Una charla sincera

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Cuando llegó a su habitación ordenó todo lo que había sacado, libros, bocetos, unas pocas pinturas y algún poco de ropa que había sacado mientras se quedó ahí, ordenó también la habitación y guardó un papel arrugado del dibujo de aquel recuerdo que había perdido un papel arrugado que no le pareció tan imperfecto como los demás, en cuanto todo estuvo en orden decidió salir a por lo que había dicho que haría, ya era de tarde así que debía apresurarse, con tan solo el orden del cuarto ya se había tardado mucho y es que ordenar no era lo suyo, pero sería más fácil y menos detallista al tratarse de la tienda de acampar y no el cuarto de la casa de Sarah, donde sentía más presión de dejarlo impecable.

—Ah... —suspiró en silencio frustrada al notar la habitación de Regulus en la tienda de acampar, no había tristeza en aquel suspiro si no rabia acumulado pero no de mala forma, sólo quería lanzarle algo y con eso se conformaba

Prefería no verlo pero el que tuviese un lugar ahí significaba que para separarse de él tendría que sacar todas sus cosas, no iba a sacarlo ella, eso sería muy descortés aunque estando enojada con él se lo había pensado, aún así no era tan vil, en realidad no era tan atrevida como para entrar a su habitación así como en la mansión Black, respetaba su espacio y era de muy mala educación y una falta de respeto hacer eso, debido a eso no tocó ese lugar arreglando sólo lo demás, que estaba desordenado debido a los movimientos bruscos del bolso de Lia.

—Ah... —suspiró nuevamente esta vez desganada, enojada por haber arreglado ya mucho tiempo y que apenas hubiese terminado con el comedor y la salita, aún faltaba lo peor, la cocina cosa que la fastidiaba

Camino sin nada de ganas hasta llegar al rincón de la cocina, no había platos sucios pero sí que todo estaba desordenado lo bueno era que nada estaba hecho añicos, habían servido los hechizos protectores. Se puso de pie mirando el lavabo y lo demás, desorden tras desorden, se quedó un par de minutos sin moverse llena de pereza, no quería empezar pero tenía que hacerlo, terminar todo, iba a empezar cuando se giró sintiendo la presencia de alguien más, lo miró confundida pero no dijo nada, solo apretó sus labios y levantó las cejas casi diciendo sin hablar "¿Pasó algo?"

—¿No me necesitas verdad? —preguntó Regulus acertando con sus ideas de las obvias mentiras de una rubia
—Ah... —susurro Lia entrecerrando los ojos sin entenderlo
—Alguien dijo lo contrario —agregó haciéndole una referencia a lo que ocurría
—Ahh... —esta vez lo dijo entendiéndolo y negando con la cabeza a la pregunta inicial

Miró a un lado pues no había más que decir, por lo que volvió su atención a la cocina y los cubiertos que estaban tirados por ahí, en el lavabo, en las estanterías, algunas por los reposa vasos y por los platos de cerámica. Sentía como Regulus se acercaba a donde estaba pero no le interesaba lo que haría o diría a menos que fuese lo que le había dicho, se puso al lado de ella también de frente ante la cocina, sin decir nada apenas tomando una cuchara y pasándosela aunque la chica no la agarro tomando otra que estaba a un lado, dejándolo con la cuchara en la mano, haciendo que este solo elevara las cejas esperándose aquello pues sabía que ella era un poco rencorosa.

—Mh... —susurró él mientras se giraba para verla, captando su atención

La chica también se giró tranquila pero inexpresiva mirándolo con indiferencia haciendo que este se pensara más si hablar o no, aunque su mirada para ella era completamente diferente a la de ella, calmado si pero con esperanza a una platica agradable, con intención de algún cambio.

—Ah... hace poco vi una... lechuza fuera de aquí —aviso con una leve sonrisa aunque Lia seguía seria sin entender que podría ocurrir con eso, no era el mayor hallazgo y poco le emocionaba una platica sobre lechuzas si provenía de la boca del chico— en fin —dijo cambiando de tema notando que poco había ayudado lo último— Uhm... —apretó los labios sin saber que decir— no dirás nada... en ese caso podría cantar —bromeó con aquel comentario pero Lia solo lo miró inexpresiva sin intención de si quiera sonreír menos reír, entonces este solo quito su sonrisa poco a poca mirándola fijamente reteniendo la respiración nervioso por una respuesta

Inefable - SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora