nineteen.

695 62 45
                                    

Steve observaba a su mejor amiga divagando fuente suyo, dando vueltas por toda la habitación y evadiendo mesas y sillones, la chica no paraba de repetir las mismas dos palabras una y otra vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Steve observaba a su mejor amiga divagando fuente suyo, dando vueltas por toda la habitación y evadiendo mesas y sillones, la chica no paraba de repetir las mismas dos palabras una y otra vez. <<¿Por qué?>> se preguntaba en voz alta. Arto: tomó a Maya por los hombros, deteniéndola frente suyo.

-¿Me dirás qué te está pasando o tendré que llamar a O para que lea tu mente?- Preguntó. La menor bajó la cabeza.

-No llames a Odile.- Le dijo. -Sólo...

-¿Sólo...

Steve la observó con una mirada confusa.

-Entrené con Natasha.- Confesó. -No entiendo por qué, porque hace tan sólo unos días peleé junto a ella y todo estaba bien. Pero ahora dice que no soy lo suficientemente buena para esta pelea y quiere que practique mis movimientos para mañana o no podré ir con ustedes. ¡¿Entiendes?! ¿Cómo se supone que voy a entrenar tanto para mañana? ¡Estaré agotada!- Habló, causando que Steve arquee su ceja, confundido.

-¿Algo cambió en estos días?- Preguntó, finalmente.

-¿Qué?

-Hablo de...- Intentó explicarlo. -Si desde su última pelea algo cambió entre ustedes. Alguna discusión, diferencia... Quizás pudo haber pasado algo en la fiesta.- Dijo, causando que la chica se quede un silencio por unos segundos para luego sentarse en el sofá detrás del par, lo que hizo que el rubio se siente junto a ella.

-Mierda.- Pensó en voz alta.

-¿Mierda?

Maya lo miró. -Si es lo que creo... Si, Steve, es una mierda.

-¿De qué hablas?-Preguntó el capitán.

-Tuve pequeños problemas con Nat estos días.- Dijo. -Ella intenta acercarse y yo me alejo porque... Creo que estoy comenzando a tener sentimientos por ella.

Steve no pudo evitar sonreír al escuchar la confesión de la menor. -May, eso es hermoso.

-No, no es hermoso, es una maldición. Porque creo que es mutuo, y no puede ser así. No puedo dejar que Natasha se apegue demasiado, estaría matándola.- Confesó cosa que causó que el rubio borre su sonrisa.

-¿Por qué dices eso?- Preguntó, volviendo a su faceta seria.

-No importa.

-Si importa.- Insistió.

-No, no importa. Lo importante es que debo poder ir con ustedes mañana y no podré a menos que practique nuevas técnicas de pelea antes de mañana.

-Bien. ¿Quieres que hable con Nat? Eso haré.- Habló el capitán. Levantándose de su lugar para luego dirigirse a la salida, no sin antes dirigirle una mirada a Maya.

-Pero debes saber que necesitas hablar con ella sobre esto, no conmigo, o con tus hermanas. Habla con ella, podrán superarlo.- Fué lo último que dijo, abriendo la puerta.

WALLS - natasha romanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora