Inefable - Serendipia

Regulus y Grayson

La sala común de Slytherin no era lugar de pelea, como cualquier otra sala común había orden, el requerido por el bien de la casa ya que por supuesto recibirían castigos de sus jefes de casa, aunque Slughorn no el jefe de casa más temido o estricto, aún así tenía autoridad y respeto, y claro los premios anuales y prefectos ayudaban, y debido a eso la razón por la que los problemas se daban fuera de las salas comunes, siendo el caso de Snape con los merodeadores, esa era una gran demostración de lo que podría ocurrir fuera y claro estando cada quien en su sala común por lo menos había paz, eso no era lo ocurría con la espina en el pie de Regulus, su espina en el pie era de su misma casa, recudía en su misma sala común y aunque evitaba las pelas menospreciando al chico a nada (ocasionando más odio) no podía ignorar las acciones del hombre que no le agradaba.

-¿Es fanatico tuyo o te odia? -le preguntó Sarah mientras caminaban por los pasillos de Hogwarts notando que el chico Grayson había visto a Regulus mientras pasaban aunque Regulus ni siquiera lo había notado o le había interesado
-¿Crees que me importa? -preguntó desinteresado por el tema algo aburrido de hablar de quien no le interesaba
-Debería, es un tipo muy detestable
-Y es por eso que no me importa
-Nunca te molesta pero si te mira con odio, nunca hace nada pero molesta en todo, bueno con que no se acerque a mí, oi que intenta hacer magia negra o probar hechizos con chicos menores que él o que considera más débiles, no se habría metido contigo si no hubieses defendido a un tonto elfo
-¿Un tonto elfo? -preguntó Regulus mirando a Sarah sin nada de gracia
-Ya... no empieces
-Sarah -sonrió fingidamente- si no saliéramos serias de las personas que odio, ¡Ah! Puedes ser los dos
-Regulus -dijo mientras este seguía su caminata pues Sarah ya había llegado a su clase de mágica terrestre- no vamos a ser el tipo de esposos que se odian - grito y este aún caminando giro riendo
-Noooh, tú y yo sabemos que no seremos esposos

Sarah lo miró enojada aunque no dijo nada, muy dentro suyo sabía y había entendido lo que Regulus era para ella así como ella para él, una amiga y amigo al que detestaba pero adoraba con todo su corazón, eso verdad estaba muy dentro suyo tan oculta que Sarah aún no aceptaba que no fuese la relación para su vida pues ellos eran lo que se esperaba y se debía, la familia, el nombre y la pureza de la sangre eran el significado de lo perfecto para ella y todos, claro que el que se llevara bien con Regulus (a su manera) era un punto muy a favor.

Como Sarah ya había mencionado, no lo respecto a su relación, lo respecto al chico un hombre llamado Grayson, un chico pariente de Gibbon, el último mencionado no era mejor que el primero, hace ya bastante tiempo que Grayson odiaba a Regulus, al principio pretendió ser parte de los chicos con potencial a algo más, algo más en la vida de los magos tenebrosos, mortifagos, pero cuando surgió el imprecado con un elfo... todo fue echado a la borda, como se era de esperar el sujeto tenía un elfo de familia, no era querido ni respetado, para Grayson tratarlos con desprecio era cosa del día a día algo fabuloso a su parecer, como ser inferior a él debia ser tratado, el error fue cuando intento meterse con un elfo en el momento que no debia, delante de sus compañeros, creyéndose el mejor y burlándose de uno mientras lo maltrataba, no habría sido detenido por nadie de no ser por Regulus, a los demás poco le importaban los elfos hasta se reían de lo que Grayson hacía, el golpe impartido del chico a Grayson fue como el de este al elfo demostrando que así como él creía ser mejor que el elfo Regulus podía serlo ante él y imponerse como debía. Claramente no fue bien tomado, su odio se fomentó por las risas de los demás y cuando trató de vengarse a la llegada de un elfo llamado Kreacher le fue peor, no hubieron risas pero con el tiempo, mucho tiempo, se percató de que ser considera un mortífago no se le haría tan fácil como a otros, el título de cobarde y nada respetable ya se le había dado y con justa razón pues siempre se metía con los débiles, no podía meterse con los demás pues sus hechizos oscuros lo condenaban a la expulsión, claro de ser más "valiente" o inteligente habría actuado como Severus, pero no lo era. Claramente sus intentos de atacar a los más "débiles" no quedaron atrás, no, ahora más que antes pues él había entrenado tanto que creía ser mejor que cualquiera, sabía que buscaría problemas pero ya los tenía, por eso mientras estaban en los pasillos de ida al patio, por la salida y los pasillos cerca al comedor y cocina, no dudo en acercarse a una elfina la cual estaba hablando con Regulus, este le sonreía con amabilidad prestándole atención siendo interrumpidos por Grayson, él no hablo con ella, más bien se acercó a decir que la necesitaba sin siquiera decir más, de manera extrañamente tranquila Regulus le dijo que se largara, siendo respetuoso por la elfina presente.