Cien Balas (Yoonmin)

FLASHBACK 2DA PARTE

El reflejo en el espejo de aquel baño le dejaba apreciar una genuina sonrisa, una que hace tiempo no dejaba salir. ¿Quién malditas era ese chico? En el ambiente todavía se apreciaba el aroma de su perfume, uno leve, pero difícil de dejar pasar.

Salió del baño después de haber hecho nada, más que lavarse las manos y pensar en el rostro de aquel chico. Iba caminando hacia aquel rincón donde hablaba con Hoseok, cuando sin pensar volteó hacia la barra, observando de nuevo aquella persona que se llevaba una botella de agua a la boca. Caminó despacio, observando y preguntándose cómo demonios podía ser tan sensual solo al tomar agua. El sensual extraño sonrió a una mujer que estaba a su lado, y pudo darse cuenta de la hermosa sonrisa que poseía, y también que atraía a las mujeres a su alrededor.

—Que buen momento para tomarme otro whisky —susurró Yoongi, sonriendo ladino y dirigiéndose hacia el extremo opuesto de dónde aquel chico se encontraba aún entretenido con su botella.

Se sentía como un maldito acosador; observándolo a la distancia, escondiéndose detrás de las personas que estaban más cerca de aquel chico, pudiéndose dar cuenta de lo jodidamente atractivo que era. No sabía ni siquiera de dónde le salía esa poca valentía para acercarse, quizá era por el nivel de alcohol en su sistema que le jugaba en contra, o también el hecho de que tuvo un día de mierda y se sentía frustrado por tantos problemas que sabía se le avecinaban. Fue así hasta que vio como se marchaba aquella chica a la que anteriormente le sonrió, constatando así que estaba solo.

Se recorrió algunos asientos vacíos frente a la barra, quedando solo a tres de distancia de la que consideraba ser su próxima «victima», pensando de repente que la noche estaba poniéndose interesante.

Su próxima jugada fue ponerse de pie y pedir otro trago, colocando el pequeño vaso de cristal sobre la barra, llamando así la atención de esa persona a su lado. Los ojos del rubio a su lado le observaron de pies a cabeza; una mirada que duró menos de lo que Yoongi habría deseado, pero que sirvió para llamar su atención de alguna forma.

Cuando la bebida fue colocada frente a él la tomó entre sus manos, elevando el vaso hacia Jimin haciendo un pequeño brindis a la distancia, sintiendo la mirada del rubio como fuego atravesando cada partícula de su piel.

El gesto fue devuelto con la botella de agua y una sonrisa. Una que a Yoongi le pareció lo más bonito de la noche.

—¿Por qué beber agua si tienes todo tipo de bebidas aquí frente a ti? —Yoongi se sentó en el asiento al lado de Jimin, acortando la distancia.

—Beber agua entre tragos ayuda a no tener resaca al día siguiente —la respuesta de Jimin fue serena. Sabía esconder sus emociones de una manera casi experta. Nadie ahí podría imaginar que estaba sumamente nervioso por su encuentro en el baño con ese tipo rudo pero atractivo—. Deberías probar.

Ese “deberías probar” fue para Yoongi un incentivo bastante fuerte, pero no, la manera en que fue dicho no denotaba nada sugerente; era él y su deseo recién obtenido gracias a la preciosa vista que tenía.

—¿Eres algo así como un bebedor estrella? —la risa de Jimin llegó hasta los oídos de Yoongi, confirmando que no solo era atractivo, sino que cualquier sonido salido de su boca era exquisito—. Es una pregunta seria.

—Si te soy sincero no acostumbro a beber tanto, y mucho menos en exceso. Pero lo que si puedo asegurar, es que el agua ayuda con las resacas —hizo contacto visual con Yoongi, quien no había dejado de observarlo—. Lo descubrí a la mala.

Ambos sonrieron. Esta ves viendo ambos hacia el frente, donde la multitud aún bailaba y disfrutaba de su noche de fin de semana.

—Bien, te invito un trago entonces —la mirada del rubio recayó de nuevo sobre el pelinegro, dudoso quizá de su ofrecimiento—, si ya bebiste agua quiere decir que no tendrás resaca mañana, puedes estar tranquilo.