Sábado 20 de septiembre 2014, dos días después.
Con atención miraba los ingredientes del paquete de galletas que tenía entre sus manos, sus ojos entrecerrados querían hacerle creer a los demás que estaba interesada en eso, cuando en realidad no entendía ni el 80%, bueno, al menos eso trataba de aparentar, mientras escuchaba las exclamaciones de las fans que rodeaban a los Calle en el supermercado, y quienes se encargarían de subir a internet las fotografías de ellos en todas las redes sociales.
No quería ser fotografiada, no quería que la relacionaran de alguna manera con Daniela, porque podía alterar la vida de su reencarnación. ¿Cómo explicarle cuando María José Garzón viera fotos suyas en internet en escenas que ella misma no había recreado? Era mejor prevenir un problema que la alterara. Pero ¿cómo llegó a parar a un supermercado con una de las familias más famosas de Hollywood?
El jueves, cuando cenaba con Daniela en el departamento, ésta le comentó que junto a Liam y otros amigos, tenían planeado salir el sábado a un parque que estaba en las afueras de la ciudad, para liberarse un poco de las presiones del trabajo y estudio. ¿Qué era acampar? Sin cuestionar lo extraño que sonara su pregunta, ella le respondió; básicamente le dijo que es cuando un grupo de amigos va al aire libre, ya sea bosque, parque, campo o montañas; encienden fuego, cantan canciones, hacen caminatas por ríos y cabalgan, entre otras actividades, pero duermen en una carpa, una especie de casa hecha de género u otro material, pequeño o mediano, que sólo sirve para dormir o vestirse. ¿Se sumaría a una extraña experiencia del siglo 21? Daniela le preguntó si quería acompañarlos, porque su asistencia era esperada, María José con una sonrisa respondió que sí, pero más tarde buscó información y videos sobre lo que era "acampar" porque no estaba segura de haberlo entendido bien.
Hace una hora, hoy, cuando ambas pretendían salir al supermercado por alimentos y cosas para la salida, los padres de Daniela llegaron al departamento, entusiasmados por hacer un espacio en su agenda para su hija. Comunicarse a veces era difícil, por lo tanto, no tenían como saber que su hija saldría en unas horas a acampar. ¿Por qué no acompañarlas al supermercado? Lamentablemente cuando la fama es alta, las actividades cotidianas suelen ser más difíciles de realizar. Goodwin miró de reojo al grupo de fans que se sacaban fotos con los Calle, sus mejillas ruborizadas, el brillo de emoción en sus ojos y las sonrisas de oreja a oreja por parte de ellos como estrellas y sus fans que los aclamaban, todo aquello podía compensar el alto costo de ser famoso, todo aquello era motivo para estar agradecido.
Con un poco de pena caminó con el carrito de compras a otros pasillos, no podía esperarlos eternamente para que se desocuparan, ni tampoco podía ingresar al círculo de fotografías. Trató de pensar en otras cosas. ¿Qué podían llevar para acampar? Había leído en internet algunas cosas.
María José: ¡Agua embotellada! –Era como si una bombilla de luz se hubiera iluminado en su cabeza. ¡Amaba las maravillas del siglo 21! Todo era mucho más accesible, aunque no sabía si todo lo que era envasado dañaba su organismo. Así se la pasó la mayor parte de los siguientes veinte minutos, había dejado dentro del carrito de compras diez botellas de agua sin gas, dos paquetes de fideos, malvaviscos, barras de chocolate, queso, jamón, carne, linterna y pilas, papel higiénico, entre otras cosas prácticas. Estaba tan preocupada de que todo estuviera en orden, que no prestó atención a los pasos agitados que se acercaban a ella. Sólo sintió una presión en su muñeca, una presión suficiente que la hizo girar.
Daniela: ¡¿Estás loca?! He estado buscándote por todo el maldito supermercado y...
María José: -miró el carro de compras- Mientras usted se fotografiaba con su familia y las fans, pensé que era imposible admirar la escena más tiempo desde lejos, era mejor invertir mi tiempo en otra cosa, además, ¿no era usted la que decía que no puede ser vista con una persona como yo?