Don't go breaking my heart

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Regulus avanzó sin escuchar o ignorando lo que había dicho el hombre, por suerte, hermoso dicho por un muggle era una invitación a su propio funeral.

Aún anonadada me había quedado quieta, perpleja sin saber que hacer, observando con confusión lo que ocurría. El hombre del Karaoke con una gran sonrisa me tomo y jalo hasta cerca del escenario, yo negaba con la cabeza reprobando todo eso y veía a Regulus poniendo alguna canción. Me dirigí donde él tratando de frenarlo de eso que haría.

—Regulus... —susurré nerviosa observándolo pero este estaba muy concentrado en la canción que pondría en esa máquina que parecía no escucharme— no creo que... —pase mi vista a lo que había apretado y abrí los ojos sorprendida— ¿Don't go breakin' my heart? —pregunté y este asintió con seriedad aún observando la maquinita, bueno si estaba escuchando— ¿La conoces? —inquirí ahora sonriendo pero quite esa sonrisa de inmediato— no, no es así, aplastaste... ¡Ay! No... no vayas a subirte...

Tarde, el chico ya estaba yendo con seguridad hacia el escenario y yo solo me tapé los ojos apoyándome en la maquinita. Entonces oí a alguien ruidoso decir en un grito "Es un dúo", para mí mala suerte se oyó también "¡Yo! Voy yo". Abrí los ojos preocupada viendo a una muchacha con un gorro extraño ponerse de pie, pase mi vista a Regulus que tenía una sonrisa ladina, maliciosa, nada que pudiera significar algo bueno, entonces trasladé mi vista a sus manos y vi que tenía una de ellas en el bolsillo de su casaca justamente sosteniendo su varita. "¿Por qué la gente se ponía en riesgo siempre?" Me pregunté ya cansada, entonces vi al joven del karaoke: se encogió de hombros con una mueca de "Te dije" con un suspiro de tristeza, pues creía que mi rostro de cansancio se debía a algo más. Rescatar, rescatar eso ya me sacaba suspiros de tristeza, con la respiración entrecortada, tomé, pues estaba más cerca, un micrófono, caminando sin ganas, tragando fuertemente sin ver a nadie pues sabía que el miedo incrementaría. Vi a Regulus quien levantó las cejas haciendo un wow con las manos, asombrado. Solo llegue donde él aún nerviosa observando la luz cegadora con desagrado. El inicio silencioso de la canción empezó, el tintineo de la música acelerando mas mi ansiedad y... entrada.

—Don't go breaking my heart —susurre viendo a la pantalla de la letra, fingiendo no saber la canción pues quería concentrarme en algo que no fuera el lugar o la gente, y claro que quizás yo debía cantar todo— i...
—I couldn't if I tried —este siguió con un canto más grande que el mío, claro no era difícil pues yo apenas y susurré, negó con la cabeza en medio de su canto pues iba de acuerdo a la canción, lo vi asustada y sorprendida con una suave sonrisa, pues no había leído la letra y se que era así, ni siquiera habría entendido si hubiese tratado de leerlo eso se notaba
—Honey if I get restless —continué ahora más acorde a la canción pero aún incomoda con la gente que gritaba, ya no veía la letra ahora veía a Regulus quien parecía indicarme que lo hacía bien, parecía estar disfrutando de la canción más que yo
—Baby you're not that kind —canto sonriendo y negando por lo qué lo mire fingiendo estar ofendida claramente riendo

Tin, Tin, Tin, Tin, ¡Tin! Con el brazo en alto, por cada uno de esos Regulus dio un toque lo cual quedó extrañamente perfecto.

—Don't go breaking my heart —cantó él y la mayoría de chicas gritó cosa que me sorprendió y hizo que apretara los labios para no reír
—You take the weight off of me —dije achicando un poco los ojos por el brillo que habían encendido y resplandecía en nuestro rostro, estaba agradecida con el chico del karaoke que gritó para que lo quitaran y gracias a Merlin le hicieron caso
—Honey when you knock on my door —tocó una puerta imaginaria
—Ooh, I gave you my key —simule tener una llave y una cerradura siendo abierta y este sonrió al parecer entusiasmado de mi creciente mínima soltura musical

Tomó mi mano moviéndola para ir más acorde al ritmo, entonces: ¡Woo hoo! Un grito de parte de todos, aunque el gritó más fuerte de parte del público; era muy claro de quién era

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora