Conejito, conejito

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Lia apareció en el lugar donde dejaría a los pequeños gracias al mapa, que hizo que recordara una fuente, una fuente en dicho lugar, no sabía si quedaba cerca o lejos de dónde debía llevarlos lo que sabía era que tenía una imagen clara y sitio exacto en su mente al cual podía trasladarse. Imploró llegar bien con ambos niños y sin ninguna desparticion y por suerte así fue, llegaron justo frente a la fuente que recordaba tan bien, ahora agradecía a Hermione por haberla invitado a ese lago y visitar esa fuente, esa en general, pues le había encantado y ahora le servía de mucho pues entre tantos lugares uno que ella conociera era una ganga pues no era la más grande visitadora de lugares, mucho menos solita.

-¿Tienes la carta? -preguntó al pequeño que estaba observando el lugar, todo a detalle al igual que la pequeña que giraba viendo el lugar
-Si -dijo entregándole la carta- ¡Yo recuerdo este sitio! -exclamó entusiasmado

La chica leyó la carta de nuevo, estaba el lugar y la calle definida para los pequeños, para que pudieran encontrarlo, en colores para que lo memorizaran mejor aunque ahora no lo necesitaban teniendo a Lia, pero ella agradecía el gesto, avanzó con rapidez al lugar indicado, iba a tardar el menor tiempo posible, no quería que Regulus pensara que algo malo ocurría. Se percató del lugar seguro al ver como ambos niños corrieron dónde una señora llamándola "mamá" a gritos y llantos, no podía acercarse, no más de lo que ya estaba pues seguro la señora iba a hacerle un cuestionario, debido a esto se giro y trato de avanzar siendo atrapada por el pequeño niño que grito, diciendo que ahí estaba la chica que los había ayudado, eso hizo que su madre corriera donde la chica impidiendo que se marchara.

-Ah... no... no es nada, estaban solos y...
-Muchas gracias -agradeció su madre por milésima vez, abrazando a la chica
-Ah... no es nada... -repitió nuevamente tratando de que todos los agradecimientos frenaran, ya estaba dentro de su casa y requería irse pero la señora no la dejaba
-En serio, devolviste mi alma a mi cuerpo -confesó realmente agradecida por lo que Lia sólo apretó los labios con una sonrisa casi triste sintiendo que así era como se sentía su padre, sin alma en el cuerpo mientras ella estaba lejos de él
-Ya... -dijo señalando la puerta por lo que la mujer se levantó ayudando a la chica a levantarse del sofá
-Lo siento, si... debes irte... pero... yo... no sé cómo puedo...
-Está bien -intervino restándole importancia- solo... cuide mucho de ellos -agregó señalando con la mirada a los dos pequeños

La pequeña corrió donde ella y la abrazo y para su sorpresa el pequeño siguió a su hermana abrazándola también, aunque le encantaba aquello quería irse ya habían pasado unos veinte minutos y lo que menos quería era que el chico pensara que algo malo había ocurrido.

-Adiós -finalizó despidiéndose moviendo las manos y saliendo de la casa

Decidió ir hacia la fuente pues temía que el lugar estuviese hechizado para no aparecerte directamente ahí si no en los lugares cercanos, hizo eso y al fin llegando a la fuente decidió desaparecerse, no en la casa como tal si no fuera, era mejor, apareció entre los árboles, mirando que aun no anochecía por lo que esperaba no haber preocupado mucho a Regulus

-Menos de veinticinco minutos -comentó limpiándose el polvo que había ocasionado al llegar al lugar con tierra, giro y entonces su alma salió de su cuerpo dejándola helada y con la cara pálida del susto

Delante suyo, en la casa en la que hace unos minutos había estado ahora tenía un Aura verdoso, sobre todo había una gran y enorme marca tenebrosa, verde y clara y aunque aún era de día todo estaba nublado como si los dementores se hubiesen adueñado del lugar y hubiesen quitado todo tipo de felicidad, había pasado algo malo, muy malo y no sabía porqué, no sabía nada y no sabía si Regulus estaba ahí dentro o había huido, no sabía que hacer. Se escondió detrás del árbol con rapidez pues un carroñero se acercaba a dónde estaba, había hecho ruido con su aparición y afuera de la casa estaban unos cuantos carroñeros cuidando el lugar. Podía desaparecerse y irse, Regulus podía haber huido, "o no" fue lo último que pensó, teniendo en cuenta la marca en el cielo le fue más fácil dar con su respuesta, no lo había hecho, la marca estaba ahí para denotar que había peligro y los mortifagos solían marcharse luego de hacerlas, a menos que se marcharan en ese momento nada estaría mal pero ya habían pasado unos minutos y no creía que todo fuese reciente teniendo en cuenta que habían mortifagos ya en posiciones.

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora