Morsmordre

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El chico se encontraba revisando los cuadros de la chimenea cuando sintió que algo no andaba bien, un gran efecto extraño y ruido turbulento hizo que dejara el marco sobre la chimenea y sin siquiera tener tiempo de moverse un paso la puerta fue destrozada, haciendo que este observara el lugar con recelo, confundido pues no había pasado ni siquiera veinte segundos desde que Lia había partido. Entraba uno tras de otro diferentes carroñeros, esta vez no eran los mismos de aquella vez, los mismos carroñeros, no, está vez entre ellos tenían a un mortifago, un hombre y no era uno cualquiera, lamentablemente para infortunio suyo era un mortífago con años de experiencia y eso hacía que lo reconociera, pero Regulus no se preocupó por eso, siguió su vista a todos ahí, diez carroñeros y el mortífago que ya había mencionado pero ninguno le importaba, quería saber si Lia había logrado irse sin problemas y todo indicaba que era así, por eso no se preocupaba o asustaba, estaba normal extrañamente despreocupado como si no tuviera delante suya asesinos a sangre fría. Siendo que estaba solo y su escapatoria era casi nula teniendo en cuenta a las personas ahí, no podía escapar con facilidad y hacer eso solo pondría en riesgo a la chica que en unos minutos llegaría a ese lugar, decidió realizar el hechizo Morsmordre, podía resistir, de alguna manera podía hacerlo, pero salir de ahí..., no, si iba a ser lastimado esta vez quería ser el único, la chica notaría la marca en el cielo y entonces se iría, con un poco de suerte pensaría que él habría huido y se salvaría, eso marca le indicaba el peligro, muerte y que debía huir.

-¿Que rayos haces? -preguntó el mortifago con la cara llena de fastidio
-¿A tu amo no le gusta? -le preguntó Regulus con una sonrisa despreocupada haciendo que esté se enojara más
-Regulus Black... -murmuro tratando de fingir no estar tan sorprendido como lo estaba- ¿Como mierda sigues así de joven? -preguntó haciendo que el chico sonriera sin tomarlo en serio
-¿Te interesa mucho? -preguntó divertido haciendo que un carroñero avanzara aunque Regulus ni siquiera se inmuto sabiendo muy bien que el mortífago lo detendría, la vanidad entre ellos era ya muy bien conocida
-Quieto -lo freno empujándolo hacia atrás
-Sí, hazle caso -comentó Regulus burlesco pues quería hacerle notar la burla en aquella orden cosa que dio en el orgullo del carroñero que quito la mano del mortífago

Miro al mortífago y este al carroñero como demostrándole dónde estaba, su lugar, pero el orgullo del carroñero había sido tocado, justamente por eso esté lo empujo devolviéndole el golpe que claramente él mortífago no dejaría pasar ocasionando una corta discusión que terminó con el carroñero en el suelo sin conciencia, aquello causó una sonrisa de satisfacción en Regulus que permanecía a un lado, en calma, como sí aquello no lo hubiese causado él.

-¡BASTA DE MIERDAS! -gritó el hombre hacia los carroñeros atrás suya que lo observaban como si su orgullo también hubiese sido tocado pero no actuaban como el que ya estaba en el suelo- Basta Black -agregó hacia Regulus que se señaló a sí mismo con fingida parodiada y burlesca ingenuidad
-¿Yo? -preguntó mirando a los lados como si acaso fuese a encontrarse a otro Black
-Basta de tus mierdas, basta todos, en posición de ataque, tú -agregó señalando a un carroñero que estaba en frente de los demás- busca arriba, lleva un grupo- agregó mientras entraban- ustedes en el primer piso y ustedes afuera -grito hacia unos que lo miraban sin saber que hacer- y tú -agregó para otro que estaba al lado suyo, no era como los demás al parecer este tenía su confianza por eso no se había movido ante sus gritos- busca a Mulciber, traerlo aquí y no digas nada

Ambos chicos ahí sabían a que se refería con "No digas nada" era más valioso Regulus a vista de ellos que de más personas, mientras ellos tuvieran la primicia todo los beneficiaría, si el chico no seguía de su parte o si, todo tipo de información era válida y si colaboraba sería mejor, si seguía con los ideales del señor tenebroso ese día y ellos serían glorificados por aquel descubrimiento por lo que sea que fuera lo que había mantenido joven al chico, que lo había mantenido oculto y sin problemas, de no ser así pues necesitaba más gente, gente de su confianza y gente con retorcidas ideas para que quien no quisiera hablar lo hiciera, y Regulus era de los que no querían hablar

-Que no traiga muchos, hay algo aquí que le gustará saber al señor tenebroso -informó dándole una palmadita en el hombro indicándole que se marchará

Entonces su atención volvió a Regulus que lo esperaba paciente y con parodiada inocencia, lo observó a detalle aún con la sorpresa del inicio, queriendo ver con tan sólo la mirada de este lo que pasaría y al parecer ambos ya lo sabían, no hablaría, no como el hombre lo esperaba por lo que se avecinaba una no muy agradable charla.

-No hablaras... -murmuro caminando por el lugar como si acaso tuviese curiosidad por los objetos de la casa, pero en realidad nada le importaba más que saber como el chico estaba vivo y así- ¿Recuerdas tu cercanía con nosotros? -preguntó y el chico sonrió- nula... -murmuro tomando un peluchito viejo y lleno de polvo del sofá- creyéndote mejor que todos por ser un Black
-¿Te afectó tanto? -preguntó Regulus entretenido, ganándose la mirada llena de odio del tipo
-Pero te juntabas con Snape, Rosier y esos otros, hasta la chica de Ravenclaw, odiabas todo lo que nosotros y te agradaba el señor tenebroso pero no te juntabas con nosotros, era... desinterés quiero cre... -empezó a decir como si acaso lo amenazara a aceptar que el desinterés era el hecho y la respuesta
-No, simplemente no me agradaban -intervino este con tranquilidad y completa sinceridad- ¿Empezamos o quieres seguir con tu sentimentalismo? Porque en serio prefiero ser torturado a seguir escuchándote

Si tenía que sacrificarse por una oportunidad para la chica lo haría, había acabado en la cueva por la eternidad y ya había predicho terminar sus días en aquel momento, tener días de más había sido algo que no había imaginado, algo que la chica había cumplido y no sólo habían sido días, era toda una vida que pensaba ya había terminado, habían sido los mejores días que nunca jamás había podido ni siquiera llegar a imaginar. Por eso permanecía en calma, como si aceptara lo que fuese a venir, tranquilo, despreocupado, no le daba miedo el hecho de la tortura o que podía estar viviendo sus últimos momentos, ya había experimentado eso antes, era similar y diferente a la vez, sabía su propósito y lo aceptaba y aceptaba dar su vida en ambos casos.

-Última oportunidad Black, tienes la marca, si hablas serás más que bien recibido -le propuso el hombre viendo en esto una gran oportunidad tanto para el Black como para él
-No, gracias, pasó, no me agradan, ni ustedes ni su querido señor tenebroso, mucho menos lo que hacen

Dibujo una leve sonrisa en su rostro orgulloso de lo que había dicho, sabiendo muy bien que tenía ahora más que nunca muy claros sus ideales y ser como ellos no era uno de esos. Dejó el bolso de Lia a un lado con mucho cuidado, no por lo que llevaba dentro si no por lo valioso que era para la chica, no quería que se maltratara por si algún día volvía a por este, quería que lo encontrara tal cual y supiera que no había huido con el bolso, que él horrocrux dentro no podía ni siquiera hacerle cambiar de opinión siendo el alma de la persona más cruel y horrible nunca antes vista.

-Bien Black... -acepto el hombre sonriendo como si acaso no le sorprendiera aquello si no ya se lo hubiese esperado, después de aborrecerlos a ellos no faltaba mucho para que aborreciera todo- como tú desees -agregó quieto delante de él, ambos con una sonrisa, como si supieran lo que pasaría, sin miedo a nada, aceptando su destino

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora