La luz naranja del amanecer se filtraba por las cortinas amarillentas de la habitación cuando Asteria se despertó. Sonrió internamente al recordar la conversación que había tenido esa misma noche con Aliah y cómo había convencido al ángel de que se quedase a dormir con ella, solo dormir. Se echó hacia atrás, con la intención de acomodarse contra el pecho del angelote, pero descubrió que no había nada allí. Se levantó de golpe y miró en toda la habitación: no había ni rastro de Aliah.
Salió de la cama con rapidez, atravesó el dormitorio y salió de él. Tenía que encontrar a Aliah. Recorrió con rapidez el largo pasillo blanco que había delante de ella y avanzó por el corredor, sabía que él no estaba detrás de ninguna de esas puertas. Tenía que encontrarlo. Pasó de largo de algunas bifurcaciones, de alguna manera podía sentir la energía del angelote latiendo en su interior. Se paró delante de una puerta, tan blanca como todo lo demás y la abrió. Tenía que encontrarlo.
Se encontró en la habitación de Ragn. El licántropo seguía dormido pero a través de la ventana abierta de la estancia, Asteria pudo notar la energía de Aliah en ese lugar. Ignoró al propietario del dormitorio y cruzó, no precisamente silenciosa, el dormitorio. Tenía que encontrarlo. Se aupó hasta el alfeizar y pasó una pierna al otro lado antes de que Ragn se despertase.
- ¿Qué?¿Qué haces, Asteria?
- Tengo que encontrarlo - la humana no era capaz de decir nada más, ahora mismo eso era lo único que estaba en su cabeza. Eso y nada más.
- No sé a quién tienes que encontrar pero te recomiendo ponerte, no sé, unos pantalones - la chica bajó la cabeza y miró su atuendo por primera vez, solo llevaba la ropa interior y una camiseta.
- Tengo que encontrar a Aliah y tengo que encontrarlo ya. Si tienes unos pantalones de mi talla, me los pondré, sino, no es necesario vestirme. Si los encuentras, ven detrás mía.
Pasó la otra pierna al otro lado de la ventana y se dejó caer hasta el suelo, por suerte la habitación de Ragn estaba en la segunda planta y no se hizo daño. Se levantó y miró a su alrededor, se encontraba en el jardín trasero de la casa general de la Manada de la Espina, algunos lobos intentaban esconderse detrás de los árboles, tratando de que ella no supiese que la estaban mirando. Giró de un lado a otro, buscando esa conexión que tenía con el angelote, para saber por dónde seguir buscándole. Tenía que encontrarlo.
Puede que solo se hubiese despertado y estuviese volando o haciendo algo por los alrededores pero le parecía demasiado raro que lo hiciese sin decírselo a nadie o sin siquiera dejarle una nota. Tal vez ella ya se estaba dando mucha importancia ante él cuando en realidad no era así. Pero, aparte de todo eso, ella sabía que algo iba mal, lo sentía en el fondo de su alma, un nudo en el estómago que le decía que nada estaba bien. Tenía que encontrarlo. Empezó a andar entre los árboles, arbustos y matojos de flores del jardín, buscando el vínculo entre ellos con desesperación.
Siguiendo una intuición, acabó por llegar hasta la verja que separaba el jardín con las montañas de detrás de él y fue allí donde por fin la sintió. Fue solo un momento, un solo instante y la notó como un puñal adentrándose en su carne, y clavándose en su estómago hasta atravesarlo parte a parte. Cayó al suelo con un jadeo, la cabeza le daba vueltas y sus ojos le estaban fallando. Ya no era capaz de ver el jardín, los árboles ni la tierra, ahora lo único que veía era unas paredes de roca y una oscuridad insondable. Escuchó el ruido de unas cadenas y notó la frialdad de estas cerca de sus escápulas, oyó a Aliah gruñendo y el eco de unas risas, otra daga pasó por su cuello y le abrió una herida que empezó a sangrar.
- Ast, Ast, vuelve a la realidad Ast -. Sintió unas manos agarrarle de los hombros y sacudirla. Cuando abrió los ojos volvía a encontrarse en el jardín y Ragn la tenía sujeta. Ya no había heridas, ni armas ni risas ni piedras ni oscuridad ni cadenas. Ya solo estaban ella y el licántropo - ¿Qué ha pasado?

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Ciudad de Sangre
Fantasy"Él no es tu enemigo. Tú lo eres." Asteria es una humana, vendida por su familia a un burdel de niña, que intenta encontrar un camino hacia su libertad en un mundo lleno de criaturas infinitamente más poderosas que ella. Lo que empieza como una odi...