WALLS ──── ❝Te miré a los ojos y ví que estaba perdida,
para cada pregunta, tú eras mi porque❞
En donde Maya teme ser amada
porque la última persona que lo hizo
sufrió un terrible destino.
...
Dedicado a Chi,Soph,Celia,July y Vale, porque las amo mucho y hoy cumplimos un año de amistad, gracias por aparecer en mi vida.💞
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-Banner, la retaguardia.- Habló Maya, al notar que el mayor se había ofrecido para cubrirlas a ella y a Nat desde afuera del Búnker. El hombre asintió, aún conservando una mueca de susto. A decir verdad: el hecho de que estuviera ahí era una bomba de tiempo, tan sólo debía explotar en el momento justo.
May sabía que el hombre sentía cosas por Natasha, no era tonta, pero el hecho de que él mismo se ofrezca para asegurarse de que ambas salgan a salvo del lugar era algo de valorar. Era un buen hombre, muy bueno, y merecía a alguien que lo ame de igual forma que él amaba a los demás.
-Suerte.- Dijo el hombre, tocando el hombro de la menor.
-Gracias.- Respondió. -Por todo, sé que es complicado para tí, eres muy valiente, Bruce.- Dijo May, al momento en el que el mayor bajaba la cabeza en modo de respuesta.
Él no le había creido una sola palabra, y May lo supo en aquel mismo instante.
Ambos se despidieron asintiendo con la cabeza, por lo que fué en ese momento que Maya se armó de valor para entrar a aquel oscuro lugar, con la única motivación del saber que Natasha haría lo mismo por ella. No lo dudaría, ni un segundo, y ya era tiempo de que alguien le devuelva el favor.
-¡Nat!- Gritó, adentrándose en el lugar. -¡Natasha!- Dijo, otra vez.
Luego de unos segundos sin respuesta: al final la oyó.
-¿Mel?
Maya corrió hacia la dirección de la que había escuchado aquel tan familiar sonido, encontrándose con la imagen de lo que parecía ser una celda, y dentro de ella: allí estaba.
-Bonita...- Habló tocando su mejilla. -¿Estás bien?- Preguntó, preocupada. La mayor asintió.
-Ya están todos en la ciudad, la pelea iniciará en poco tiempo.- Le dijo. -Bruce espera afuera.
-Supongo que no habrás encontrado una llave por aquí. ¿Cierto?- Preguntó Nat, la menor sonrió de lado.
-Si, la tengo.- Confesó, al mismo tiempo que le indicaba que se aleje de aquel lugar para disparar con su pistola hacia el candado que sujetaba las rejas de aquella celda. Ambas lo abrieron, y fué en ese momento que Natasha se acercó rápidamente hacia la chica, abrazándola para luego plantar un beso en sus labios, causando que ambas sonrían inconscientemente.
