Inefable - Serendipia

Heridas y daños

Lia respiraba con dificultad, con el pecho asfixiándola, no por cansancio si no porque reprimía el dolor que sentía, muy dentro suyo sabía que su respuesta ya estaba decidida y le dolía mucho, demasiado, aunque no podía llorar, no cuando tenía cosas por hacer, cuando tenía que pensar en algo más que en lamentos, con las manos temblorosas puso el corcho en el frasco y levantó su varita apuntando al pensadero, con los ojos húmedos resistiendo que cayeran las lágrimas hizo que el recuerdo se elevara, flotó fuera del pensadero como si de una nube brillosa y larga se tratase, su mentón temblaba por reprimir el dolor pues el recuerdo celeste poco a poco iba descendiendo, cayendo al suelo, desapareciendo en este como si nunca hubiese existido haciendo que las lágrimas de la chica cayeran sin poder ser reprimidas ni un segundo más.
Lo único que tenía de su madre, un recuerdo en su mente, era algo borroso algo que venía con cosas extrañas que se negaba a recordar, no tenía algo más que un recuerdo que evitaba tener, algo que no veía por completo, y ahora que había conseguido un recuerdo donde podía sentir que su madre le hablaba... tan solo había desaparecido como si nunca hubiese existido.

La chica se limpió las lágrimas pasando el brazo por su rostro con fuerza como regañándose a sí misma por perder el tiempo, por eso busco su brújula mágica y al encontrarla la agarró con fuerza, poniéndose la capucha y cubriéndose el rostro, saliendo del lugar y corriendo como nunca.

-¡EL SALÓN DEL PIANO IDIOTAS! -gritó uno a otros que al parecer no sabían a dónde ir, iban de un lado a otro sin poder direccionarse bien, Lia habría sido una de ellos de no ser por la brújula mágica- NO SE ESCAPARA DE AQUÍ

Lia los observó de reojo mientras corría, estaban atentos a tanto y nada a la vez que no se percataban de ella o simplemente creían que era una de ellos yendo donde el que había ocasionado el escándalo.

-Au... -dijo al momento que su pierna chocó con una escalera por su distracción, no fue muy fuerte por lo que siguió sin más distracciones

La chica era más veloz, sorprendentemente no se había cansado debido a la adrenalina del momento y por eso no sentía el verdadero dolor de los golpes que tenía, era más ágil y sigilosa que los demás por lo qué tenía un poco más de ventaja. Algo que entendió fue el que no supieran a dónde ir pues el camino no tenía muchos daños, no por fuera, por fuera se veía todo como antes, pulcro y sin daños pero cuando entró al salón del piano observó todo destrozado, las ventanas, el techo y las paredes rotas, polvo y piedras, pasó lentamente como si viera obras de un museo o un castillo como el de Hogwarts, sin palabras respecto a lo que veía, no sabía que había ocurrido pues no daba con Regulus pero sí observó un cuerpo tumbado en el piso de la esquina contraria, uno con una capa negra y que sabía no era conocida.

-¡¿Que haces aquí?! -escucho de parte de Regulus que la jalaba, quitándola del centro y llevándola hacia atrás
-¿Ah...? -apenas se escuchó de su parte pues seguía con la mirada ida- yo... ¿El... -no pudo decir más pues este la apartó y lanzó un hechizo al hombre por el que Lia iba a preguntar, había creído que ya había acabado con él pero seguía con vida bajo los escombros que continuaban cayendo
-No... ¿Qué haces aquí? ¡NO DEBERÍAS ESTAR AQUÍ! -la molesto llevándola más atrás de la puerta aunque la chica se zafaba del agarre

Este la veía a ella y a la puerta y al hombre, tratando de vigilar todo para que no ocurriera algo que no quisiera, a la chica le ponía la mano en el brazo cualquiera que pudiese pues Lia lo quitaba y a Grayson lo mantenía vigilado por unos segundos con miedo de que atacara a quien estaba con él, claro y a la puerta no tenía que olvidarse que por ahí entrarían miles de personas queriendo matarlos.

-Sé como...
-¡NO! No... no... que... -decía frustrado e irritado- ¿¡Por qué!? ¿Por qué volviste? -preguntó como si la chica hubiese cometido la peor de las estupideces
-Es... -no termino pues una parte del techo había caído sobre Grayson y uno de los trozos y piedras habían saltado hacia ellos siendo uno el que chocó contra Regulus
-Lia -habló sin sentir el dolor del golpe y no porque fuese un golpe suave simplemente tenía algo más importante de lo que preocuparse que el dolor- no puedes quedarte aquí