Inefable - Serendipia

Mal augurio, cruces y...

Debido a los troncos delgados, el viento y frío se volvieron exagerados, intolerables, eso hizo que ambos se quedaran dentro de la tienda sin poder asomarse a las afueras, aunque la noche era bastante estrellada y hermosa, las hojas y el viento tormentoso no permitían estar tranquilo fuera de la tienda de acampar que por suerte ya tenía todos los hechizos de protección que debía tener, aunque... estar dentro de la tienda no era un problema, todo dentro era muy cálido y mientras tuviesen unos tés calientes no habría nada que faltase.

-El recuerdo... el recuerdo que me mostraste -susurraba Lia desde su sofá observando a Regulus en el comedor, no estaba sentado como si comiese algo, había girado la silla chocando con la mesa y viendo al exterior, al frente, donde a unos metros a la derecha se podía ver la entrada de la tienda de acampar, abierta, notándose el exterior- no sabía... -agregaba mientras este se erguía para mirarla con más atención frunciendo el ceño para notar y analizar la mínima expresión de la chica y lo que podía significar- que Sarah y mi mamá...
-Ah... -dijo volviendo a respaldarse sobre su silla, aliviado de que no se tratase de algo más serio, retornando a su estado de despreocupación- sí, no se llevaban bien
-Sí... -susurro ella pensativa- tú no fuiste muy cordial con ella -agregó esta vez juzgante aunque sonreía divertida sabiendo que eso era de esperarse
-Sí... era Gryffindor y te lo dije, no es que me agraden -respondió con completa sinceridad
-Yo soy Gryffindor
-Exacto, como decía -bromeó sonriendo tratando de evitar ver a la chica para no reír
-¡Jah! -bufo con una sonrisa entre divertida y indignada, no dijo más girándose ofendida en su sofá aunque sonreirá fingiendo que le hacía gracia
-Claro que debería agregar qué quizás hay una que si me agrada -dijo a lo que Lia no se inmutó, reprimiendo una sonrisa sabiendo quien era, pero sabiendo que si reaccionaba Regulus agregaría algo como "Claro que no está aquí, en esta tienda de campaña"
-¡Ah! -se levantó con una leve sonrisita no por lo dicho y eso se notaba pero si que era referente a él, por eso se acercaba al comedor con un libro abrazado a ella, sentándose en la mesa a falta de sillas cercanas a ella- sabes... note algo -dijo mirándolo con picardía, él sonrió mirando a otro lado con un suave bufido sabiendo que tendría algo que decir sobre él como venganza a su broma, no lo dejaría pasar- La vez del origami no me fije mucho... -agregó atrayendo su mirada y haciéndole notar el origami con su letra que tenía guardado en su libro- pero es la letra exacta de la carta a... -entonces este quito su mirada nuevamente tratando de no reír sabiendo a lo que iba la chica trayendo ese tema- él señor tenebroso -murmuró en parodia a como si leyera un cuento de misterio- se que estaré muerto antes que leas esto -leyó a la nada con dramatismo exagerado- fui yo quien descubrió tu secreto. Me enfrento a la muerte con la esperanza de que cuando enfrentes tu destino seas mortal -lo imitó con una dramatización del propio Regulus; que resoplo tratando de no reír casi sin poder aguantarse una risitas- una... vez... más. -finalizó con la lectura teatral de un final memorable de una historia con un gran punto final
-Para aclarar esa era una nota final, de no ser por una chica muy exagerada con los relatos
-De nada -sonrió haciendo un agradecimiento teatral aún sentada
-¿Y... como recuerdas todo eso? -preguntó mirando a la chica con los ojos entrecerrados y una sonrisa llena de curiosidad
-Uhm... -Lia quito la mirada fija del chico y miró su libro con nerviosismo, si... quizás había estado muy pendiente a la nota, la cual le había gustado, pero eso no lo iba a decir, contribuir a su vanidad, no, por el bien del mundo- tengo buena memoria -murmuro tímidamente haciendo que este sonriera claramente sin creerle

Se quedó sentada sin mover los pies o moverse en general al estar tan concentrada en ver su libro para no cruzar mirada con el chico, pues sentía muy bien la mirada del chico puesta en ella. Al ponerse más nerviosa de lo que podía soportar decidió salir de la mesa, apenas con un murmullo de iré por té, se levantó y se dirigió a la esquina de la cocina sirviéndose su taza de té con gran lentitud haciendo tiempo para retomar su estado de tranquilidad, en cuanto el plazo de alargamiento de tiempo se acabó, volvió hacia el comedor y dejó la taza sobre la mesa, aunque esta vez no se sentó en la mesa, una silla del lado de Regulus fue jalada por este mismo pasando frente a él y dejándola a un lado donde Lia solía sentarse, aunque posicionada como la silla de esté, apoyada sobre la mesa y mirando al frente.