Capítulo 31

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3 días después, viernes 21 de noviembre 2014.

No estaba borracha, no tenía dolor de cabeza, ni había consumido drogas. ¿Por qué todo a su alrededor estaba borroso? Lo único que veía bien era su propio rostro reflejado en un espejo, su rostro cubierto por un pañuelo negro desde la nariz hacia abajo, que parecía de un villano, cuando en realidad tapaba una horrible marca. Su cabello caía hacia un lado con naturalidad, bajó un poco más los ojos para detenerse en los detalles de su vestimenta. ¿Por qué estaba vestida formal? Apretó los puños con decisión y salió por la puerta principal de aquel humilde hogar, tras las palabras dulces de su madre que le decía que todo estaría bien, porque el respetado Scott Warwick vería potencial en ella. ¿Tanta fe le tenía o en realidad eran las esperanzas de alguien que sólo lo decía para subirle el ánimo? Ella más que todos, conocía las debilidades que había en la salud de su hija, los daños en su cabeza que no se borrarían, y mucho menos en su piel, como la marca que poseía. Cerró la puerta tras de sí y miró hacia el frente, pero cuando quiso seguir caminando, las cosas desaparecieron como vapor en el aire, los grandes e idílicos paisajes campestres se fueron definitivamente, fue en ese momento que Daniela Calle abrió los ojos lentamente.

Estaba en su habitación acostada boca abajo sobre su cama, sí, al borde y a punto de caerse, si no hubiera despertado antes. Llevó las manos a su cabeza después de girarse sobre su cuerpo para observar el techo. ¿Qué había sido ese sueño? Cuando trató de recordar los detalles, estos parecían querer escaparse a propósito para no ser identificados, sólo tenía en mente una borrosa imagen de ella con el rostro cubierto y alguien de apellido Warwick que la esperaría en una reunión o algo por el estilo.

Cuando vio la hora en el teléfono, no podía creer que fuese tan tarde, aunque después de una corta meditación, se dio cuenta que tenía sentido, anoche había estado con María José jugando a las cartas en medio de la sala de estar, como dos niñas que se carcajeaban por las más simples cosas, acompañadas claro por una copa de champagne y algunas cosas para comer. La sonrisa se dibujó en su rostro, sentía cosas por María José y no temía admitirlo, así como tampoco iba a negar que se la jugaría por primera vez en su vida por una relación estable. Su madre la adoraba, su padre parecía bastante conforme con el hecho de que como persona hubiese cambiado gracias a ella. ¿Cuáles serían las desventajas además del hecho de que la morena temiese ser fotografiada? Ninguna. De reojo se dio cuenta de que había algo amarillo pegado encima de su mueble, giró la cabeza y vio allí una nota pequeña. Tras un largo bostezo, la tomó en su mano para leerla.

"Señorita Calle, no me atreví a despertarla cuando entré, porque parecía una niña pequeña que duerme bien y contenta. Fui al supermercado y espero no me vaya a buscar, se lo advierto, quiero comprar cosas para cocinar y no quiero que las vea hasta que las prepare. ¿Está bien? Besos y abrazos, pero sobre todo muchos besos, le dedica su psicópata inglesa."

La sonrisa en su rostro era tan grande que creía que se le partiría la cara. Antes hubiera reído por horas si le hubieran dicho que sentiría estas cosas por una mujer, pero en realidad ahora disfrutaba esas nuevas sensaciones. Fue al baño, se sacó la ropa y se metió a la ducha para que el agua caliente envolviera su cuerpo por completo. En esas instancias de reflexión cuando se está sola, Daniela pensó en que rumbo le daría a la situación de sus sentimientos hacia la inglesa, temía que recuperara la memoria, porque tenía el presentimiento de que en su "vida real" había otra persona, pero si la hubiera, ¿acaso no la estaría buscando ya? Ni siquiera quería buscare la lógica a la situación o lo absurdo que sonara que nadie estuviera tras ella, en el pasado trató de partirse la cabeza pensando en cómo había entrado en el departamento, cómo es que su familia no la buscaba o que incluso era una mujer peligrosa. Tantas cosas de ese tipo, que no quería pensar en lo extraño que era tener en el departamento a alguien que conoció y despreció como una psicópata, y cómo ahora esa persona se transformó en alguien importante para ella, de quién no quería desprenderse.

enamorar(te) | caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora