Sonrisas extrañas

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La semana siguiente, en la mañana, Harry, Ron y Hermione empezaron a practicar y ver cuando se disculparían con Hagrid porque no estaban en su clase. Hagrid no les había hablado desde el primer día de clases y en cuanto a mí, me había tratado como normalmente, súper bien y muy amigable, él había visto una lista que había hecho sobre los ingredientes de la valija de pociones y me había conseguido la mayoría de cosas, todas traídas del bosque, yo había querido pagarle pero él no acepto dijo que era un regalo y todo estaba bien aunque estaba algo deprimido, me contó sobre su mascota enferma llamada Aragog, era una dulce y tierna mascota o eso había dicho y yo no iba a dudar de él viéndolo así, ambos habíamos estado deprimidos la tarde libre que pase con él debido a que por perseguir a Berlín había llegado hasta la parte del lago donde tenía recuerdos tontos con Fred y llegar a ese mismo lugar me había disgustado enormemente por lo que junto a Hagrid estuvimos realizando actividades, como hacernos tazas de té, para despejarnos de los malos y tristes pensamientos

—Ya hablaron de eso en la clase de Herbologia, ya les dije que Hagrid se veía algo molesto, aparte que cuando surge el tema de hablar de ustedes lo evita o simplemete lo cambia, pero no he tenido tiempo de hablar sobre eso, en realidad estaba muy deprimido por su mascotita y no pretendía deprimirlo más —confesé mientras me servía bastante comida
—¿Mascotita? —preguntó Ron
—¿Hagrid con una mascotita? —añadió Harry intrigado parecía burlarse de aquello como si fuera irreal
—Si..., se llama... dijo que se llama Aragón
—¡¿Aragog?! —gritaron ambos escandalizados
—¿Sí, ustedes ya la vieron? —pregunte con tranquilidad
—¿Que si la vimos? ¡Claro que la vimos, si es gigante! —gritó Ron con un movimiento de escalofríos de solo recordar la imagen de tal mascota
—Es una acromántula gigante que tuvimos que ver Ron y yo en segundo año —explicó Harry
—¿Te enfrentaste a tú boggart? —pregunte a Ron y él asintió aún con miedo en los ojos—Muy valiente Ronnie, yo no podría, regresando al tema ¿A qué hora irán?
—No podemos ir ahora, después del desayuno son las pruebas de Quidditch —intervino Ron
—Iremos luego de las pruebas —finalizó Harry

Así ambos empezaron a hablar de las pruebas de Quidditch y Hermione alagaba a Harry mientras yo me servía todo lo que encontraba pese a que probablemente no comería todo lo servido

—Yo también soy alto

En ese momento a las espaldas de Ron vi a un Hufflepuff, estaba guiñándome el ojo, era Zacharias a quien vi confundida mientras me metía una papa a la boca con la que me atraganté al ver eso

—¿Qué pasa Lois? —preguntó Hermione dándome palmadas en la espalda
—¿Ah? Nada...
—¿Lia, yo también soy alto verdad? —preguntó Ron
—¿Ah...? —susurre distraída— ¿Sí, por qué?
—Harry a crecido mucho y se ha puesto guapo es lo que decía —explicó Hermione sonriente
—¡Ah! Sí, Harry está muy guapo, alto y galán

Las noticias del Profeta empezaron a ser leídas como cada mañana por Hermione, quien ahora nos contaba muchas cosas que habían ocurrido en el colegio y claro ya sabíamos el que Hanna se hubiese ido porque su madre había fallecido, lo sabíamos todos porque se lo habían dicho en la clase de Herbologia, pero el que Eloise Midgen se hubiese marchado del colegio... eso no lo sabíamos

—Ahora soy la única Eloise —fue un pensamiento en voz alta
—¡Eloise!

El ruido de una cuchara que caía al piso llamó mi atención, fue en la mesa de Hufflepuff y de quien estaba evitando la mirada, Zacharias Smith, quien sonreía de oreja a oreja con un extraño toque de coqueteo, estoy segura, me lo estaba imaginando

—¿Si nos vamos? El ambiente en el gran comedor está muy encendido... extraño
—Concuerdo —agregó Harry y ambos nos levantamos y salimos

Mucho más confuso fue que Lavender también le sonriera coquetamente a Ron y lo extraño aquí fue que este le devolviera la sonrisa, estaba imaginando cosas muy graciosas y extrañas. Mire a Harry en busca de respuestas y en cuanto lo vi rojo de aguantarse la risa súpe que no debí de verlo porque empecé a reír

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora