Capítulo 2: Para amarte y respetarte.

3.5K 263 21
                                    

Capítulo 2: Para amarte y respetarte.

Ada realmente no esperó el golpe que recibió hasta que se encontró de cara en el suelo.

La visión se le borró un momento mientras se recuperaba del impacto. Se llevó una mano a donde la mejilla le cosquilleaba como si se le hubiese dormido.

Ada no pudo controlar las lagrimas que salieron de su rostro.

—No me vuelvas a faltar al respeto de esa manera en frente de otra persona. ¿Entendido?

Ada no respondió. Ramses caminó hacia ella que seguía en el suelo y con un movimiento brusco le tiró del cabello hacia atrás para hacerla mirarlo.

Le dolió como el infierno donde Ramses jalaba su cabello pero se negó a demostrarlo.

—Te pregunté si lo habías entendido.

Pero para sorpresa de Ramses no había miedo en los ojos de Ada, la furia pura y sangrienta se dibujaba en el mar azul de su mirada, ningún rastro de temor a él.

Él dió un paso lejos de ella como si de pronto le temiera.

—Cúbrete eso— le ordenó saliendo de la sala y dejándola sola.

Poco después Ada se puso de pie limpiándose las lagrimas con un gesto brusco.

Ya llegaría su turno.

Un día sería Ramses el que estaría arrodillado frente a ella con el rostro lleno de lagrimas y desesperación al igual que el de su padre.

Viendo su reflejo en el viejo reloj de péndulo en la sala se recordó a si misma que ella no iba a romperse.

Aún tenía algo por lo que luchar, algo que recuperar.

Ella tenía que luchar.

Se tomó la pastilla un segundo antes de que Ramses abriera la puerta así que se apresuró a guardar el bote de pastillas rápidamente debajo de su almohada.

Cada noche era exactamente lo mismo. Ramses se montaba encima de ella, le abría la bata y la penetraba sin ningún juego previo, sin ninguna consideración, Ada se aferraba a las sabanas y solo cerraba los ojos esperando que terminara pronto.

Él se venía dentro de ella y todo terminaba, él se daba la media vuelta y se dormía.

—Apresúrate a tener un hijo mío— le dijo mientras se retiraba de su interior— me asegurare de darle a tu padre un digno heredero.

Como ya era habitual se dejó caer junto a ella y en pocos minutos se quedó dormido.

Ada dejó que una lagrima solitaria se deslizara por su mejilla hasta su almohada.

Cada día era mas difícil mantenerse en una pieza.


═══ ∘◦❁◦∘ ═══


Ada se detuvo al ver el auto frente a ella.

Ramses solía salir a esa hora del día lo que le daba tiempo de huir de aquel infierno por lo menos un par de horas al día, ademas aún tenía un objetivo claro que no iba a dejar por nada del mundo.

Dió un paso atrás al ver a aquel hombre que descendió del asiento del conductor.

Era el hombre que su esposo había contratado para cuidarla.

El hombre era musculatura pura y completa, lucía claramente incomodo con el traje negro que Ramses le había ordenado usar, se aproximó hacía ella y Ada apresuró el paso hacía la reja principal.

Ada WalkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora