Cien Balas (Yoonmin)

CINCUENTA

Jimin sentía sus manos humedecerse. Su respiración se encontraba agitada, su corazón amenazaba con salirse de su interior y definitivamente necesitaba calmarse un poco o podía morir ahí mismo.

—¿Por qué demonios estás tan nervioso? —la voz de su mejor amigo le hizo dar un brinco en su sitio. Estaban en el centro comercial. Evidentemente Taehyung no sabía lo que Jimin se traía entre manos.

Por el momento.

—Tae, ¿tu crees que es muy pronto para hacerle a mi novio un regalo simbólico?

Taehyung fijó su vista en algún punto lejano, ignorando a las personas que se cruzaban por su campo de visión. Movió los labios formando un ligero puchero que evidenciaba que estaba analizando lo que su amigo estaba cuestionando, y si bien él no creía que había un tiempo estimado para un regalo de esos, si pensaba que Jimin estaba tomándose todo con seriedad.

—Yo creo que el tiempo no importa —Jimin relajó su semblante—. Dime, ¿tienes algo en mente?

—Tengo mucho en mente —respondió él. Su rostro mostró su duda pero Taehyung no dijo nada—. No estoy seguro de si a él le parezca demasiado pronto, ¿sabes?

—Yo pienso que cualquier cosa que salga de ti él la amaría —dijo con seguridad. El tipo rudo del bar había sido un terco desde el inicio—. No entiendo porque tu inseguridad, amigo.

—No quiero parecer alguien intenso —reveló. Caminaron juntos hasta un local de joyería—. Además, no quiero que él se sienta atado a mi por llevar un anillo de promesa en la mano.

Taehyung se detuvo en seco. Jimin se detuvo también cuando sintió el agarre de la mano de su mejor amigo rodeando su antebrazo y volteó a verlo. Su rostro estaba decorado con un ligero cejo arrugado.

—¿Un anillo? —preguntó sorprendido—. Wow, un anillo… amigo, es genial sentirte así de entregado al amor de nuevo —dijo con la emoción impregnada en cada palabra—. De verdad, me llena de alegría verte y sentirte así de enamorado, abriéndote al amor, siendo libre de nuevo.

—Estoy experimentando muchas cosas lindas con Yoongi —Jimin sonrió con profunda alegría. Estaba feliz y seguro de todo lo que se relacionaba con su novio. Era su todo—. Es tan increíble ver como siempre está dispuesto a hacerme feliz aún cuando él considera que sus detalles sin insignificantes. Pero, Tae —Jimin le vio con un ligero brillo en sus ojos que de un momento a otro se intensificó—, todo es tan perfecto a su lado, tan correcto… es como si estuviera en el lugar al que pertenecí desde siempre. Mi lugar seguro.

Jimin activó de nuevo su caminar siendo seguido por Taehyung quien de un momento a otro se abrazó a él por la espalda para susurrarle unas palabras.

—Me hace feliz verte feliz —Jimin liberó una risa suave que fue secundada por una un poquito más escandalosa de Taehyung.

Y suspiró. Completa e irremediablemente enamorado.