de lastimarme de nuevo!

– Sé que tienes miedo. Yo también tengo miedo – Admití – Pero no podemos mantener esto en secreto para siempre. Si no vamos, Nathan continuará haciéndole esto a otras chicas inocentes ¿Quieres eso?

Silencio.

– No – Susurró por fin, secándose una lágrima solitaria de su mejilla.

Di un paso hacia ella y puse mis manos sobre sus hombros – Está bien tener miedo. Tienes todas las razones para estar asustada, pero... ¿No quieres que se detenga? Mirando por encima del hombro cada vez para ver si él estará allí, aterrorizada de que pueda lastimarte de nuevo... ¿No quieres que todo eso termine? – Ella asintió, su labio inferior temblando – Yo también quiero te termine. Y esto podría haber terminado mucho antes si no hubiera estado demasiado asustada y avergonzada por lo que sucedió. Debí haber escuchado a mi novio, a mis amigos... debí haber denunciado a Nathan antes. Pero no es demasiado tarde – Le dije – No es demasiado tarde para decirles lo bastardo que es Nathan en realidad.

Mia dejó escapar un suspiro tembloroso y se alejó de mí. Apartó la mirada, evitando la mía – Ojalá fuera tan valiente como tú, Rose – Suspiró – Pero no lo soy.

Mis hombros se hundieron. Ella no iba a venir conmigo. Ella no iba a denunciarlo. Todavía estaba demasiado asustada de que le pasara algo si lo hacía. No importaba lo que yo dijera, ella no cambiaría de opinión. En ese momento, quise maldecir a André por decirle que Nathan casi me atropella para asustarme. Pero tampoco era su culpa.

SAFE HAVEN (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora