-¡Ya están listos!- La voz de Maya hizo eco ante la cocina del pequeño apartamento. -¿Los prefieren al horno o sin gratinar?- Preguntó luego de terminar de pasar los macarrones a un recipiente seco, y fué cuestión de segundos para escuchar respuestas por parte de los presentes.
-¡Gratinados!- Respondió Natasha, pero rápidamente fué interrumpida.
-¡Sin gratinar!- Se oyó cómo la voz de un niño la contradecía.
Maya se encontraba cocinando unos Mac & Cheese en la casa de los Patterson mientras que Nat ayudaba al único hijo de la familia a subir sus calificaciones de matemáticas. Al escucharlos: se apresuró en dirigirse hacia la sala de estar aún con el utensilio de cocina en mano, lanzándoles una mirada amenazante a ambos presentes al encontrarlos sentados frente a millones de apuntes.
-¡Agh! ¿Cómo es posible que te gusten al horno?- El pequeño Alain le reclamó a la peliroja, quien respondió fingiendo una cara ofendida.
-¿Cómo es posible que no te gusten?- Le preguntó aún forzando su voz para parecer sorprendida.
-No lo sé, supongo que tengo algo de sentido común.- El niño le respondió, lo que causó que ambas presentes soltaran una carcajada.
Desde que el niño había vuelto del viaje que sus padres habían hecho por motivo de negocio no había pasado más de una semana para que May recuperara su empleo como niñera. No se quejaba: de hecho amaba pasar la mayoría de sus tardes cuidando de él. Ya habían pasado varios días desde que el pequeño bajó sus notas sobresalientes en la materia de matemáticas, por lo que Natasha al escuchar esto no dudó en ofrecerse para ayudarlo.
Semanas después: ya se había hecho costumbre verla de vez en cuando en la casa de los Patterson, sentada junto al niño frente a decenas de apuntes que May no se molestaba en comprender.
-¿Entonces?- Preguntó la castaño-rubia, la cual su cabello ya había crecido lo suficiente como para que el rubio quedara tan sólo en las puntas, adornando su gran cabellera larga.
Ambos presentes se miraron a los ojos, acordando a la larga resolver el gran dilema de la forma más madura posible: jugando piedra, papel o tijera.
Ante ello: no tardaron más de diez segundos en terminar las tres partidas del juego, siendo Natasha la ganadora de dos de ellas.
-Serán gratinados, entonces.- Maya finalizó con una sonrisa, dejando la habitación y volviendo a la cocina mientras que Natasha burlaba al menor mostrándole su lengua.
Los meses después de la batalla de Sekovia habían sido tranquilos. Maya aún vivía en el mismo apartamento que un año atrás, sólo que con una acompañante: Nat. Y para su suerte: tampoco había perdido contacto con sus hermanas, lo que francamente agradecía.
May pasaba dos veces por semana a entrenar junto a los nuevos vengadores, por lo que fué cuestión de tan sólo días para que alguna de sus amigas tenga la idea de desayunar juntas todas las mañanas antes de las molestas reuniones en la torre, idea que por supuesto fué aprobada por todas por medio del groupchat que compartían. Fué así como se les volvió costumbre el reunirse casi a diario, lo que, según lo que la castaño-rubia tenía entendido, todas disfrutaban.
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WALLS - natasha romanoff
FanfictionWALLS ──── ❝Te miré a los ojos y ví que estaba perdida, para cada pregunta, tú eras mi porque❞ En donde Maya teme ser amada porque la última persona que lo hizo sufrió un terrible destino. ...