thirty eight.

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Maya se golpeó internamente una cuarta vez al notar que una vez más estaba a punto de caer dormida mientras que Bonnie intentaba sacarle conversación

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Maya se golpeó internamente una cuarta vez al notar que una vez más estaba a punto de caer dormida mientras que Bonnie intentaba sacarle conversación. Se había levantado de la cama demasiado temprano para su gusto, sumando que se tuvo que despedir a duras penas de la peliroja y apenas le había alcanzado el tiempo para desayunar algunas sobras de cereal viejo que se encontraba escondido en el vehículo.

El viaje de Oslo a New York duró un total de diez horas en avión con una identificación y pasaporte falso, allí no tardó mucho en encontrarse con su hermana y la ahijada rebelde de Stark: Ellen Strange, quienes no tardaron en alejarla de la ciudad y esconderla en un espacio no transitado para charlar un rato antes de emprender viaje una vez más.

Los ingredientes perfectos para una mañana de mierda. Sumando que su cabeza queriendo apagarse cada minuto no hacía más que ocasionar que pierda la atención y no entienda absolutamente nada de lo que su hermana intentaba explicarle sobre el plan para asesinar al mayor de los Ruskov.

Según lo poco que había entendido: Ellen se había ofrecido a refugiarla el tiempo que sea necesario en su apartamento en Hell's Kitchen, que raramente era el mismo barrio en el que habían localizado a Marcus, cosa que no agradó para nada a la chica, pero no se podía quejar.

-¿Planean matarlo, entonces?- Maya quiso pegarse a ella misma en cuanto cayó en cuenta de lo que estaba preguntando -¿cómo?

-Sobre eso... hay alguien más que también tiene que ver con él-, comenzó a hablar la menor, girando bruscamente en cuanto notó la mueca preocupada de Bonnie -yo desde aquí me hago cargo de ella, va a estar bien- dijo con una sonrisa, y, sin contar algunas despedidas, no pasó más hasta que emprendieron viaje hacia la dirección.

Luego de unos quince minutos: Maya ya se encontraba en el departamento de Ellen, sola, ya que la pelinegra fué en busca de la tal Angelina. La chica aprovechó aquel momento para inspeccionar la casa, sonriendo al notar que a pesar de ser un espacio chico, tenía preparado un cuarto con un pequeño mueble para su ropa y unas cuantas sábanas.

Siguió caminando luego de inspeccionar la cocina-comedor hasta el living y un segundo cuarto, el que más atención llamó en ella.

Dentro del mismo e ignorando la obvia presencia de los muebles y una cama, se encontraba un tablero pegado en la pared con hilos de color rojo, amarillo y verde, junto con diversas fotos de las que Maya pudo reconocer varios rostros que no había visto en años.

Estaban muchos de los doctores que anteriormente trabajaban en el Vicent's Central, una foto de las viejas instalaciones, algunos rostros desconocidos como los de las chicas del aeropuerto, Nick Fury, Sienna Ruskov y Marcus, quien estaba en la cima junto a la foto de un nuevo edificio un poco más chico de cristales, con la dirección en Hell's Kitchen y el mismo logo: la letra R. Las nuevas instalaciones. En la puerta del lugar se encontraba un hombre robusto y musculoso cuidando lo que suponía ser la única entrada y salida.

WALLS - natasha romanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora