Andromeda y Edward Tonks

1K 151 5
                                    

Después de aquella tarde en la torre todos se ocuparon de alistar sus maletas para la vuelta a sus casas con ánimos de reencontrarse una vez más. Después de que Harry y Lia hablasen sobre la ruptura de Harry y Ginny, Lia fue a despedirse de Berlin, muy triste sabiendo que así Hogwarts abría nuevamente sus puertas ella ya no volvería, pidió que el escarbato se cuidara hasta que ella volviera y que prometiera hacerle caso a Hagrid y también que no se metiera en problemas, luego de una triste despedida tuvo que irse.

-Han estado más parlanchines que nunca, ambos se quieren mucho mi madre está más que ansiosa de verte y mi padre él es muy amable adora a todo mundo esta tan emocionado como mi madre -decía Tonks mientras me ayudaba con las maletas- es esa casa de ahí -indicaba sosteniendo una maleta al igual que yo

Era una casa extremadamente acogedora, al igual que la madriguera quedaba en el campo solo que está parecía tener una estructura menos abstracta, claro todo en cuando a la fachada exterior por qué aún no entrábamos, quizás por mis pasos lentos debido al nerviosismo o quizás porque antes de los mejores momentos el tiempo suele hacerse eterno.

-¡A conocer a los Tonks! -exclamó Tonks con emoción y sólo le respondí con una suave sonrisa llena de nervios

Cuando Tonks estaba por agarrar la manilla la puerta se abrió y mi corazón dio un vuelco en vano porque solo vi a Sirius, si lo extrañaba pero ya lo había visto hace poco y quizás los Tonks habían ido al entierro de Dumbledore pero yo no los había visto lastimosamente. Sin ganas recibí el abrazo dejándole mi maleta y volviendo nuevamente mi atención al marco de la puerta donde ahora estaba una mujer de pelo castaño con una radiante sonrisa muy entusiasmada aunque mantenía una calma muy increíble que quizás ya la había visto en más de un Black, podría tener un parecido a Bellatrix en la forma del rostro quizás pero lo demás ella se veía mucho más gentil pero con un toque serio muy sutil quizás como Narcissa.

-Ella es la pequeña Lia -dijo a Sirius con una sonrisa- Soy tu tía Andromeda
-Ella sabe de ti -intervino Sirius sacándole una sonrisa muy melancólica
-Yo soy Ted Tonks -se presentó un señor rubio muy alegre que estaba atrás de Andromeda
-¡Ah! -Andromeda soltó un gran suspiro de melancolía justo antes de darme un fuerte abrazo el cual correspondí con igual emoción

Absolutamente los Tonks eran una maravillosa familia, Ted era muy alegre y amable como si le viese lo positivo a todo tenía un cierto toque de Rolf o Tonks, cosa de Hufflepuff's supongo que probablemente todo eso era lo que me había faltado para estar en esa casa, en cuanto a Andromeda ella era extraordinaria quizás no todos la verían así pero a mí parecer lo era, se parecía quizás a Sirius pero eso no importaba era muy dulce.

Toda la tarde de aquel día se pasó súper rápido y cuando llegó la noche al parecer tanto Andy como Ted tenían las habitaciones de Sirius y la mía listas, aquello me resultó muy pero muy dulce de su parte. Al despedirnos de Tonks (quien iba a su casa para estar con Remus quien no pudo asistir) cada quien se fue a su habitación, era más que claro que la primera noche ahí yo no dormiría en la bella habitación que tenían para mi, fui donde Sirius y me quede con él charlando un poco sobre este bello día hasta al fin quedarme completamente dormida.

-Ujum -asentí sonriendo a la increíble cara de sorpresa de Sirius y también de Andromeda y Ted, yo no tomaba confianza rápidamente pero todos ahí eran tan amables que no responder sería muy horrible de mi parte
-Así que jugaste en el equipo de Quidditch -exclamó el señor Ted
-Si -respondí sonriendo y asintiendo- fui buscadora
-¡¿Buscadora!? -repitieron todos en una bloqué de sorpresa compartiendo miradas extrañas
-Si y ganamos la copa -añadí emocionada y todos quienes ahora estaban pensativos pero con una leve sonrisa volvieron su atención a la conversación
-¿Ganaron la copa? -preguntó Ted con emoción
-¡Si!
-Eso es... Increíble Li-Li -exclamó el aún sorprendió Sirius quien elevaba su jugo haciendo un brindis conmigo
-¿Y te ha gustado ser buscadora Lia? -preguntó Andromeda muy amable
-Un poco, la entrenadora y MgGonagall y... ellas dijeron que se me dio bien, pero Harry puede con eso él también es bueno muy bueno, creo que le gusta más el Quidditch a él que a mí eso es obvio, supongo que soy más de otras cosas
-Lo entiendo, si el Quidditch es divertido hasta cierto punto que no rebase la obsesión -dijo Andromeda sonriéndome con complicidad
-Y en eso estamos de acuerdo todos aquí -añadió Sirius con unas risitas
-¡Eh! A mi si me gusta el Quidditch al borde de la obsesión -intervino Ted sacándonos unas buenas carcajadas a todos.



𓅓𓅓𓅓



Todas las noches y días siguientes fueron iguales de maravillosos, el señor Edward Tonks era ESPECTACULAR en todos los sentidos y Andromeda y papá no se quedaban atrás, era como ser el hechizo que desencadenaba un mar de fuegos artificiales, quizás fue entonces cuando no pensé en nada, no Snape, no Dumbledore, no Cissy, no Horrocrux, no guerras, no Voldemort y no nada solo estuve feliz con todas las ocurrencias que sucedían en esta casa, no fui la única Sirius también había olvidado algo importante que darme y yo no lo hubiese sabido si es que el tema de los cumpleaños no se hubiese tocado en la anterior cena.

-¿Creías que no tenía un regalo para ti? -preguntó "sentándose" a los pies de la cama ("sentándose" porque en realidad se había lanzado)
-¿Que es? -pregunte corriendo hacia él

Cuando llego yo me encontraba sentada en el escritorio que habían colocado los Tonks en aquel cuarto que tenía, el que estaba al lado de la ventana, reflejaba una vista muy hermosa así que estaba teniendo mi momento de paz hasta que entró alguien tarareando algo para llamar mi atención.

-No es tuyo -dijo sonriendo creidamente sin recordar que había dicho en un principio que era para mí, o lo había dado a entender no importa era lo mismo
-Si no me lo das te llevas bien con Quejicus -sí Quejicus para mí sonaba como la persona que Sirius odiaba y yo no conocía, el hablar de Snape era totalmente diferente
-Bien Eloise Black estás castigada lo sabes -dijo mientras ponía el regalo sobre mis manos que con mucha emoción recibía y empezaba a abrir

Era algo que parecía ser frágil por lo que lo sujeté con sumo cuidado, era de cristal, algo en forma de estrella muy bonito pero extraño a la vez ,como si de una gota de agua del tamaño de mi mana con forma de estrella estuviese plasmado en eso.

-Es una estrella... bueno no pero puede ser tan brillosa como una cuando se requiere, pero esta no es de una estrella real ¿Llevas tu collar de estrella? -preguntó fingiendo no estar muy interesado en la respuesta
-Siempre -susurre aún revisando aquella estrella logrando ver la suave sonrisa que se le formó en el rostro
-Oh esta es como una bola de adivinación brillosa, simula una estrella como tu collar que...
-Representa un pedazo de la estrella Sirius -lo interrumpí sonriendo
-Exacto -dijo con una sonrisa- esta es un invento mío puede llevar mensajes grabados-explicaba mientras yo lo escuchaba emocionada- frótala dale una golpeadita con tu varita no es magia no te preocupes solo es para que reconozca tu varita
-No tengo la mía ahora
-Coloca tu mano también lo reconocerá -dijo en cuando colocaba la mano sobre el cristal en forma de estrella y daba un pequeño destello de luz, él también colocó su varita y dijo que así iba a grabar un mensaje
-Tu varita...
-La mía también funciona -dijo sonriendo presumiblemente- Lia -susurró hacia la estrella de cristal- Sabes papá te quiere pero no sé lo digas a está Lia -decía mientras yo sonreía aunque cada vez más se me quitaba más la sonrisa
-Que triste...
-¿Por qué? -Preguntó riendo
-Si la utilizo será porque no estaré contigo y eso no me gusta -respondí tirándome en la cama y mirando al techo
-Es para cuando estés en Hogwarts como con las canciones
-Si... Hogwarts... me encanta... -susurre sonriendo melancólicamente
-Dilo en serio, si no te gusta lo puedo destrozar aunque no se cae, flota ¡eh! Eso tiene a favor ¿de verdad no te gusta?
-Umm un poco -respondí sonriendo
-¡¿Un poco?! -exclamó ofendido haciéndome reír- ¡Un poco! -repitió esta vez haciéndome cosquillas
-YaYa si me ha gustado! -decía riendo junto a él

Ese era mi padre, quizás no me habría llegado a causar alegria aquello pero él sí lo había hecho, el regalo me había gustado pero me encantaba más la manera en la que él hacía todo tan único.

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora