Inefable - Serendipia

Buen hijo, mala hija

Una ves dentro del auto, Lia saco un mapa de la cajuela ninguno había dicho nada desde que entraron por lo que ella fue la primera en hablar, o no, sólo indicarle lo que le mostraba, el mapa con una marca roja que decía "Fletcher" dando a notar el punto de encuentro eso era un mayor descubrimiento que cualquier otro ahora sabían donde estaban y sabían a donde debían dirigirse para llegar al centro de Londres, donde llegarían al callejón Diagon.

-Con esto... -habló Regulus frenándose para aclararse la garganta y continuar debido a que tenía las primeras palabras- llegaremos hasta este punto -agregó señalando con el dedo a un punto en el mapa que mostraba el punto perfecto entre la carretera y el bosque cercando un camino no muy largo para la primera caminata, un bosque, pequeño pueblito, el bosque grande y listo
-¿Atrás? -preguntó Lia confundida por lo que Regulus sonrió y hizo que las manos de Lia giraran el mapa- oh...
-Será más peligroso -agregó mostrándole los lugares cercanos, si, esos lugares eran los que más vigilancia tenían tal cual había experimentado con Ron, Harry y Hermione
-Lo sé -respondió sonriendo, apartando el mapa dejándolo a un lado- ahora... -agregó sujetando la mano del chico, la mano la cual había usado para señalar los lugares, ahí había notado sus nudillos heridos, no tan graves pero lo suficiente como para que Lia lo notara y empezara a curarlo

No se detuvieron hasta llegar al final del camino, no faltaba mucho y dentro de todo el auto del funcionó mejor de lo que creían, añadiendo que Regulus había conducido a gran velocidad el tiempo de recorrido se redujo bastante aunque Lia ni siquiera lo había notado pues se había quedado dormida, sosteniendo aún la mano del chico que no hizo ademán de querer quitarse del agarre, conduciendo con una sola mano con éxito.

-No caminaremos más -informó Regulus deteniendo a Lia que estaba empujando unas ramas para continuar la caminata
-Okey -aceptó sin quejas, encontrarse con un animal terrible en medio de la noche no le llamaba la atención, descansar más, sí

Un lugar de descanso era más seguro que caminar en medio de la noche, con toda la oscuridad del mundo apenas notándose el uno al otra por su luminiscencia, tenían la desventaja de ser atacados en tierra ajena por lo que reanudar la caminata el día siguiente al salir los rayos del sol fue la mejor solución. Pusieron la tienda de campaña en un buen lugar, escondido pero espacioso, protegiéndolo con hechizos para luego entrar y tomar asiento, no en el comedor como las otras veces, esta vez Lia fue hacia el sofá principal y se sentó en el piso a los pies de este, acogida por la alfombra que daba cobijo a Regulus que tomaba asiento al lado de la chica, con aura cansada, agotado por lo que había ocurrido, plasmando su atención en la varita que apenas hace unas horas había recuperado.

-¿Es de tu madre no? -preguntó Lia que aunque jamás había visto la varita sabía a quien le pertenecía pues solo había un tema que podía poner al chico de esa manera, Regulus sólo asintió sin quitar la vista de la varita, completamente sumido en los recuerdos que tenía al verla- lo siento... -susurró lamentándose muchas cosas, que tuviese que ver a alguien con la varita de su madre, no haber hecho más para que Mundungus dejara las cosas de los Black, no poder ayudarlo como quería, no saber qué hacer
-Tú no hiciste nada -susurro mirándola con una ligera sonrisa aún teniendo los ojos cristalizados, recordándole las palabras que ella había dicho hace ya un tiempo atrás
-No... no hice nada... -murmuró ella recostándose en los pies del sofá sumergida en sus pensamientos- tú eres un buen hijo -agregó espectando la varita que el chico tenía en la mano

El chico la miro intrigado, tratando de descubrir lo que pasaba, no pudo ni siquiera oír algún pensamiento o permitirse entrar en su mente pues Lia se levantó, yendo hacia la cocina para poner a hervir un poco de agua.

-¿No eres una buena hija? -preguntó cuando Lia se sentó a su lado dejando una taza de té al lado de él, entregándosela, mientras sorbía su té, la chica pasó el trago y miro al frente decaída pero fingiendo estar normal, su respuesta fue encogerse de hombros sin saber la verdadera respuesta- yo diría que si -susurrro mirándola esperando su reacción
-No lo soy, para ninguno -susurro dentro si, ahogándose en sus pensamientos
-Mentira -dijo negando a lo que Lia decía por lo que la chica movió la cabeza sin querer que continuara, diría algo bueno pero no era así, ella no lo notaba así- no...
-No soy... no lo soy -lo detuvo antes de que continuara- no fui ninguna vez a donde... esta ella... a -freno sin poder decir su tumba- no te imaginas lo cruel que debe ser para ella saber que su propia hija no la visitó, por años -completo sintiendo la mirada del chico en ella por lo que conectó sus miradas, mirando al chico, Lia con los ojos nublados rehusándose a llorar- no tiene rosas, no tiene nada, donde está su cuerpo no..., ni una vez, no tuve el valor de ir, de dejarle algo -confesó reprimiendo todo su dolor aún tratando de no llorar
-Yo no... tampoco... -trato de contradecirla pero ella negó con la cabeza silenciándolo
-Tú no lo hiciste porque estabas en la cueva, petrificado -intervino ella mirando a un lado con un gran suspiro y decaimiento- cuando lo supiste fuiste, no hizo falta años... yo... yo no pude, al principio era porque mi padre y yo no podíamos salir como todos... pero después... yo no... no...
-Esta bien -dijo frenándola, agarrando su rostro para que lo viera- Hazlo ahora, vamos, iré contigo a donde quieras
-Ay... -suspiró la chica aún más triste, sintiendo las palabras extremadamente perfectas, tanto que parecían irreales- yo no...
-Ahora, mañana, cuando estés lista -interrumpió para hacerle saber que no había prisas, que no tenía porque sentir la presión de hacer todo ya- no creo que tu madre se enoje por eso -dijo sacando una ligera sonrisa en la chica
-Lo siento -susurro ella casi vocalizando las palabras- tú estabas...
-Bien contigo -intervino antes de que terminara con tal rapidez que ni siquiera pensó en lo que decía volviendo a repetir las palabras "Mierda" "Ya ni siquiera pienso en lo que digo" cerrando los ojos por unos segundos lamentándose de aquello- bien... -repitió pensando en que decir mientras Lia lo veía un poco confundida- bien aquí, en fin eso no importa -finalizó el tema fingiendo que jamás dijo algo
-Bien... -susurró Lia sonriéndole sin olvidar lo que había dicho
-Es claro que sí los dos estamos mal nada saldrá bien, pero si estamos bien... todo estará... bien -agregó sin quitar el contacto visual con chica en ningún segundo, inmersos el uno al otro en esa paz, en ese silencio sin espera de nada solo eso, calma

En cuanto el sol salió y el día templado llegó a la tienda de acampar, los dos chicos salieron, guardando la tienda de su parada temporal, retomando la caminata. Lia se sostenía de diversos árboles para bajar los desniveles mientras que Regulus iba atrás suya, observando y cuidando tanto el frente como las espaldas de ambos.

-Tiene un retrato -informó Lia girandose para verlo caminando de espaldas, despacio, viendo la reacción del chico esperando que no le incomodara que hablara de un tema que no tenía que ver con los Horrocrux
-¿Mhm? -entrecerró los ojos por unos segundos sin entender a lo que Lia se referida
-Mi madre -explicó la chica con los ojos iluminados- tiene un retrato en San Mungo, estaba... pensando en empezar por ahí... ya que iremos al centro de Londres la entrada a San Mungo no es muy lejana... solo si no te...
-No -se adelantó sonriéndole, encantado por el gran avance de Lia y el tema de su madre- sería perfecto -agregó y Lia le sonrió agradecida por todo lo que hacía

Continuaron el recorrido a paso lento, tranquilo, sin ansias porque acabará, no era porque no quisieran llegar, querían pero no tenían prisa por hacerlo disfrutaban el hecho de caminar por el bosque, uno iluminado y brillante, lleno de hojas vivas, con sol nada asfixiante si no relajante.

-Tu amigo... -hablo Regulus que bajaba un desnivel del bosque sin problema pues Lia se tomaba de los árboles, bajando con gran equilibrio pero con precaución por si había algún lugar resbaladizo
-¿Harry? -preguntó entendiendo que podía ser a quien se refería debido a la charla que estaban teniendo
-Si el igual de ya sabes quien ¿Está conectado... con?
-Si... algo así, siente donde están los horrocrux de manera... extraña -dijo nada pensativa teniendo clara la respuesta, no podía fingir que esa era una novedad, dentro suyo lo sabía sólo que nunca lo había pensado tanto por miedo a descubrir más- una conexión, así lo llamaba Dumbledore -agregó queriendo terminar el tema lo más rápido que podía
-Lia...
-¿Uhm?
-Él... -sí, Regulus también daba con lo mismo, aunque el sí lo había pensado muy bien sin miedo a ningún resultado, no era nada de Harry y ver muy posible que fuese un Horrocrux no lo preocupaba pero si quería saber si Lia entendía que significaba eso
-No lo digas -intervino la chica sin frenar su caminata, sería como antes, entonces él lo entendía, oírlo lo haría real y eso era algo que ella temia
-Está bien -acepto sin más dejando ese tema atrás pero sin poder evitar entrar en otro- Lia... esto es muy peligroso
-Ujum, lo sé
-No, de verdad, mas para... tu amiga
-¿Hermione...? -preguntó girándose a verlo, no era tonta sabia por qué lo decía pero no entendía porque hablaba de algo que no pasaba, no quería pensar en eso
-Sí, es sangre sucia
-Si pero...
-Los mortifagos y también los que no lo son, aún peor, por qué a veces los que no son mortifagos pero lo siguen pueden ser... no mejores pero si más aberrantes
-¿Por qué...?
-Hay que ser claros, quien tu sabes preservaba y quería tener esa apariencia de pureza, elegancia se que no son los términos correctos pero marcaba a quienes harían lo debido, maldiciones y cosas así, algo no tan primate como son los que no tienen la marca, sólo quería a gente que podía llegar a tener modales aunque llegaran a ser retorcidos, pero los que no están marcados son iguales de malos pero de diferente forma -dijo y la chica lo miro sin decir nada, claramente comprendiéndolo por lo que esté prosiguió- Realmente los que son mortifagos o son sangre puras o son mestizos que no toleran a los sangre sucia, en su mayoría lo primero, los otros que no tienen la marca similar pero terminan siendo en su mayoría mestizos, a lo que quiero llegar es que ellos si harían algunas cosas que nosotros no, ya sea con los sangre sucia o otros -nuevamente la chica no dijo nada, como ejemplo de aquello tenía a Greyback, un hombre que se dedicaba a convertir niños en hombres lobos y ese sólo era un punto- No quiero preocuparte pero son peligrosos y tú al formar parte del grupo del hijo de Potter estás siendo... un blanco, como tus otros amigos, debemos tener cuidado, lo sabes, ¿Ellos lo saben?
-Si, sí... ellos estarán bien