El proceso de quebrarlo

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Hoy voy a matar tu mente suicida, podrida

Vas a arrepentirte de lo que me hacías

Que bueno tenerte de frente

Quiero ver como pagas el precio lentamente

-(Venganza) Nicki Nicole y No te va a gustar.

Niégale sus necesidades básicas.

Ada salió de la ducha fría en el interior de la cabaña. Miró su vientre que no había cambiado mucho desde el día del incidente.

En ocasiones tenía miedo de haber dañado de manera importante a su hijo, realmente fue una decisión precipitada ese día pero entró en pánico, no supo que hacer y terminó haciendo lo único que la sacaría fácilmente de su encierro.

Dañarse a si misma corriendo el riesgo de dañar a su hijo también.

Al final ambos sobrevivieron pero la angustia y la culpa no la dejarían.

Entendía también por que Diana se había negado a hablar con sus hijos antes de acabar con Derek Walk, esa culpa por fallarles, esa necesidad por compensarlos.

La misma razón por la que ella se negó a hablar con Aron antes de terminar con la misión que se impuso a si misma.

Hacer pagar a Derek Walk.

Se cambió con un repuesto de ropa idéntico a su conjunto deportivo negro que usó con anterioridad.

Entró a la habitación más grande de la cabaña. Esta era una cabaña en una zona privada de Corea del Norte. Entrar ahí y conseguirla a nombre de Derek Walk fue realmente un trabajo difícil, incluso con el alto nombre de Derek Walk fue difícil lograr compenetrar de forma ilegal en un país como aquel.

Derek Walk estaba dormido, era el tercer día sin darle nada de comer ni de beber más que el vinagre que le obligaba a beber, así que las horas de sueño del hombre mayor eran cada vez más amplias.

Estaba muriendo pero Ada no se lo pondría tan fácil.

—¿Cuánto ha estado durmiendo?— le preguntó a Luisa que lo custodiaba siempre. Esa fuerte mujer estaba claramente enfurecida y tan deseosa de venganza como el resto de mujeres en esa casa.

—Nueve horas— respondió Luisa.

—Es suficiente no crees— preguntó en un claro tono malicioso sonriendo hacía la guardia.

Luisa se acercó a Derek Walk empujándolo con su gran bota para despertarlo.

—Abre los ojos bella durmiente.

Derek Walk se removió por los golpes pero no abrió los ojos.

Ada dió un par de pasos hacía la cubeta ya preparada junto a ellas que llenó con agua salada del mar. Volteó el agua sobre la cabeza de Derek Walk lo que lo obligó a despertarse

—Buenos días papá. ¿Cómo estuvo tu noche?

Derek Walk escupió el agua que entró en su boca.

—Ada— dijo con desdén.

—Parece que has dormido mucho ¿no crees? Pero... ¿no es el buen sueño un privilegio para las personas que merecen descansar?

Se inclinó a la altura del hombre viejo levantó la camisa de su traje costoso. Sus manos seguían atadas en sus espalda pero Ada pudo mover la ropa lo suficiente para enterrar la aguja en su brazo.

Derek Walk estaba demasiado débil para pelear con ella.

—Este es un medicamento que ha utilizado el gobierno por muchos años, especialmente el gobierno de este país. Lo usaban para mejorar el rendimiento de sus soldados, pero después descubrieron que también los hacía perder el sueño, algo así como un insomnio crónico que terminó enloqueciéndolos. ¿Te puse una dosis un poco más grande de la que les dieron a ellos y la estaré poniendo en tu cuerpo hasta que me supliques que me detenga. ¿Lo entiendes, padre? ¿Entiendes que es lo que esto hará contigo?

Ada WalkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora