Comadreja

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Lia se levantó y movió su varita en dirección al caldero que empezó a mezclar su contenido lentamente, de lado a lado, izquierda o derecha, una vez o dos, como Lia lo requería. Ella se dirigió al tronco solo que no volvió a sentarse ahí, se sentó en la hierba dejando atrás suya al tronco, justo para poder respaldarse. Pensaba entonces que este sí había visto los pelos de Thestral, hasta el único pelo que se había olvidado.

-Los ve -susurro pensativa mientras este se levantaba- Tú vez a los Thestral... -agregó en voz alta
-Uhm -Regulus apretó los labios mientras caminaba hacia el tronco
-¿Como?
-Mis respuestas no te van a gustar -respondió este sentándose en el tronco nuevamente, ella se quedó callada aún curiosa por lo que este se arremangó la camisa haciendo que ella voltease y viese su marca- Eso te responderá

Ella respiro profundamente pues si, eso había sido una respuesta más directa y clara que cualquier otra. Se concentró en la marca de color muy potente, entonces pensaba en todo lo que podía conllevar eso, tal cual había querido Regulus que entendiera.

-¿Y qué pasa contigo? -pregunto él volviendo al tema principal, la negación de Lia a dormir- ¿Estás bien? Quizás te puedo ayudar
-Uhm... ¿Ayudar?
-A dormir, es justo, pague el favor de la cueva al hacerte saltar, ahora pagaré lo de la pomada...
-Jah -ella sonrió divertida con ese intercambio de "favores"- no es nada -agregó negándose a eso, no lo había hecho para sacar un beneficio y tampoco quería continuar el tema
-Vamos, dime
-No es nada... no es nada importante -agregó pero este seguía con el gesto de querer saber más- es algo... tonto, vas a burlarte -agrego en un susurro
-No lo haré -dijo con seriedad
-Es... bueno, me da... esto... mi boggart es... lo profundo del mar -respondió rápidamente. Regulus no respondió pues se había quedado anonadado- Es estupido -agregó ella fingiendo normalidad, pero la hierba que arrancaba no diría exactamente lo mismo
-Tú fuiste... -susurro Regulus aún anonadado pensando en el hecho de que Lia lo había rescatado precisamente de ese lugar- aún así fuiste a la cueva -añadió y Lia asintió sin darle tanta importancia

Ella seguía cortando en pequeños retazos las hojas, lanzando las más pequeñas a un lado para agarrar nuevas. Él por otro lado con un respiro hondo observó la catarata, en frente de ambos, entonces empezaba a entender el pánico que ella había tenido cuando este había decidido lanzarse.
Al lanzar las hojas por su izquierda Lia se percató de la mirada de Regulus, fija en la catarata.

-No duermo... no porque caímos ahí, no suele afectarme el agua... nadar en ella, en cuanto no tenga nada adentro o vea hacia el fondo, en realidad no duermo por el ruido... -respondió a la pregunta que había iniciado todo- el ruido del agua hace que imagine cosas mientras duermo

Regulus abrió los labios levemente tratando de decir algo pero tuvo que detenerse para atrapar algo que había subido por el tronco y planeaba lanzarse al regazo de Lia, quien ahora asustada miro a Regulus sosteniendo en el aire a una comadreja, la misma de unas horas antes. El animal gruñó mostrando sus dientesitos, no le había agradado que lo sujetaran pero no parecía haber ido a atacar a Lia si no que le había agradado la chica aunque Lia precisamente no lo quería junto a ella.

-Ay... -Lia se alejó con miedo al ver los colmillitos del animal, arrodillándose pues así se levantaría más rápido si tenía que huir
-¿Otra vez? -se preguntó Regulus observando a la comadreja con fastidio

Regulus puso su varita en el cuello del animal levantando su carita con un suave movimiento de la varita, Lia abrió los ojos asustada y negó con la cabeza tratando de impedir la "muerte" de la comadreja, aún así Regulus no pudo ver eso pues la comadreja había gruñido, esto no perturbó la calma de él pues con tranquilidad lo elevó pero ahora con magia pues pretendía alejarlo.

-No -intervino Lia pensando que este lo lanzaría, se ganó una mirada de intriga de parte de Regulus- no lo odio como para...
-¿Matarlo? -preguntó él con una pequeña sonrisa, ella asintió dándole una mirada de preocupación a la comadreja que permanecía volando sobre ellos- no voy a hacerlo -agregó echando a la comadreja del área con protección

El animal descendió lentamente, terminando en la hierba, Lia respiro aliviada pero se asustó nuevamente cuando el animal corrió hacia ellos, no los veía pero era probable que los sintiese y que claro sabía que ahí habían personas, quería rasguñar a uno, el animal era rencoroso, pero antes de ni siquiera acercarse a ellos fue desmayado por Lia. Era mejor que morir por cruzar la barrera y Lia no quería eso, por eso lo desmayo, luego fue dejado al otro lado de la cascada.

-Podrías dormir si hago un hechizo para el ruido -sugirió Regulus mirando a la chica que ahora estaba dibujando la catarata pues su poción ya estaba hecha y guardada
-Uhm... eso es igual -confeso Lia, sonriendo pues agradecía la intención- el silencio es como el ruido de la cascada -explicó volviendo nuevamente a su pintura.

Regulus suspiro insatisfecho con no encontrar una solución, aunque sólo le bastó unos segundos para tener otra idea

-El primer día que cocine dormiste con tranquilidad, ¿Fue por el ruido de la cocina? -preguntó y ella asintió- ¿Si hay otro ruido que no sea el del agua...
-No sé, probé con una caja musical, aún no con mi gramófono, pero...

En ese momento el ruido de la cocina había interrumpido a Lia, ella miró hacia la tienda de acampar y luego a Regulus que le indicaba con un gesto que entrara. Ella se levantó y cerró su libro de bocetos, no ingresó a la tienda pues estaba un poco indecisa, no pretendía dejar sin dormir a Regulus aunque claro este no estaba tan agotado como ella.

-Puedes dormir, no debes confiar en un mortifago pero...
-Desertor -lo interrumpió Lia- y no es que no confió es solo que...
-Es un favor por las molestias
-Gracias -dijo Lia pero este movió la cabeza con ademán de no aceptar los gracias, para él era lo que debía después de todo.




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Dormir con normalidad no era lo que hacía Lia pero si descansaba bien y eso era lo único que le importaba, los últimos días había tenido grandes siestas sin tantas pesadillas.

-El tercer día debe ser el definitivo -dijo Lia lanzando al mar una pequeña piedra
-Uhm... sí, se irán hoy, pero es mejor que crean que nos perdieron así avanzaremos sin interrupciones -comentó dirigiéndose a la orilla donde fijó su vista en el agua y lo profundo que podía verse desde su perspectiva- Una pregunta, ¿Trataste de hacerme un accio? -pregunto volteando a ver a Lia entretenido

Ella respiro profundamente, nerviosa, miro a la piedra que tenía en la mano con mucha intriga como si de un diamante se tratase. Regulus rió en voz baja notando eso.

-No... -mintió sin tanta credibilidad
-Porque yo lo hubiera intentado -confesó Regulus sin quitar su vista de Lia
-Bueno... -intervino ella con un suspiro aliviada pues no quería decir una mentira- si lo hice
-¡ME HICISTE UN ACCIO!
-Dijiste que tú también lo hubiese intentado
-Las... -frenó sin saber si gritar o irse a una esquina a reír- me hiciste un accio -agregó ahora ofendido
-Igual no funcionó -Lia trato de relajarlo- solo fue para descartarlo, no me gustaba ese lugar... ¿Debías de morir ahí? -pregunto ahora indignada
-Si... -susurró el notando que había perdido ante eso- no es buen lugar, pero gracias, por bajar hasta ahí

Cuando la noche se puso ambos salieron nuevamente de la tienda para verificar que no hubiese nadie a los alrededores, tenían que confirmar que mañana en la mañana a la hora que saldrían no hubiese ninguna sorpresa.
Y fue así, la caminata del día siguiente no tuvo sorpresas salieron de la catarata sin interrupciones y caminaron todo un día para llegar a lo profundo del bosque y llegaron con tranquilidad a los límites del bosque al otro día, quedándose ahí pues habían caminado tanto que ya era de noche.

-Por lo menos por aquí no hay muchas comadrejas -comentó Lia armando la tienda de campaña
-Te deshiciste de la anterior
-Uhm... solo la deje lejos, así no volvía
-Bueno, se ve que no te gustan
-No..., no me gustan los roedores... las ratas, las comadrejas son bonitas pero muy escurridizas. Pero no las odio como a las ratas
-Como Pettigrew
-Exacto -dijo pero analizó más aquello y entonces agrego- ¿Sabías?
-¿Canuto? ¿Lunático? ¿Cornamenta? ¿Colegusano? ¿Animagos? Difícil no saberlo siendo hermano de Sirius -respondió y Lia asintió sonriendo
-Al final su animal interior reflejó lo que era Peter -comentó ella y Regulus rió agraciado con ese comentario
-¿Ya mataron a Peter?
-Uhm... no -suspiro Lia lamentando que eso no hubiese ocurrido- está resguardado con... el que no debe ser nombrado, se volvió un mortifago
-Que asco -dijo Regulus y Lia sonrió, mirándolo y apretando sus labios haciendo un esfuerzo para no reír
-Tú eres un mortifago
-Sí pero no traicione a mis amigos
-Es verdad, pero es que nadie puede ser tan horrible como Peter... bueno sí, hay algunos que podrían ser iguales -finalizó adentrándose en sus recuerdos, terminando de armar la tienda.

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora