Jimin sostenía su teléfono con más fuerza de la necesaria. Se sentía molesto desde la noche anterior y ni siquiera debía estarlo. De cualquier modo era él quien había puesto las reglas de esa relación.
—Me siento tan ridículo, Tae.
El chico del otro lado de la línea reprimió algunas palabras que quería decirle por temor a que su amigo se molestara. Era evidente que el tipo rudo del bar le gustaba más de lo que aceptaba, pero era tan terco y tenia tanto miedo de tomarle afecto a otras personas -además de él y su padre- que se mentía a si mismo.
—¿Qué fue exactamente lo que pasó, Jimin? —el rubio recargó su cuerpo en el espaldar de la silla en la que reposaba. Estaba en su hora de descanso y se supone que debía estar comiendo algo, pero en cambio estaba hablando con Taehyung y bebiendo un café helado—. Debiste invitarme a salir contigo y los chicos, hace mucho que no los veo.
—Te marqué dos veces, Tae, y no respondiste. Además —agregó mientras daba un pequeño trago a su bebida—, estás tan enfrascado en la universidad que no quise distraerte.
—Esa es una excusa barata, Jimin —hizo a un lado el libro cerrándolo con el bolígrafo sirviendo como separador para no perder la página—. Mejor cuéntame qué fue lo que pasó con él tipo.
Jimin suspiró. Más que molesto se sentía ridículo. Pasó una mano sobre su cabello y se preparó para contarle a su mejor amigo todo el show de la noche anterior, desde su plan de distraerse un momento hasta el amargo encuentro de su mirada con la del pelinegro mientras era acompañado por una castaña despampanante.
—Entonces tu fuiste al bar no con los chicos, sino con Cheng —asimiló el castaño—, y no conforme con eso tú free te vio con el y luego tú lo viste con una tipa super guapa.
—Aja. En resumen así fue.
—Pero tu de alguna manera le hiciste un reclamo.
—No fue un reclamo, Tae.
—Por supuesto que lo fue, amigo. Pudiste haber ignorado el hecho de que estaba ahí con esa mujer guapa y simplemente seguir en tu onda con Cheng. Onda que todavía no entiendo de qué va —dijo confundido—. ¿Te gusta Cheng?
—No digas tonterías, Taehyung —dijo disgustado—. Cheng es solo mi amigo y hace tiempo no lo veía, eso es todo.
—Te conozco, Jimin —una sonrisa se dibujó en el rostro de Tae—. Dime una cosa, ¿estás buscando poner celoso a ese chico?
—¿Cómo se…
—Jimin te conozco muy bien. Demasiado, diría yo. Dime la verdad —sonrió con complicidad, aunque Jimin no pudiera verlo a través del teléfono.
—No estoy buscando nada —bebió el último trago de su café—. Debo volver al trabajo, Tae, te veo luego.
Jimin colgó más molesto de lo que estaba al principio. Su enojo iba únicamente dirigido a él mismo por ser tan obvio y romper la única regla que no debía fracturar. Una muy simple: no sentir nada más allá de una simple atracción física por Yoongi. O por cualquiera.
🔸
El día fue bastante cansado. Estaba ya bien familiarizado con el ambiente y la rutina que envolvía esa cafetería y, aunque seguían llegándole proposiciones para citas y pedidas de su número de teléfono, él seguía firme y siempre encontraba la forma de huir del lugar fingiendo que lo llamaba algún compañero de trabajo.
Su cabeza dolía en demasía por haber pasado gran parte de su día pensando en cierta persona y cierta situación que no hizo más que dejarlo en evidencia.
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Cien Balas (Yoonmin)
FanfictionJimin quiere curar a Yoongi. Yoongi quiere curarse a sí mismo a través de la venganza. «Tengo cien balas especiales para un único destinatario» *Historia 100% original nacida en medio del caos que provoca el bloqueo de escritor. ¡Disfruta!