Ada Walk

Capítulo 60: El golpe final.

"No conoces ni la mitad del abuso"

-Twenty one pilots (Heathens)

Advertencia: Este capítulo continúe escenas de violencia y tortura fuertes que podrían resultar incómodas para algunas personas.

Diana estaba logrando volver de la somnolencia lentamente, no le dolía realmente nada lo que la hizo pensar que o estaba muerta o tenía un fuerte sedante en el cuerpo.

Todo era demasiado borroso al rededor volviéndose incomodo incluso parpadear pero lentamente y con mucho trabajo logró ir formando imágenes a su alrededor: primero un techo blanco con una luz blanca incomoda que lastimaba sus ojos, una ventana por la que entraban un poco de luz apenas. Finalmente logró divisar a dos personas frente a ella, no le costó mucho darse cuenta que era su hija, su adorada y única hija mujer. Bajó la mirada un poco y se encontró con un enorme hombre arrodillado frente a ella, había culpa y dolor en la expresión de ese hombre.

Mason.

Finalmente logró hilar unas palabras cuando esas palabras salieron de la boca de Ada:

"Cásate conmigo"

Fue como si una cubetada de agua fría cayera sobre ella obligándola a despertar por completo.

Cuando esas palabras salieron de la boca de su hija, Mason se puso de pie en toda su altura haciendo más evidente la diferencia en altura y en complexión. Donde su hija era tan delgada y fina como una pluma, Mason era amplió y musculoso.

Podría quebrarla con un movimiento de muñeca.

¡No!

Cuando Mason hizo un gesto de tocar a Ada, Diana logró moverse. El recipiente metálico junto a ella cayó con el movimiento llamando la atención de ambos.

Ada lo miró detenidamente antes de notar que estaba despierta.

Su hermosa hija corrió hacía ella haciendo a un lado al hombre grande para sentarse junto a su madre.

—¡Mamá, despertaste! ¿Cómo te sientes?

Diana luchó por encontrar su voz que al no ser usada en tantas horas se sentía pastosa y agotada.

—Ada ¿Qué ocurrió? ¿Dónde estamos?

Su hija sonrió acariciando su mano.

—Estamos en Corea del Sur.

—¡Derek Walk...

Diana hizo un gesto de levantarse pero Ada la instó a no moverse.

—Es una larga historia pero no me he rendido sobre Derek Walk, volveré y terminaré el trabajo, me encargaré de todo pero tu debes descansar.

Diana miró a Mason que estaba a una distancia de apenas un par de metros de Ada. Visto desde su posición en la cama de hospital parecía un acechador aterrador. ¿Cómo es que nunca antes se había dado cuenta?

Diana se giró a su hija que parecía ajena a ella y apretó su mano como si luchara por retenerla.

—Mason ¿Puedes dejarnos solas?

Tanto su hija como Mason parecieron contrariados por la pregunta. Especialmente por el tono descortés con el que la hizo.

Mason miró detenidamente a su hija un momento antes de salir del cuarto de hospital.

—¿Qué ocurre, mamá?— le preguntó Ada una vez se quedaron solas.

—¿Vas a casarte con él?— preguntó con clara incomodidad.