Min Yoongi creía que era una jodida broma.
Pero beneficiosa a fin de cuentas.
Alejó el cuerpo de Jimin de forma sutil, poniendo en práctica sus dotes histriónicos de los que no sabía que tenía, pero ahí estaban, haciéndolo ver como si realmente estuviera confundido por la reacción del menor.
—Espera, Jimin —el rubio se alejó solo un poco. Sus ojos conectaron con los del pelinegro y sintió un escalofrío por todo el cuerpo.
Maldita sea, estaba muy, muy jodido.
—¿Qué pasa? —preguntó. Dejó suaves caricias sobre el cuello de Yoongi mientras lo veía a los ojos. No quería que pensara que era una farsa o estaba burlándose de él—. ¿No me crees? ¿Es eso?
—No es eso, es solo que necesito saber si tú y yo estamos en la misma frecuencia, es todo.
—Por supuesto que lo estamos —respondió con seguridad—, y para que veas que es así empezaremos de nuevo como las personas normales —extendió su mano frente al pelinegro estando aún en su regazo—. Park Jimin; Libra, veintidós años y muy posiblemente el amor de tu vida.
Yoongi no evitó por nada mostrar esa sonrisa que luchaba por salir desde minutos atrás. Tener a Jimin así era todo lo que necesitaba.
Pero maldita sea, ¿que jodidos iba a decir sobre él? Se tensó por unos segundos, maldiciendo en su cabeza por nunca haber pensando en esa vida que iba a inventarse para cuando fuera necesario. Pensó en un apellido, y para bien o para mal, el único que llegó a su mente fue el de su mejor amigo.
—Jung Yoongi —dijo él. Tomó la mano de Jimin correspondiendo el apretón y sonriendo en el proceso—, piscis, veinticuatro años y posiblemente el amor de tu vida también.
La sonrisa de Jimin para Yoongi fue preciosa. Le tomó del rostro y lo besó, de una forma delicada, suave y cuidadosa. El menor adoró ese beso, pero de inmediato sintió que necesitaba más que eso, así que llevó el beso a un nivel distinto, en el que las respiraciones de ambos se vieron afectadas y pequeños gemidos salieron al aire.
Yoongi guio al rubio a su recámara, a la misma en la que estuvieron en una ocasión anterior y Jimin se dio el tiempo de observarla cuando el mayor lo hizo sentarse sobre el colchón. Se dio cuenta que los lienzos que vio la vez anterior no estaban pero decidió prestar mayor atención a la boca que se acercaba a la suya con especial ansiedad de fundirse en un beso apasionado, de esos que solo Yoongi sabía darle.
🔸
En la noche Jimin estaba en la sala de su hogar, frente al televisor que reproducía algún vídeo musical. Escuchó la puerta ser abierta y sonrió por ver a su padre, algo que no hacía desde un tiempo atrás, cuando supo todo lo que Hyung-Bae escondía.
El hombre dejó sus llaves en la pequeña mesa y colgó su saco en el perchero de la entrada. Caminó despacio hasta el sofá donde estaba su hijo, pensando en que después de ese día de trabajo no deseaba tener una discusión más con su hijo, porque era agotador y doloroso en medidas iguales.
—Buenas noches, hijo —le saludó cómo cada vez que llegaba. No esperaba ya una respuesta. Ya estaba acostumbrándose al silencio con el que Jimin le castigaba.
Hyung-Bae estaba por caminar a su habitación cuando la voz de Jimin se dejó escuchar.
—¿Cómo te fue?
El hombre se detuvo en seco. Era la primera vez en muchas semanas que su hijo le hacía una pregunta sin ira o pelea de por medio.
—Mal —se sinceró—, hoy saqué a Namjoon del equipo de investigación —Jimin abrió los ojos con sorpresa. ¿Por qué hacer algo así?
—¿Por qué lo hiciste? El agente Kim es de tus mejores hombres. ¿Todo está bien o estás escondiendo algo? —Hyung-Bae se tensó un poco pero decidió hablar con la verdad, así como se lo prometió.
—El secuestro de Namjoon fue únicamente una forma de hacerme saber que están cerca, hijo. No puedo permitir que siga en peligro y exponiéndose de esa forma. Tengo que cumplir mi promesa a como dé lugar.
—Estoy seguro que todo va a salir bien, papá no te agobies.
—Gracias, hijo. Aprecio tus palabras y el esfuerzo que haces.
—Tengo algo que decirte.
—Bueno, dime. Soy todo oídos.
—Papá —el rubio sonrió—, tengo novio.
¡¿Qué?!
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Cien Balas (Yoonmin)
FanfictionJimin quiere curar a Yoongi. Yoongi quiere curarse a sí mismo a través de la venganza. «Tengo cien balas especiales para un único destinatario» *Historia 100% original nacida en medio del caos que provoca el bloqueo de escritor. ¡Disfruta!