-Cariño, salgo un momento con Regulus y los tíos. -Le explicó Eileen a Lyra. -Te quedas con la tía Narcisa y con Draco, yo vendré en un ratito a buscarte.
-¿Puedo quedarme a dormir aquí? ¡Por favor! -Pidió la nena entusiasmada. Eileen levantó su mirada y observó a Narcisa. La rubia le sonrió y asintió con la cabeza.
-Está bien. -Concedió entonces la morena.
-¡Tendremos una pijamada! -Celebró Lyra saltando de alegría y corriendo junto a Draco. Los dos chicos subieron las escaleras a toda prisa y los adultos se despidieron de Narcisa.
Eileen intentó avisar de algún modo a los Longbottom, pero no contaba con tiempo. Entre que Bellatrix les avisó que iban a su casa y el momento en el que salieron, apenas pasaron unos escasos minutos. Solo llegó a pedirle a Narcisa que cuidara a Lyra y ya desaparecieron. Ni siquiera llevaban máscaras. La intención de Bella no era dejarlos vivos una vez que obtuviera la información. Eileen rogaba internamente que, por el motivo que fuera, el matrimonio de aurores no se encontrara en su casa. Sin embargo, cuando llegaron, vio luces en la sala y en uno de las habitaciones de la planta alta. Entraron de repente y tomaron totalmente por sorpresa a Frank, que fue desarmado enseguida por Rodolphus.
Alice bajó a toda prisa las escaleras, le lanzó un maleficio a Barty y lo arrojó al suelo. Se trenzó en un duelo con Bellatrix, pero Rodolphus consiguió dejarla sin varita. Estaban acorralados. Eileen vio cómo su hermano empezaba el interrogatorio y Barty, ya recuperado, torturaba a Alice mientras Rodolphus le preguntaba a Frank por el paradero de Voldemort. Observó hacia la planta superior, y se encontró con dos pares de ojos azules que la miraban espantados desde lo alto de la escalera. Al verse descubierto, el niño de rostro redondeado corrió hacia el pasillo.
-Revisaré la planta alta. -Anunció Eileen a los demás y subió rápidamente al primer piso.
Encontró a dos niños agazapados bajo un escritorio en lo que parecía ser un dormitorio infantil. Con un dedo sobre los labios, les indicó que hicieran silencio. -Tranquilos. No se preocupen. -Les dijo en un susurro, aunque los gritos de la madre de los pequeños eran espantosos. Lanzó un patronus a Ojoloco. -Ahí he pedido que vengan a ayudar a sus padres. Ustedes, ahora, vengan. Vamos a tomar este osito y lo vamos a agarrar bien fuerte. Cada uno sostenga un bracito, ¿sí?
Lentamente, el niño se acercó y sostuvo el peluche que Eileen les indicó. La niña, un poco más pequeña, los observaba aterrada. Neville tironeó del brazo de su hermana, para que se uniera a él.
-¿Conocen a Lily y a Harry, no? -Les preguntó para calmar el miedo de los niños, que temblaban de terror. Los dos chicos asintieron. -Muy bien, van a ir a su casa. Lily los cuidará un rato. -Les dijo y luego convirtió el oso en un traslador.
Neville y Maddeleine Longbottom desaparecieron de la habitación y Eileen se incorporó aliviada. Los aurores tenían que estar en camino y los niños ya estaban fuera del alcance de los mortífagos. Los gritos que provenían de abajo, ahora pertenecían a Frank. Además, se oían los sollozos de Alice, que le rogaba a Rodolphus que se detuviera.
-Así quería atraparte, asquerosa traidora desgraciada. -La voz cargada de odio de Bellatrix junto a ella sobresaltó a Eileen.
Rápidamente, ella se giró y vio a su cuñada mirándola con profundo desprecio desde el marco de la puerta del dormitorio. Aterrada, se preguntó cuánto tiempo llevaba allí y qué tanto habría alcanzado a escuchar. A juzgar por su expresión, demasiado. Estaba en una encrucijada y tenía que decidir rápido qué hacer. Si la mataba, se delataba. No tendría cómo explicar su muerte. Si la dejaba con vida, Bellatrix la delataría.
-¡Crucio! -Murmuró Bella antes de que ella hiciera nada. Eileen esquivó rápidamente la maldición de su cuñada y apuntó a Bella con su varita.
-¿Cuánto hace que lo sabes? -Le preguntó sin dejar de apuntarla ni tampoco de estar alerta a un posible ataque.
-Una semana. Descubrí que alguien le había modificado la memoria a Barty y que el dato de los Longbottom lo tenía hace siglos. Entonces, al deshacer el hechizo, encontré que habías sido tú. -Murmuró su cuñada mientras se escuchaba un estrépito en la planta baja. -Te he estado siguiendo toda la semana. Y he descubierto que tu traición es desde siempre. No puedo creer que hayan sido tan estúpidos con las niñas. Aunque tengo que admitir que la tenían bien amaestrada a la mocosa. Hasta bajo la tortura me aseguró que es hija de una muggle llamada Helen Philips que murió cuando ella nació. -Exclamó entre risas.
-¡Crucio! -Exclamó Eileen fuera de sí, pero Bellatrix también estaba esperando el ataque y lo esquivó.
El espanto de saber que Amber había sido torturada le hizo perder enfoque y no consiguió evitar el siguiente ataque de Bellatrix. Cayó al suelo gritando de dolor cuando sintió que cada centímetro de su cuerpo ardía y dolía incontrolablemente. No supo cuánto tiempo duró aquello, pero cuando terminó, vio que estaba rodeada de aurores y que eran ellos quienes habían reducido a Bella.
Un auror tomó su varita y otro se acercó a ella. Eileen buscaba desesperada a Ojoloco, pero no estaba en aquella habitación. Necesitaba a alguien de la Orden del Fénix para enterarse qué les había sucedido a Amber y a Sirius.
El hombre la obligó a ponerse de pie y le amarró las manos con una cadena. Levantó la varita de Eileen del suelo y le indicó que estaba detenida. Luego, desapareció con ella y la arrojó en una celda que había en el sótano del Departamento de Aurores.
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La alianza impensada para cambiar el pasado
FanfictionPetunia Dursley se entera de la muerte de su hermana y quiere revertir ese hecho. Para eso, acude a la última persona que hubiera pensado: Severus Snape. ¿En qué consistirá el plan de ellos dos para cambiar el pasado y evitar la muerte de Lily?