VEINTISIETE

59 10 0
                                    

Hoseok estaba por ahí rondando su bar, observando que todo estuviera en orden y que no hubiera gente pasada de copas que pudieran echar a perder la noche. Fue una semana pesada en la que no tuvo mucho tiempo para salir de su oficina y echarse un trago en la barra, pero se sentía conforme con ver su negocio marchando como lo planeó desde el inicio.

Mientras se bebía su copa recordaba momentos del pasado. A su mente venía la imagen de un Yoongi temeroso de la vida nueva que había adquirido, así como de esos nuevos retos que demandaban el haberse convertido en líder de la organización de su padre. La ira lo movía y estaba seguro que todo ese odio y sed de venganza no salían del verdadero Min Yoongi que él conocía. Su mejor amigo era bueno, pero se vio obligado a llevar una vida no deseada.

Salió de esa ola de pensamientos cuando observó a la presa de su mejor amigo entrar al bar. Una jodida coincidencia, pensó Jung Hoseok. Lo vio entrar y chocar con algunas personas a su paso, se preguntó si se sentía bien o llegaba bebido. Lo siguió con la vista hasta que se encontró con ese chico que parecía ser su mejor amigo, éste lo abrazó con una mueca afligida y Hoseok sospechó que algo andaba mal. Confirmó sus pensamientos cuando vio que el amigo limpiaba el rostro de Jimin que parecía llorar. ¿Tenía eso que ver con Yoongi? ¿Habrían discutido por algo? ¿Habrá descubierto sus planes ocultos?

—Yoongi responde… —estaba llamándolo porque necesitaba saber si él era el culpable del pésimo estado del menor. Si lo era, le haría ver que no debía lastimarlo si suficiente era con ese plan malévolo que traía entre manos.

—¿Diga?

—Yoongi, ¿has visto a Jimin hoy? —el pelinegro se mostró sorprendido por la pregunta.

—Lo vi hoy, si. ¿Por qué la pregunta?

—¿Le hiciste algo que lo lastimara? —Hoseok volvió la vista hacia donde Jimin estaba y se calmó un poco al verlo más tranquilo, aparentemente—. No sé, algo que lo hiciera sentir mal… una discusión, por ejemplo.

—No entiendo de qué hablas, Hoseok. ¿Qué tiene Jimin? Yo solo lo vi cinco minutos fuera del lugar donde trabaja.

—Esta en el bar y llegó bañado en lágrimas —dijo Jung. Se sintió mal al pensar en su amigo como el culpable—. Perdóname, pero pensé que habían discutido o algo así y no sé… me sentí mal por él.

—Tranquilo, Hobi. Entre él y yo no ha pasado nada malo. Iré al bar y veré qué puedo hacer por él.

Yoongi logró esconder muy bien la preocupación genuina que nació con las palabras de Hoseok. Esperaba no haber sido muy obvio porque si Jung empezaba a darse cuenta, no lo dejaría en paz con ese tema.

[...]

Yoongi manejó lo más rápido que el tráfico le permitía. Estaba en las afueras de la ciudad revisando un cargamento pequeño, pero muy importante que estaba a punto de exportar al caribe. John no le acompañaba porque estaba ocupado averiguando el fin del agente Kim, debían saber si ya había entregado el mensaje al teniente Park.

Después de media hora estaba entrando al bar de su mejor amigo. El lugar lucía tan lleno como cada fin de semana. Caminó hasta la segunda planta donde suponía estaba su mejor amigo inundado en libros de contabilidad y copas de alcohol.

—Ya llegué, Hobi —entró lentamente y se sorprendió de ver el lugar vacío—. ¿Hoseok?

Se regresó por dónde mismo y al llegar a las escaleras se topó con Taehyung que llevaba una botella de agua en las manos.

—Oye, ¿has visto a Jimin? —el otro lo observó y lo reconoció de inmediato.

—No se siente bien, así que no creo que sea momento ahora.

—¿Dónde está?

—En la mesa del fondo —señaló con un movimiento de cabeza—, pero no es buen momento ahora.

—Se que no está bien. Déjame ser yo quien le lleve el agua para ver si puedo ayudarle en algo, ¿si? —estiró su mano frente al menor pidiendo la botella.

—No quiero sonar grosero —dijo él—, pero no creo que seas de mucha ayuda.

—Solo déjame intentarlo. Tenemos un interés en común y ese es que Jimin esté bien, ¿cierto?

—¿Lo quieres? —se inclinó un poco—. Es decir, ¿lo quieres de verdad? Porque no entiendo porque están bajo esa etiqueta de amigos con beneficios, follamigos o lo que sea.

—¿Me vas a dejar ir a hablar con él o no? —esbozó una suave sonrisa solo para que viera que era sincero.

Taehyung le extendió la mano dándole la botella de agua y bajó las escaleras diciendo que les daría privacidad para que pudieran hablar, no sin antes lanzarle una advertencia de que no debía, por ningún motivo, presionar al rubio porque eso complicaría las cosas.

Yoongi caminó hasta la mesa antes señalada. Se detuvo a espaldas del sillón y pudo observarlo con los codos en sus rodillas y las palmas de sus manos cubriendo su rostro. Supo que estaba llorando porque lo escuchó sorber por la nariz.

—Me dijo un pajarillo revoltoso que estabas aquí —Jimin se vio sorprendido por ver llegar al pelinegro en lugar de su amigo.

—Tae es un traidor.

—En realidad lo soborné para que me dejara acercarme. Es un poco posesivo. ¿Qué pasa?

Jimin no quería decir nada. De repente se sintió embriagado por las ganas de ahogar sus preocupaciones en copas de alcohol o bajo las sábanas de la cama de Yoongi, lo que llegara primero.

—En realidad —le imitó—, no quiero hablar del tema.

Yoongi asintió siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del mejor amigo de su amigo con beneficios. No quería echar a perder lo que llevaba avanzado.

—¿Por qué? ¿Mal de amores? —Jimin negó.

—¿Puedo ayudarte en algo?

Todo lo dicho fue sin ninguna insinuación sexual; algo meramente genuino pensando en una caminata nocturna que ayudara al menor a tranquilizarse, pero lo que recibió Yoongi fue un beso caliente que logró poner su cuerpo a fuego vivo en cuestión de segundos.

Le besaba con tal desesperación que el pelinegro apenas y podía seguir el ritmo del desenfrenado beso. Cuestión de segundos y tenía a Jimin a horcajadas comiéndole la boca de una forma descaradamente perfecta, algo que volvía loco a Yoongi.

—Creo que esto es mejor que hablar —Jimin le sonrió de una forma tan tentadora que Yoongi no pudo estar más de acuerdo con lo dicho; era la gloria saborearlo.

—Esta vez quiero disfrutarte como es debido —el susurro de Yoongi hizo al menor cerrar los ojos , disfrutando de las sensaciones—. Me gusta la adrenalina pero quiero que sea diferente ésta vez.

—Llévame —dijo el menor—. Llévame a dónde desees.




💜
Mientras tanto Hyung-Bae re preocupado por su chamaco que no llega😭

Un té de tila Pa’l don 🙏

Cien Balas (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora