fifty one.

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Luego de que la mitad de su equipo decida abandonarlos a su suerte, el grupo llegó a la conclusión de que sin Tony sólo existía una persona capaz de ayudarlos: Bruce

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Luego de que la mitad de su equipo decida abandonarlos a su suerte, el grupo llegó a la conclusión de que sin Tony sólo existía una persona capaz de ayudarlos: Bruce. Así que sólo fué cuestión de un par de días para finalmente dar con su paradero y acordar una reunión en uno de los restaurantes de la zona.

A aquella sólo asistió un pequeño grupo conformado por Steve, Nat, Scott y May, quienes se encontraron con la extraña sorpresa de que el hombre había logrado al fin unir su consciencia con la fuerza de Hulk, logrando así una especie de fusión entre ambos.

Ahora era gigante y verde todo el tiempo, y resultaba.... raro. Pero al fin y al cabo aún era el amable e inteligente amigo que habían conocido años atrás.

La charla no duró demasiado, pero dió tiempo al grupo para ordenar un gran almuerzo para Bruce, junto con una pizza americana de tamaño mediano que el grupo acabó pidiendo para llevar. Steve y Scott le explicaron al gran hombre el plan que se les había ocurrido mientras que Natasha utilizaba su poder de convicción y Maya aportaba con toda la información que se había ocupado en recolectar.

Luego de unas cuantas súplicas estaba hecho. Bruce estaba dentro.

May podría llegar a creer que el hombre esperó una gran máquina o varios artefactos de prueba que los ayudarían con su propósito al llegar al edificio, por lo que supuso la decepción que llegó a sentir al descubrir que toda la investigación que habían realizado recaía en un Van desgastada con un extraño artefacto en su parte trasera. La máquina del tiempo.

El grupo realizó una reunión express en la que Scott explicó el funcionamiento de las Partículas Pym, las cuales posibilitarían el viaje a través del Reino Cuántico, mientras que Bruce habló de las líneas de tiempo y sus variantes.

Fué casi en un parpadeo que la primer prueba llegó, y los nervios invadieron el cuerpo de Maya y de sus amigos.

Scott, al haberse ofrecido como voluntario para realizarla, se puso su traje y esperó la señal del gran hombre. May aprovechó el momento de tensión para mirar a su alrededor y pudo observar a un curioso Alain espiando desde lo lejos.

Suspiró, arriesgaban mucho. La mujer pudo sentir como su mano era apretada por la de su mejor amigo, quien miraba la escena con su mismo nerviosismo.

-Suerte, Scott. Lo tienes- le dijo.

Entonces: Bruce dió la señal. El pequeño hombre desapareció por unos segundos y cuando volvió se desató el caos. Primero fué como un adolescente, luego un anciano, un bebé y luego de varios gritos y desesperación reapareció como él mismo.

Natasha suspiró de alivio, al mismo tiempo que Odile abandonaba la habitación. Steve observó su dirección mientras apretaba su labio en señal de impotencia y la mujer la seguía. Maya no pudo hacer más que acercarse a Scott para asegurarse de que esté bien y en cuestión de pocos minutos ya se encontraban todos sentados en la sección del edificio que la chica había adoptado como su hogar.

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⏰ Última actualización: Jan 12 ⏰

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WALLS - natasha romanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora