Capítulo 62: Los hijos.

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"Mi mamá me dijo: Cásate con un hombre rico,

Y yo le dije: mamá yo soy el hombre rico"

-(Tomboy) Destiny Rogers

Ada revisó de nuevo la nota que Aron había dejado en su habitación de hotel hacía una semana. No había podido contactar con él ni con Luisa desde entonces. Después de que su madre matara a su padre Dante se encargó de deshacerse del cuerpo y ella fue "amablemente expulsada" de Corea del Sur por el resto de su vida junto a su madre.

—¿Estas segura de esto Ada?

La voz angustiada de Jessica llegó a sus oídos trayéndola al presente. Ella metió la nota, escrita a puño y letra de Aron, dentro de su cartera donde la había conservado durante todo ese tiempo.

"Esta vivo como te prometí. Puedes darle el golpe final ahora, madre.

—Aron."

Madre.

Aron la había llamado madre.

Él lo sabía. ¿Cuánto tiempo lo supo? ¿Cuánto tiempo vivió con ello? ¿Derek Walk se lo dijo o lo averiguó por su cuenta? ¿Cómo es que fue capaz de lastimar tan gravemente al que creía su padre teniendo solo diez y seis años?

Ada se llevó una mano al vientre donde una nueva vida crecía.

Su hijo.

No permitiría que nadie, jamas le pusiera una mano encima. No cometería el mismo error dos veces. Protegería esta nueva vida a capa y espada, nadie se atrevería siquiera a mirarla incorrectamente.

Nadie.

Apretó su cartera donde la nota de Aron descansaba.

Jamas se perdonaría lo que le hizo a Aron, lo que permitió que sucediera con él, teniéndolo tan cerca por tantos años y nunca fue capaz de reconocerlo, de mirarlo a los ojos y saber que era su hijo.

Era la peor madre del mundo.

Si Aron la odiaba estaría en su derecho y ella lo aceptaría con la cabeza alta y una disculpa lista para él.

—Es el momento.— respondió levantándose de su elegante tocador donde había terminado de alistarse.

—¿No es muy pronto?

—Lo es— respondió ella colgándose su bolso de marca color negro con detalles dorados que colgaba suavemente de su largo vestido de seda color blanco con el escudo Walk grabado en su cinturón de cuero negro.— es demasiado pronto y él no lo esperará. Es el mejor momento.

Jessica asintió pasándole su sacó sastre negro.

Cuando Ada salió de la habitación se encontró a Mason que ya la esperaba a fuera como si temiera que alguien pudiera entrar a hacerle daño.

O como si ella fuera a intentar escaparse.

Mason llevaba un saco negro a la medida. El sastre había requerido tela extra en los sacos de muestra ya que la espalda fuerte de Mason era más ancha que la del promedio. En las mangas llevaba un par de mancuernillas con el mismo escudo de la familia Walk que Ada llevaba en el cinturón.

—No me siento cómodo con esto. Estoy lanzándote directo a la boca del lobo.

Ella le sonrió y parándose de puntitas pese a que llevaba tacones lo besó suavemente en los labios.

—Estaré bien, estarás junto a mi todo el tiempo.

Mason entrelazó las mano con la de ella. La mano de Ada casi se perdió en la anchura de la mano de él.

Ada WalkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora